XXIII. Reencuentro. ¿Y algo más? (2/2)

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JUNGKOOK

Después de haber curado la herida, Taehyung decidió también irse a duchar, dejando a Jungkook solo y extrañamente pensativo en la habitación.

—¿Qué debería hacer ahora? —susurró Jungkook sentado en la esquina del colchón.

El ambiente era muy tranquilo, ahora que Taehyung no estaba presente.

Pudo ver con más detalle las cosas a su alrededor, la carencia de muchas cosas sobre todo. Pero aquello lo asumió porque Taehyung era nuevo instalándose en la ciudad.

El lugar era acogedor, más como un mini-departamento, que una habitación de estudiante. Tenía una pequeña entrada que daba paso a la sala y la cocina al lado separado con una barra.

También contaba con un baño y una sola habitación. Lo suficientemente grande para una sola persona y lo pequeño que sería para dos.

Pero. ¿Qué demonios estaba pensando?

«Qué quiero quedarme aquí. Es seguro» le dijo su mente.

Había llegado a la alocada decisión, que sí estaba al lado del mastodonte de Taehyung a su lado las cosas serían más fáciles. Sería algo parecido a un guardaespaldas personal.

Sin embargo, había un pequeñísimo detalle. ¿Cómo rayos Taehyung aceptaría dejarlo quedarse aquí?

Ya le había lanzado una pequeña indirecta en la ducha preguntando por su estadía. Sin embargo Jungkook no tenía a donde ir.

El anterior departamento en dónde vivía hace unas semanas, ya no era seguro. Y aunque había pensado sobre la posibilidad de vivir con Jackson. La descartó de inmediato cuando recordó que él tampoco vivía dentro de la universidad.

¿Entonces que haría?

¿Dinero? ¿Favores? ¿Hacerle los proyectos? No creía que esas cosas fuesen a convencer a Taehyung de dejarlo vivir en su casa. ¿Qué podría darle Jungkook que quisiera Taehyung?

Un sonido de celular lo sacó de su ensimismamiento.

Jungkook volteó de su lugar,en busca del sonido proveniente. Dónde lo encontró en la pequeña mesa de al lado. De seguro era de Taehyung, porque su celular había sido decomisado por aquellos guardias cuando estaba en la casa su papá.

Bufo todavía por la molestia.

—Hey, Taehyung. —gritó Jungkook agarrando el celular mientras comenzaba a pararse—. ¡Taehyung!

Todavía seguía sonando. ¿Quién sería?

«Llamada entrante de X»

¿X? ¿Quién en la vida se llama así? A Jungkook le pareció de lo más extraño, pero no le hizo caso.

Fue hacia la puerta del cuarto de baño y tocó estrepitosamente. ¿Acaso ese hombre no escuchaba o qué?

—¿Qué coño pasa? —dijo Taehyung abriendo la puerta de par en par—. Al menos déjame bañarme, maldita sea.

Jungkook se quedó mudo de la impresión.

Una cosa era verlo en las mañanas, solo con un shorts de pijama. Y otra muy diferente, era verlo así.

Con la toalla envuelta sobre las caderas. El pecho todavía mojado por la interrupción y con gotas resbalando por el bronceado cuerpo que tenía. Y sin contar que los mechones rebeldes que caían sobre su frente. ¿Desde cuándo era tan...?

—Habla de una maldita vez, Jeon. —dijo Taehyung mientras tiraba el pelo hacia atrás por la molestia.

—E-eh, tu celular. —fue lo único que pudo decir, alzando la mano todavía el móvil sonando.

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