CAPÍTULO 24 LA PAZ

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Las cosas iban volviendo a la normalidad en la Mansión. Después que Jamie pidiera una disculpa, y explicara, como la competencia de tragos lo dejó casi inconsciente, sus amigos de fraternidad lo cargaron y lo dejaron en la sala de estar o eso creía él. Vomitó un par de veces, antes de quedarse completamente dormido detrás de un sofá color marrón. Pero se encontraba en una habitación que no recuerda cuál era. Se despertó e intentó ir a tomar agua, pero estaba todo oscuro y al intentar bajar las gradas rodó y al levantarse y dar un paso un mueble del que se detuvo se movió. Intentó volver al pasillo pero ya no pudo, no supo cómo regresar y se percató que estaba en una especie de biblioteca. Al pretender salir, se vio atrapado en una cueva extraña y luego de caminar a oscuras un buen trecho por una especie de túnel, se quedó atrapado en una madriguera de conejo. Allí fue donde comenzó a gritar y donde lo encontró el venerable abuelo.

Maya estaba feliz de saber que Jamie no la había traicionado. Lo abrazaba por la cintura le acariciaba el pecho, lo besaba tiernamente en la mejilla izquierda, y se pegaba a él como una garrapata a su huésped, sin importar lo sucio y mal oliente que estaba.

Precioso Tesoro no estaba "tan feliz". Los daños en la residencia le iban a costar más de la mitad de su fortuna. No creía que fuera algo para sentirse enamorado de quien le estaba arrebatando la herencia de sus descendientes. Jamie inmediato notó la molestia, y sin ver claramente a lo que se estaba comprometiendo, ofreció pagar todos los gastos de restauración. Incluso propuso una colecta, aunque Maya sabía que tendrían que ser muchas colectas, inclusive, tele maratón, porque muchas piezas eran verdaderas obras de arte irreemplazables.

Aclarado todo, Precioso Tesoro envió en taxi, al pretendiente apestoso. El automóvil de Jamie no apareció y no sabían quién de sus amigos se lo había llevado. No quería que se quedara cerca de Maya ni un momento más. No quería que bajo su techo ocurriera lo indecible.

Precioso Tesoro, en la intimidad de su habitación, sabiendo que Maya estaba dormida en la suya, llamó a Pierre. Averiguando por las últimas noticias. Solo para enterarse que el hacker había huido. Las jóvenes lo denunciaron, dieron sus declaraciones a la policía, que llegó inmediato a buscarlo a los videos de seguridad del hotel, los cuales habían sido considerablemente alterados desde un software externo. Solo obtuvieron un retrato hablado, algunos datos inconsistentes, sobre las transacciones por internet, y una imagen parcial de su aspecto. Sospechaban que había salido del país. Era de esperarse que, fuera difícil atraparlo. Solo quedaba que Precioso Tesoro fuera a identificarlo a las imágenes y videos del aeropuerto internacional para confirmar su identidad, pero no estaba convencido. Creía que era tiempo perdido.

Para terminar con la conversación charlaron sobre la sorpresa para las jóvenes extranjeras, que se las llevarían al hotel, antes que partieran de vuelta a sus países.

Sumamente cansado Precioso Tesoro se recostó envuelto en su bata y sin más se quedó profundamente dormido. La paz volvía lentamente a su residencia. 

MI PRECIOSO TESORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora