TAEHYUNG
—¡E-entonces él puso su carita, así! —dijo Jungkook tratando de imitar un puchero con el ceño fruncido—. Fue realmente lindo, como un animalito asustado.
Taehyung se limitó a sonreír.
Lanzó una pequeña mirada hacia mesa, dos botellas estaban vacías. Las otras cuatro restantes estaban medianamente llenas. ¿En qué momento Jungkook se había puesto así?
—Ahhhh, era tan bonito y m-me trataba tan lindo... —dijo Jungkook con un gesto melancólico—. Park Jimin era-
Taehyung había dejado de prestar verdadera atención desde hace más de media hora. Todo se reducía en: Jimin esto, Jimin aquello.
Se sirvió otro trago y se encargó de llenar el vaso medio vacío de Jungkook.
—¡Y... y yo tengwo la cuklpa! —gritó Jungkook de golpe derramando el líquido del vaso en su mano—. Fui un tonto, idiota, imbécil-
No pudo terminar la frase, porque rompió a llorar.
«Está es la segunda lloradera, en menos de una hora» pensó Taehyung mirándolo.
En esos momentos sentía que podía ir y abrazarlo, sin que se volviera incómodo. Eran las ventajas del alcohol que tenía en las venas. ¿Entonces, porque dudaba?
—Hey, ya pasará. —dijo Taehyung dando palmadas en su espalda.
«¿Eso es todo lo que puedes hacer?» le recriminó su mente.
Jungkook era una buena persona o eso creía, le ayudaba a levantarse para las clases, se preocupaba de que no comiera pizza todos los días (seguía sin gustarle eso) pero lo hacía con buenas intenciones, al menos la mayoría del tiempo.
No contando el hecho de la pequeña broma de su ropa para el auditorio, o a la vez que le escondió el shampoo-
Mejor no iba a pensar en esas cosas.
—Mira, se qué eres un tipo gruñón la mayoría del tiempo. —dijo Jungkook limitándose los mocos con la manga—. Pero, ¿podría abrazarte, al menos por un segundo? Necesito un poquito de consuelo.
Taehyung lo miró un instante y asintió. Le había ahorrado todas sus dudas.
Pudo sentir los brazos de Jungkook enredarse por encima de sus hombros. Si Taehyung pensó que Jungkook no ejercería fuerza, estaba completamente equivocado.
Lo sostuvo con necesidad, como si dependiera de aquel contacto que tenían.
Después de varios segundos, Taehyung reaccionó. Nunca había recibido un contacto tan íntimo.
—No es tu culpa, y aunque así fuera. Sólo olvídalo. —dijo Taehyung con la voz ronca.
Pudo sentir como la piel de Jungkook se erizaba, le había hablado justo a la altura de la oreja. A veces eso causaba ese tipo de reacciones.
—¿Olvidar? Eso sería como un sueño. —dijo Jungkook con un hilo de voz.
No sabía que más decir ante aquello.
Taehyung simplemente paso sus manos alrededor de su torso, estrechandolo con fuerza para que Jungkook supiera que él estaba ahí.
De repente no estaba dando las mejores palabras y consuelos. Pero, seguía ahí. Escuchando todos sus lloriqueos.
No supo cuánto tiempo estuvieron así, Taehyung hasta pensó que Jungkook se había dormido en su hombros. En el estado en que estaba, el rubio suponía cualquier cosa.
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ENLAZADOS
FanfictionEl destino quiere jugar con ellos, siete chicos, siete historias, cada uno con diferentes personalidades. Pero, con un factor en común. Sus vidas están hechas un desastre y necesitan desesperadamente ayuda aunque no sean conscientes de ello. ¿Qué...