Destino de cristal [Sailor Moon] [SD3]

03 || Una estrella

Capítulo 3: Una estrella; Estrella 3.

- Oh no. Oh. No. - Serenity y Seiya le vieron cruzarse de brazos, con una mirada indescriptible. Parecia una mezcla de decepción, enojo, sorpresa...- No pueden estar haciendo esto en serio.

- Yo...no es lo que...

- No me digas que no es lo que pienso. Es exactamente eso. Seiya y tú se estaban besando. - Serenity comenzó a sentirse completamente nerviosa, sintiendo su corazón latir fuertemente. Seguía sintiéndose como Serena, y sus ojos cristalizados lo hacían notorio. - Por Ares, Serena, ¿qué les sucede?

- Rei...- Seiya comenzó, mirando a la pelinegra que los había visto besarse. Irónico, pues hace muchos años...cuando Seiya y Serena estaban juntos, ella misma había visto a Serena con Darien.

- No. Callate. - la chica le dió una mala mirada, intimidandole. Su semblante estaba serio, enojado. - Serena, estas casada, ¿Vale la pena perder todo ahora? ¿Qué crees que estás haciendo?

- ¡Deja de regañarme! Soy una adulta, Rei. - exclamó Serenity, negando, mientras levantaba la voz hacia la otra chica. - Es mi problema lo que pase en mi matrimonio, y es mi problema si renunció a todo. Si me beso con alguien más es completamente situación mía...

Y en menos de dos segundos Serenity callo luego del fuerte sonido que hizo que Seiya, y también la misma Rei, abrieran los ojos con sorpresa. Los tres se quedaron en silenció, y la guardiana de marte cerro su mano antes abierta, apretando los labios antes de hablar.

- Piensa lo que estas haciendo. Deja de actuar como una niña, por que ya no lo eres. Madura. - la pelinegra se giro sobre sus talones, caminando bajo la leve lluvia devuelta al castillo. Sentía que su corazón se saldría de su pecho y no podía creer que acababa de abofetearla. Cuando eran más jóvenes, solo guardianas, lo había hecho. Pero ahora no era lo mismo. Ahora ella era la reina y ella acababa de abofetearla.

Serenity llevo una de sus manos a su mejilla, la cuál se encontraba roja por el golpe. Seiya la miró.

- Lo siento...yo...- comenzó él, pero ella nego suavemente. No veía el por que debía disculparse, aunque muy bien sabia que ese beso no debio pasar.

- No te preocupes. Solo te pido...no mencionemos esto más, ¿si? Fue...un accidente.

Seiya levantó una ceja, mirándola de forma incrédula - ¿Un accidente, dices?

- Por favor. - ella lo miró con ojos de súplica. - Acepto llevar a tu estrella en mi vientre, pero no mencionemos esto. No ahora, ¿Está bien? Te lo suplico.

El pelinegro notoriamente se enojó, pero solo asintió. - No quiero causar problemas.

- No te preocupes. - repitió ella. - Ahora...si me podrias disculpar, necesito estar un tiempo sola.

Seiya asintió, dándole una última mirada antes de comenzar a caminar hacía ningún lugar en específico. Cuando Serenity dejó de verlo, sé sentó en el suelo, mirando la estrella en sus manos. Tan brillante. Y en cuanto la lluvía comenzó a caer fuertemente otra vez, la chica comenzó a llorar. Sus lágrimas caían por sus mejillas, haciéndola sentir peor por que ahora estaba llorando. Como una persona débil. Como lo que había querido dejar de ser. Estaba temblando, por frio y por su llanto, mientras observaba con la vista borrosa aquella estrella. Ella misma había sido una estrella antes, una que la Reina Serenity tomo y le dió una oportunidad. No podía negarse, no quería quitarle a esa estrella la oportunidad de vivir.

Y las imágenes del beso, de la mirada llena de decepcion de Rei, de como se sintió cuando ella la golpeó... conocía eso, sabia bien que lo había arruinado todo. La únicas veces que sus amigas la habían golpeado es cuando hacía algo completamente estúpido; cuando quería rendirse luego de que Darien muriera por ella, y cuando quiso rendirse luego de que Lita muriera por ella. Pero esta vez... Esta vez había traicionado la confianza de su esposo. Luego de tantos años juntos, había olvidado todo por un beso. Un beso que no debió ser, considerando que Seiya, Star Fighter, estaba con Kakyuu...ella confiaba en Serenity, y ella solo había terminado besándole.