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Seokjin ya estaba en el taxy camino a la Academia. Sus padres iban con él, querían llevarlo hasta su dormitorio y arreglar asuntos con el decano.

Porque si de algo podían presumir sus padres, es que nunca se quedaban sin hacer nada por él; por supuesto, él tampoco diría lo contrario.

El taxy paró en todo el portón de la Academia, Seokjin bajó con ayuda de su padre mientras su madre pagaba el taxy.

Él estaba bien, pero su parte íntima escocía un poco cuando se sentaba o levantaba de algún lugar.

Necesitaba saber que sucedía, Namjoon era en realidad quien lo iba a llevar la Academia, pero sus padres le habían dicho que lo querían llevar y de paso conocer a los chicos con los que andaba, y Seokjin no tuvo corazón para decirles que no.

Por supuesto, él se sentía como los adolescentes de 15 años a los que sus padres querían custodiar y observar a cada momento, pero sabía que era por una buena causa.

—Bien, tú guíanos.— ofreció su madre tomando el brazo de su esposo.

Seokjin suspiró y emprendió camino hasta los dormitorios. Observó el edificio y maldijo para sus adentros cuando recordó los 4 pisos que había que subir.

Sacó su teléfono y envió el mismo mensaje a Jimin y Namjoon.

«Estoy abajo, ven»

En tres minutos ambos chicos estuvieron ahí, acompañados de Raúl y André, que observaban cohibidos a los padres de Seokjin.

Porque ellos sabían cuán estrictos eran los coreanos, y que el primogénito de una familia coreana debía casarse y tener hijos con otra coreana para llevar el apellido de la familia, por lo que quizás estaban un poco traumados; con lo que no contaban, era que los padres de Seokjin lejos de ser estrictos, y a pesar de ya ser viejos, eran bastante actuales, y no le prohibirían a su hijo a amar como Dios manda.

Porque amor es amor.

—Jiminnie, Raúl y André, éstos son Kim Seokhan y Kim HaeSun, mis padres.— presentó.

Raúl y André se acercaron para estrechar las manos pero se detuvieron cuando ambos padres hicieron una acentuada reverencia.

Ambos latinos se miraron entre ellos y copiaron la reverencia, que al parecer, también estaban haciendo Jimin y Namjoon.

—Sé que ya se conocen, pero aún así...— Seokjin le hizo una seña a Namjoon llamándolo, el castaño se acercó a su lado, sonriendole como sólo él sabía hacer.— Papá, mamá, les presento a Kim Namjoon, mi pareja.— sonrió.

Raúl y André se volvieron a mirar entre ellos con urgencia, preparándose para lo peor. Ellos pensaban que Seokjin acababa salir del hospital y ya quería volver a entrar.

Pero lo que sucedió, fue que el castaño les sonrió a los ancianos y ellos le devolvieron la sonrisa.

—Espero que no le hagas daño a mi hijo, tengo primos sicarios.— dijo con una amabilidad genuina la mamá de Seokjin.

Todos, excepto Raúl y André rieron a carcajadas, pero ellos se traumaron, creyendo que la señora hablaba en serio.

De verdad, ¡ellos tenían miedo!

—Cuidaré de él, todos en realidad lo haremos.— señaló Namjoon.

Ambos padres sonrieron complacidos.— Iremos a hablar con el decano, Seokjin ya necesita algunas explicaciones.— dijo Seokhan.— Hijo.— dijo en coreano y susurrando.— Te enviaré un mensaje con la dirección de donde estamos, y por favor, cualquier cosa que ocurra, nos avisarás, y te avisaremos de cuando iniciarán las terapias.— ordenó.

Su madre se acercó a su oído.—Todo va a estar bien, eres un Kim, eres un chico extraordinario, te amamos.— besó su mejilla y se apartó.

—Fue bueno conocerlos al fin. Espero que con lo que sucedió, sean cuidadosos, estaremos por aquí si necesitan algo.— comentó Seokhan, HaeSun con una sonrisa se despidió y comenzó a caminar con su esposo hasta la oficina del decano, que previamente ya habían visitado para arreglar algunos asuntos con respecto a dos estudiantes en específico.

Seokjin volteó y de inmediato sintió una fuerte presión en su cuerpo y unos labios en los suyos.

Maldición.

Cuánto había extrañado esos labios y su portador.

Seokjin correspondió el abrazo con toda la fuerza que podía y besó a Namjoon con ahínco y sentimiento.

Seokjin se separó dificultosamente.— Necesito algunas explicaciones, lo sabes.

Namjoon asintió.

—Quítate, es mi turno.— dijo Jimin empujando a Namjoon para poder meter su cara en el hombro del pelinegro. Seokjin lo abrazó y posó su mano en el cabello rubio.

—También te extrañé, Jiminnie.

—¡Nosotros también queremos!— exigió Raúl, tomando a André de la mano para envolver con sus brazos a los que ya se abrazaban.

Valía la pena.

Él se había sentido inútil y débil, pero Seokjin no lo era. Nadie ni impediría que terminara con sus metas.

Él era Kim Seokjin, lo superaría.


¡Yo no voy a disculparme por nada!

Mentira, perdón por no haber actualizado (y eso que tengo varios listos)

Mañana temprano subiré el otro, que tendrá la explicación, así que no se lo pierdan❤

Felices vacaciones de semana santa!

Las amo💕


Besoosss❤

—StarNightYJ

~Hold Me Strong~ {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora