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—Tengamos una cita.

—Por supuesto, hermoso.

—Saldremos con mis padres y Jimin a comer.

Namjoon dejó de mirar la computadora por un momento, ya se acercaban los exámenes finales que serían en Septiembre, así que iba a aprovechar todo Agosto para estudiar.

—Eso no es una cita.— dijo Namjoon mirando a Seokjin con ojos entrecerrados.— Eso es una salida de pandillas.

—¿Lo dices porque somos coreanos?

—Sí.

Seokjin rió.— Vistete.

Namjoon hizo un puchero.— Ven a vestirme... o desvestirme.

Seokjin sonrió ladino.— Podremos hacer eso después.

—Nosotros después de comer con tus padres y Jimin, iremos a otro sitio, y ahí sí tendremos nuestra cita.

—No me vas a llevar a un prostíbulo, ¿verdad?

Namjoon abrió la boca ofendido.—¿Por qué crees que yo haría eso?

Seokjin levantó sus hombros.— Antes solías frecuentar mucho, y más cuando Taemin comenzó a bailar.

—No por eso voy a llevarte a una cita ahí, ¿estás paranoico?

—¿Cómo me llamaste, Kim Namjoon?

Namjoon tragó seco.— Eh... que... ¡que tiene razón de pensar eso! Pero no voy a llevarte ahí.

Seokjin levantó una ceja. Namjoon se acercó a Seokjin y pasó sus manos a la cintura del mayor.— Vamos a bañarnos juntos.

Seokjin se sonrojó hasta los pies.

Namjoon no tenía remedio, y Seokjin quería que siguiera así.

°°°

—¿Es necesario?— preguntaba Seokjin mientras veía con un ramo de flores a Namjoon que compró alegando que a su mamá le encantaría.

—Muy necesario...

—¿Sabes que eres un adulador?

Namjoon rió de eso y miró el cartel del restaurante donde lo estarían esperando sus suegros y Jimin.

—¿Cococo? Bonito, un restaurante bastante lujoso.

Seokjin miró impaciente la puerta de cristal.— A ellos les gusta darse sus lujos de vez en cuando, pero son humildes, de verdad.

Ahora que Seokjin lo pensaba, ellos habían dado un paso bastante importante en su relación, ¡Namjoon ya conocía a sus padres! Seokjin no sabía porque era ahora que caía en cuenta de eso, y por consecuencia se estaba comenzando a sentir un poco nervioso; después de todo, que bueno que Namjoon compró esas flores.

Ellos entraron buscando a alguien que les atendiera; un señor de tez pálida y alto de ojos verdes les sonrió y se les acercó casi bailando. A Namjoon le dieron ganas de reírse porque se le hacía parecido a un flamenco.

El joven se acercó y comenzó a hablar en ruso, por lo que Seokjin medianamente entendió, ese hombre tenía un acento ruso bastante suave, no como el típico golpe de acentuación común.

Lo único de lo que fue consciente después del intercambio de palabras entre Namjoon y el mesero fue que estaban acercándose a la mesa donde ya estaban sus padres y Jimin.

~Hold Me Strong~ {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora