CAPÍTULO 23 AGUJERO DE CONEJO

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"Locura es hacer la misma cosa una yotra vez esperando obtener diferentes resultados." Albert Einstein.

Toc, toc, toc...

Toc, toc, toc...

- No estoy abuelo. Vete. No me interesa hablar con nadie.

- No quiero charlar. Quiero preguntarte algo. ¿Estás vestida puedo pasar?

- Sí estoy vestida pero no quiero que pases. No me interesa lo que tienes que decir.

- ¿Maya, quieres acompañarme a dejar a las chicas al hotel?

- Por supuesto que no. – Maya abrió la puerta y asomó su rostro. Sus ojos rojos y llorosos y su semblante triste, evidenciaban la tragedia emocional que estaba viviendo.

- Hija créeme, sé por lo que estás pasando. Entiendo tu molestia, pero encerrándote no se arreglará nada. Y solo le darás gusto a ese idiota verte vencida y destruida. – Precioso Tesoro extendió su mano sobre el borde de la puerta y le tomó los dedos a su amada nieta, pero ella los retiró de inmediato.

- Imagino que estarás feliz.

- ¿Por qué me haría feliz verte herida mi princesa...?

- Porque tu no lo querías a él...

- Presentía que no sería bueno para ti, que no sabría valorarte y ver más allá de tu hermosa cara y tu exuberante belleza, te mereces algo mejor.

- Esa chica es mucho más bella que yo. Vi como la observabas. Él se fue con ella porque es mucho más bella y exótica, con esa piel color caramelo y su cabello largo lacio...

- No. El sé fue con ella porque ella simplemente aceptó y tú no.

- Tú me hubieras matado si yo hubiera hecho eso.

- Yo no... tú madre nos hubiera matado a los dos.

- Ves... yo no tengo la libertad que ella tiene.

- No, porque apenas eres una adolescente y ella ya es una joven adulta. ¿Pero... eso quiere decir que, sí te propuso escaparte con él?

- Sí, varias veces, inclusive quería otras cosas, pero me negué...

- Gracias mi princesa hermosa por ser tan inteligente y razonable...

- No me des las gracias. Estoy destruida.

- No sé si ya notaste que su relación no duró mucho, apenas fueron un par de semanas... así que eso no debe destruirte. Te propongo algo. Vístete dejaremos a las chicas en el hotel y te diré de qué se trata.

- ¿Ya notaste que me queda una semana de vacaciones y lo pasaré en tu casa y no en Nueva York ni París?

- Por eso mismo, no lo desperdiciemos por situaciones absurdas. Y estar conmigo no es tan malo.

- Eres mi abuelo...

- Ya deja eso. Recupérate. Necesito de tu astucia y tu increíble manera de indagar a las personas. Por favor acompáñame. Te lo pide tu abuelo que te adora.

- ¿Es sobre lo que me dijiste que me vas a proponer?

- Más bien te voy a contar algo una sospecha que tengo.

- Está bien. Dame diez minutos. No quiero ir en pijama.

- Perfecto diez minutos. Mientras tanto voy a recibir al equipo de mantenimiento de la piscina y el jardín. Veré si podemos recuperar las obras de arte sin invertir mucho en la restauración.

MI PRECIOSO TESORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora