Destino de cristal [Sailor Moon] [SD3]

30 || Grietas; Nyx

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Capítulo 30: Grietas; Nyx.

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RECORDATORIOS:
• Nyx es la hija de Neherenia y Atlas.
• Atlas es también el padre de Endymion y estuvo con Neherenia antes de conocer a Tanya, la mamá de Endymion.
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Nyx se sentó, observando a Helios y Endymion antes de soltar una suave risa que al parecer enojo a Helios, quién la miró notoriamente irritado. La pelinegra se encogió de hombros, tomando de la copa que estaba en sus manos antes de soltar un largo suspiro. Sabía que en el castillo debía estar desatando se el caos, cosa que la hacía bastante feliz por el momento.

— ¿Por qué estás haciendo esto? — preguntó el peliblanco, rindiendose de tratar de despertar a Endymion. — ¿Quién eres, siquiera?

— Soy Nyx, ya te dije.— contestó ella, recordando cuando se lo encontró con Endymion. Fue difícil lograr dormirlo mientras peleaba con aquel joven, pero lo logró con la sola amenaza de hacerle daño a Chibiusa, su sobrina. — ¿Qué acaso olvidas las cosas así de rápido?

Nyx también le había obligado a decirle aquello a Chibiusa, sobre que debía dejarla. Nyx necesitaba hacerla salir para poder clavarle aquella hermosa piedra que encontró en el planeta de la que una vez llamó su madre. Vadiyanu, un elfo de un planeta con la habilidad de alimentarse de sueños, donde encontró no solo hermosas flautas que usaban las hadas de los sueños pero miles de piedras con la capacidad de dormir a alguien por años, como a ella misma la durmieron a los dieciocho.

— ¿De dónde vienes? ¿Qué es lo que quieres?

— Quiero mi reino devuelta, obviamente. — dijo Nyx, mirando al chico. — He estudiado un poco sobre ti, tú eres el pegaso por el que mi madre salió del espejo ¿no es así? Tú eres el dueño del cristal dorado. Mi cristal.

— ¿Tú cristal? No es tuyo, es del rey Endymion y próximamente será de sus hijas.

— Yo soy la heredera, ¿sabes? — Nyx se recostó. Helios no le causaba ningún tipo de miedo ni era una amenaza para ella. — Yo soy hija del rey Atlas.

— ¿Qué? — Helios la miró, soprendido. Recordaba claramente al rey Atlas, y a su esposa, la reina Tanya. — Pero Atlas no tuvo una hija.

— Bueno, no lo sabía, claro está. — soltó ella, tomando un trago de su copa. — Mi mamá y él estuvieron juntos de jóvenes, seguro recuerdas cuando creyeron que ella tomaría el cristal dorado. Debió hacerlo, pues también me pertenece junto al de pláta...pero en lugar de darme mi lugar en el reino terrestre...o en el lunar, me llevó al Planeta X, ¿puedes creerlo? Planeta X. Ahí me acogió Vadiyanu, y aunque fue una pésima madre, al menos me enseñó lo magnífico de su planeta. Con eso dormí a Endymion, ¿sabes? Solo la reina puede despertarlo. Y deja de batallar, no puedes salir de aquí, así que tranquilo que no te haré nada por ahora.

— ¿Estás diciendo que eres hermana del Rey Endymion? Y...¿Prima segunda de la Neo Reina Serenity?— preguntó el peliblanco, abriendo los ojos.

— No exactamente. Lo era, pero con el renacimiento de la Neo Reina Serenity, ya no llevan la misma sangre. No debes preocuparte por eso.

Helios levantó la vista a la voz reconocida que le habló. — ¿Adreista?

— Pero si que es hermana de Endymion. Y tia de Lady y Kousagi. — Adreista bajo la mirada. — Ellas son mis primas.

Helios abrió los ojos. — Tú...¿Estás de su lado?

Nyx rio, mirándolo. — Oh, ¿no te lo esperabas, Helios? ¿Qué acaso crees que estamos en una historia de fantasía donde el nuevo personaje es un aliado? No seas tonto, los nuevos personajes siempre son villanos. Siempre. Mi hija solo me ayudó a acercarme al reino.