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Seokjin se encontraba en la habitación de Jimin y Raúl, el venezolano les contaba una extraña anécdota que le sucedió en la playa.

—Veran, yo no iba a comérmelo ¡se los juro! Pero el cangrejo puso sus manos y  patas así.— Raúl abrió las piernas, bajó su tronco y colocó sus manos a la altura de su cabeza en forma de pinzas.— ¡Y me persiguió por toda la playa!

Jimin soltó una carcajada.— ¿Cómo un cangrejo te va a perseguir por la playa? Corres más rápido.

Raúl picó con sus manos en formas de tenaza el muslo de Jimin.— Tú dime, amigo. También me lo pregunto.

Seokjin fue el que se rió ésta vez.—¿Qué hiciste entonces?

Raúl sonrió, enderezándose.— Ese día comí huevos de cangrejo, ¡tenía que vengarme de alguna forma!— agregó cuando Jimin y Seokjin lo miraron mal.

—Raúl, eres un idiota asesino de bebés cangrejos. La gente se muere por eso.— sonrió Jimin.

—Pero me amas así.

—Supongo que sí, más amo a Jinnie.— restó importancia Jimin.

Los ojos de Raúl se iluminaron.—¿Significa que si aceptas un trio?

Seokjin rodó los ojos.—¿Hasta cuándo con eso?

Raúl sonrió.— Eso también va contigo, guapo.

Jimin rió y Raúl rieron. Seokjin los miró mal. Él se consideraba una persona decente, ¿por qué tenía amigos tan raros?

No era que no los quisiera, sobre todo a Jimin, ya le había agarrado un gran cariño sin darse cuenta.

Él pensaba que últimamente se daba cuenta de cosas que antes no hacía y ahora si.

Antes no respondía si alguien le hablaba mal, ahora definitivamente no iba a callarse.

Es decir, Seokjin era decente, pero no pendejo.

Antes no pensaba muy bien las cosas, ahora tenía una explicación para casi todo. Eso le había traído muchas ventajas, aunque él siempre fue un estudiante exonerado, casi siempre fue cuestión de suerte y sólo prestar un poco de atención.

Antes no se hubiese hecho novio de un hombre.

En realidad, no le hubiese gustado un hombre.

Antes nunca hubiera pedido a gritos que le lamieran el culo.

Uh, bueno... muchas cosas habían cambiado en el año para Seokjin.

Aún había algo que lo tenía en incertidumbre, pero él no quería pensar en aquella cosa porque probablemente le diera problemas a todos los que a su al rededor estaban.

—Chicos yo tengo una cita, así que los dejaré por hoy. — anunció Jimin.

Raúl y Seokjin abrieron sus ojos, mirando con escalofríos como el rubio se arreglaba el cabello y enviaba un mensaje.

¿Jimin en una cita? Ésto sólo podía significar una cosa.

—¿A quién mataste?— indagó Raúl.—¡Te he dicho que matar es malo!— exageró.

Jimin rodó los ojos con una tierna sonrisa.

—Creo que estoy de acuerdo. Si no es una cita con el odontólogo, mataste a alguien.— concordó Seokjin.

—Ustedes van a tener que besarme los pies, voy a una cita con Min culo YoonGi.

—¿Qué?— dijeron al unísono Raúl y Seokjin.

—¿De qué me perdí?— indagó Seokjin.

Jimin rió, mirando su teléfono cuando vibró por un mensaje que le había llegado.

—Es algo de clases, Jinnie. No se preocupen, volveré sano y salvo.

—¡Hazte el difícil, amigo! No dejes que lo haga sin condón, ¡que no te embarace!

Raúl y Seokjin estallaron en risas, golpeando la cama o lanzando patadas al aire cuando comenzaron a llorar de risa.

—¿Qué es tan gracioso?— Jimin los miró mal.

No recibió una respuesta, sus amigos aún seguían riéndose. Jimin salió de la habitación, avisándole a su profesor de dibujo que ya estaba en camino a su departamento.

°°°

—Taemin...

—Sí, por favor... sí...

Hoseok embestía suavemente en Taemin, la acción podría parecer romántica si no fuera por la toxicidad que acompañaban sus mentes.

Porque sin Namjoon no era lo mismo, y mientras ellos tenían sexo, sentían que algo faltaba.

Hoseok sólo podía pensar en Namjoon mientras metía su sexo en Taemin.

Pero no eran pensamientos sexuales, él quería a Namjoon, él hacía falta ahí, tendría que usar otros métodos para seducirlo.

Namjoon era de ellos.

Por eso Hoseok había asistido a esa asquerosa Academia.

Cuando Namjoon viajó hace dos años a Rusia con una amiga de su hermana, Hoseok casi se arranca los ojos cuando le dijo que conoció a un hermoso chico aspirante a bailarín de striptease en Moscú.

Lee Taemin.

Quién hubiese pensado que luego de conocerlo, Hoseok cayera profundamente enamorado.

Taemin.

—N-nam.

Hoseok lo sabía. Taemin estaba enamorado, y él nunca iba a molestarse con su amigo por confundirlo en el sexo.

Por eso Hoseok quería a Namjoon, también.

Taemin en su despecho no atinaba a estar cuerdo cuando se tocaban, casi siempre cerraba los ojos y terminaba gritando el nombre de Namjoon.

Él no se iba a molestar por eso.

Quería a Namjoon...

Quería que los quisiera.

—¡Ya me vengo!— gritó Taemin, masturbándose para terminar con un glorioso orgasmo.

Hoseok salió de él, mirando como se recuperaba.

—¿No acabaste?— le preguntó Taemin.

—No hace falta.

Por Taemin.

Él quería a Namjoon por Taemin, para verlo feliz.

¿Qué estaba mal en su cabeza?


Besos❤

—StarNightYJ

~Hold Me Strong~ {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora