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—Ten, Seokjin.

Seokhan le tendió una tarjeta a Seokjin, éste la miró dubitativo, pero sabía que si decía algo, jodidamente su padre tan terco como una valla le golpearía en la cabeza.

—Gracias, pa—Susurró Seokjin.

Sus padres y él estaban en la estación Yongsan de Seúl.

Ya era 25 de Febrero, Seokjin peinó su cabello negro un poco hacia atrás, pero su rebelde y liso cabello volvió al frente.

Seokjin necesitaba un corte, no quería, él amaba su cabello largo, pero ya se iba acostumbrando a tenerlo siempre más corto por órdenes oficiales.

Su madre no había dejado de observarlo en todo el día, de verdad, ¡ella le estaba dando miedo! Nunca lo había escrutado con ojos alertas, pendiente de cada movimiento de Seokjin.

Tren a Incheon llegando. Pasajeros, favor de caminar a la puerta 12— Sonó una voz femenina en algún lugar de la estación.

Seokjin inhaló. Miró a sus padres, ambos se habían abrazado del costado, dejando cada uno un brazo libre para apretar a Seokjin en un caluroso y cariñoso abrazo.

—Te vamos a extrañar mi bebé — moqueaba su madre. Sus cabellos plateados caían elegantemente sobre sus hombros. Seokjin tomó un mechón y lo besó.

—Te deseamos lo mejor, hijo. Te amamos — dijo su padre, apretando un poco entre el hombro y cuello de Seokjin.

Seokjin los miró. Los detalló por última vez antes de tomar sus maletas.

—Los amo, también,— musitó Seokjin, triste por la separación— volveré, no se preocupen por mí, les estaré avisando de todo.

Pero ellos lo hacían, sus padres siempre iban a estar velando por él, Seokjin lo sabía, esa eran sólo palabras de relleno, porque el nudo que se le estaba formando en la garganta no alcanzaba para decir algo más.

Seokjin bajó su cabeza y sintió como dos pares de labios se presionaban en sus sienes. Seokjin se irguió y caminó hasta la puerta 12.

Con un último vistazo a sus viejos, Seokjin entró, susurrando una promesa que no sería escuchada por nadie, más que por el viento.

Seokjin esperó unos minutos junto con un grupo de personas, hasta que la puerta del tren finalmente abrió. Fue un poco difícil subir todo su equipaje, pero él tenía la fuerza necesaria. Seokjin no lo sabía, pero tenía un mueca bastante ansiosa, y al lado suyo, se encontraba una anciana que lo observaba con anticipación.

Después de unos 20 minutos, el tren comenzó a moverse, Seokjin suspiró y miró por la ventana.

—¿Está todo bien, joven?

Seokjin volteó rápidamente para observar a la señora a su lado, ella estaba un poco desaliñada, pero Seokjin mismo sabía que las apariencias engañaban, y sus padres le habían enseñado de humildad.

Seokjin sonrió tontamente para asentir,— Un poco emocionado.

La señora bajó la vista hasta sus piernas, Seokjin bajó la vista también, descubriendo que estaba enterrando sus uñas en la tierna carne por sobre la tela del jean que traía. Seokjin aflojó el agarre y se pasó detenidamente las manos por las piernas.

Sonrió tímidamente a la señora que lo veía con una compresión aterradora. ¿Cómo podría saber ella lo que estaba pasándole? Quizás estaba un poco, sólo un poco preocupado, es decir, ¡Rusia! Un país completamente diferente a lo que él conocía, ésta sería una travesía, y eso lo estaba poniendo algo loco.

—Está bien, niño. No dejes que eso te preocupe demasiado. Pareces buena persona, estoy segura de que triunfarás en lo que te propones — consoló la anciana.

Ella no lo sabía, o probablemente sí, pero esas palabras habían tocado fondo en el pecho de Seokjin, rápidamente se relajó y le agradeció a la señora, que sólo le sonrió y tomó una revista de su bolso.

Ella lo ignoró el resto del viaje, que en realidad era de más o menos una hora hasta Incheon. Es como si ella supiera que Seokjin sólo necesitaba unas pocas palabras de aliento de alguien que nos fueran sus padres.

Bueno, eso era demasiado específico, ella no podría realmente saber eso.

Aunque Seokjin lo dudaba, tenía un gran y alto aprecio por los ancianos, esa palabra era como un halago para él, porque era sinónimo de sabiduría y experiencia.

En todo el viaje, Seokjin se limitó a mirar por la ventana.

Viaje 1: Incheon... aquí vamos.

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—Oiga... joven, despierte, estamos acá — Seokjin abrió los ojos pesadamente. Lo primero que vio fue a una chica que lo miraba amablemente. Lo segundo que vio, o mejor dicho, que no vio, fue a la señora que estuvo al inicio del viaje. En algún punto Seokjin se había dormido.

—¿Está bien? ¿necesita algo?— preguntaba la chica en frente suyo.

Seokjin rápidamente espabiló y negó con la cabeza — Estoy bien, muchas gracias.

La chica sonrió y fue a algún lugar del tren, seguramente a despertar a alguien más.

Seokjin se estiró y se levantó. Tomó todas sus cosas y bajó del tren, recibiendo el beso del Sol en su piel.

Seokjin paró a un taxi y le indicó que lo llevara al Aeropuerto Nacional de Incheon.

En 20 minutos ya estaban ahí, Seokjin pagó y se revisó para verificar que todo estuviera en su lugar. Asintió a si mismo y con sus maletas, entró al aeropuerto.

Viaje 2, Moscú... estoy listo.

Se animó. Seokjin pidió su billete, sólo tuvo que decir su nombre y se lo dieron. Gracias a su papá, ya estaba listo y pago, Seokjin tendría que esperar media hora hasta que estuviera listo el avión.

Miró la hora de su reloj. 11:05

Seokjin calculaba, el avión llegaría en media hora. El viaje eran 6 horas y media. La diferencia horaria entre Corea y Rusia eran de 6 horas.

Si aquí eran las 11:05 am, en Rusia eran las 5:05 am, y si esperaba media hora, en Rusia serían las 5:45 am, y como el viaje duraba 6 horas y media, llegaría más o menos entre las 11:00 de la mañana o 12 del mediodía en Rusia, las 6 o casi 7 de la noche en Seúl.

Seokjin estaba perdiendo un poco la cabeza, él agradecía enormemente que en esa Academia la mayoría de las clases las dieran en inglés debido a su variedad de estudiantes, Seokjin podía hablar un poco del ruso, pero definitivamente no lo entendería muy bien si le hablaban.

Total, sólo hacía falta un poco de práctica ¿verdad?

Seokjin esperó, el avión tardó una hora en estar listo. Pasó por revisión, sus maletas fueron llevadas al avión mientras él entregaba su boleto. Una vez todo listo, subió al avión y se sentó en el asiento de la ventana.

Éste sería su viaje más largo, 6 horas y media, y quizás fuera lo mejor, a Seokjin lo estaba matando un sueño ansioso. Nisiquiera se dio cuenta cuando despegó el avión, él sólo cayó rendido, esperando a que su suerte fuera de las mejores.

Ésta es una trama seria, creo yo.

Vengo del más allá (quiero decirles que le den la oportunidad a la historia, el inicio es lento pero el resto vale la pena(creo))

Besoosss💕

—StarNightYJ

~Hold Me Strong~ {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora