XXX. Ahora soy el chico de las mudanzas

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TAEHYUNG

Despertarse temprano, nunca había sido el estilo de Taehyung. Es más, odiaba hacerlo.

Sin embargo, el alboroto que hacía Jungkook era insoportable. ¿No podía cambiarse sin hacer ruido?

Taehyung gruño frustrado, ya se le había quitado el sueño.

—¡¿Qué tanto haces, joder?! —vociferó Taehyung somnoliento dando vueltas en la cama.

—Buenos días a ti también, Kim Taehyung.

El rubio levantó la cabeza con pereza para ver al causante de su despertar, viendo cómo Jungkook se sacudía el cabello húmedo con una toalla -de seguro por haberse duchado- y vestido con una camiseta deportiva y un jersey negro muy familiar.

—Dime por favor, que el pantalón que llevas puesto no es mío.—suspiró Taehyung dejando caer su cabeza para atrás.

—El pantalón que llevo puesto, no es tuyo. —dijo con ironía.

—Jungkook-

—Vale, en realidad sí es tuyo. —dijo con una sonrisa juguetona—. Pero, tú me dijiste que diga que no.

Taehyung rodó los ojos con fastidio. Creía que ni siquiera eran de la misma talla y a pesar de eso, le quedaba bien el pantalón al castaño.

—¿Acaso no tienes ropa, hombre?

Jungkook bufó.

—¿Cómo voy a tenerla, Kim? —dijo Jungkook cruzando los brazos—. Toda mis cosas están en mi departamento y como verás, he estado más ocupado en tratar de curar mis heridas y no he tenido tiempo para ir.

«Como sí en verdad quisieras curar tus heridas» pensó Taehyung con molestia, el castaño se encargaba más de abrir los cortes una y otra vez.

Literalmente era Jeon Descuidado Jungkook.

—Sí, si claro. —dijo recostando su cabeza en su mano—. Entonces después de clases, anda y traelas. No quiero que uses mi ropa de diario personal.

—Tengo trabajo después.

—¿Después del trabajo? —dijo como sí le estuviera hablando a un niño de cinco años.

La pequeña sonrisa que Jungkook llevaba desapareció.

—¡Cómo haces para arruinar mis mañanas, Kim! —dijo irritado—. Salgo tarde del trabajo y sería muy peligroso ir a mi departamento, porque habría la posibilidad de encontrar a los tipos ahí.

—¿Los que mando tu papá?

Jungkook asintió levemente. Quedaron unos minutos sin decir nada.

—¿Y entonces, qué?

—¡Maldición, Kim! Ten un poco de empatía por el próximo. —dijo Jungkook—. Ya veré qué hago, no me tomara muchos días ver cómo hago para ir.

Taehyung enarcó una ceja desconfiado. Hasta que a Jungkook tenga una idea inteligente de como traer sus cosas, seguiría usando de su ropa. No podía permitirlo.

—Bien. —dijo Taehyung sentándose en la cama—. Dame tus llaves.

—¿Qué?

—Las llaves del departamento. —dijo Taehyung con fastidio y pereza a la vez—. Yo recogeré tus cosas y las traeré.

—¿En serio? —dijo Jungkook claramente sorprendido.

—Sí, y no digas nada, que harás que me arrepienta. —dijo Taehyung parándose lentamente.

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