JUNGKOOK
Habían pasado dos días desde que estaba en la recámara de Taehyung.
Jungkook ya podía pararse y caminar sin tambalearse como un cable eléctrico, como solía decir Taehyung cada vez que lo veía intentar dar unos pasos.
Nunca una pelea lo había dejado tan maltrecho.
Lo cuál era indignante, mucho mas aún después de enterarse que su "salvador" pudo golpear a puño limpio a los tres hombres al mismo tiempo y dejarlos inconscientes. Aquello Jungkook no se lo tragaba del todo.
¿Tres contra uno? ¿Y salir ileso? Sonaba muy sospechoso.
—¿Otra vez intentado ir al baño? —dijo una voz en el marco de la puerta.
Jungkook volteó instintivamente, encontrándose con un rubio de ropas deportivas.
—Solo quería caminar. —dijo Jungkook tratando de mantener su mejor postura—. Me estresa estar en la cama todo el día.
—¿Seguro que no quieres ir al baño? —dijo Taehyung con las cejas fruncidas.
—No, Kim Taehyung.
El rubio se limitó a rodar los ojos e irse hacia la sala.
Jungkook sabía de antemano lo mucho que le molestaba que lo llamen por su apellido y nombre completo. Aunque pensándolo bien...
Sí tenía ganas de ir al baño. Maldición.
—Hey, Taehyung.
—No jodas, te pregunté dos veces. —dijo tirado en el sofá con una bolsa de papas en la mano—. Arréglatelas.
Jungkook suspiró y fue hacia el cuarto de baño.
No sabía que pensar al respecto de Taehyung, estaba claro que lo había ayudado. Pero su actitud... era un tanto hostil la mayoría del tiempo.
Cuando llegó a la puerta pudo vislumbrar su reflejo a través del espejo.
«Qué mal me veo» pensó Jungkook mientras tocaba su rostro. Desde hace dos días que no se duchaba ni tocaba algún producto de limpieza, de seguro olía fatal.
Bien, no seguiría así.
Parecía más un vagabundo que el conocido Jeon Jungkook.
—Kim, me voy a duchar. —gritó Jungkook quitándose los zapatos—. Qué no te importe, ¿si?
Mientras trataba de desabrochar los pantalones, pudo notar que la presencia de Taehyung se hacía presente.
—¿Te vas a bañar? —dijo incrédulo el rubio recostado en la puerta.
—¿Sí? ¿Cuál es el problema? —dijo Jungkook con una mala mirada.
—¡Las heridas! ¡Las malditas heridas!
—¿Qué, que tienen? —preguntó Jungkook confundido.
Taehyung rodó los ojos, como solía hacer la mayoría del tiempo y tomó las manos de Jungkook para detener lo que estaba haciendo.
—Se van a abrir, imbécil. —dijo Taehyung—. Y no pierdas el tiempo diciéndome que no será así y tendrás cuidado Jeon Jungkook.
—Pero sí tendré cuidado y-...
—¡Ah! Maldición. —dijo apretando sus manos todavía—. ¿Quién va a curar tus heridas después, tú o yo?
Jungkook bajo la mirada y miró como sus manos estaban juntas de una manera peculiar.
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ENLAZADOS
FanfikceEl destino quiere jugar con ellos, siete chicos, siete historias, cada uno con diferentes personalidades. Pero, con un factor en común. Sus vidas están hechas un desastre y necesitan desesperadamente ayuda aunque no sean conscientes de ello. ¿Qué...