★Abrazame fuerte.
SeokJin es aceptado en una academia militar, debe tomar un vuelo desde Corea hasta Rusia, todo por el honor de su familia.
No es muy bien recibido por algunos de sus compañeros, éstos se la pasan burlándose de su persona.
Namjo...
La alarma sonaba en la habitación, Seokjin gruñó mientras tomaba su teléfono y la apagaba. ¿Qué hora era? ¿cuánto había dormido?
Vio la hora en su teléfono, 6:00 am.
Rayos, él prácticamente se murió ayer y renació hoy.
Seokjin miró la cama de Namjoon, él estaba ahí, durmiendo aún. Seokjin se levantó pesadamente y caminó hasta llegar al castaño.
—Hey, Namjoon. Vamos, despierta.
Namjoon gimió algo inteligible y abrió los ojos. Su mirada recorrió de arriba a abajo a Seokjin, el pelinegro sintió el frío de la mañana recorrerle el cuerpo.
Mierda.
Mil veces mierda.
Seokjin había olvidado de cubrirse, ahora todas sus... partes íntimas, estaban al descubierto. Seokjin se irguió y caminó hasta su closet, sintiendo como sus orejas quemaban.
Tomó una toalla y la enrolló en su cintura, cuando se volteó, Namjoon lo miraba con una sonrisa socarrona.
—Tienes un bonito trasero — concedió Namjoon.
Seokjin frunció los labios— Gracias.— contestó antes de tomar sus cosas y correr hasta los baños.
El día ya había comenzado extraño para Seokjin.
°°°
El pelinegro caminaba acompañado de Jimin hasta las instalaciones de educación. Jimin tenía clases de dibujo con el profesor YoonGi, y Seokjin tenía clases de Geografía con el profesor Taehyung.
—¿Nos veremos a la salida?— preguntó Jimin. Seokjin asintió y se despidió del rubio con un amistoso apretón en el hombro. Caminó hasta su sala correspondiente y entró.
El salón estaba vacío, excepto por el profesor que ,Seokjin presumía, era Kim Taehyung.
—Buenos días profesor — saludó Seokjin mientras caminaba hasta los asientos.
El profesor Kim le sonrió —, Buenos días también...
—Seokjin, Kim Seokjin— aclaró.
El profesor Kim asintió y le volvió a sonreír. El profesor comenzó a revisar algo de un libro, Seokjin lo observó. El profesor tenía el cabello rubio, tenía hombros finos, Seokjin pensaría, si lo viera de lejos, que era una chica.
Sus ojos eran grandes y cafés, al pelinegro le gustaron, tenía un cara muy bonita, sus pómulos cincelados y sus labios rojos.
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Mierda.
Seokjin podía entender por qué Jimin le había confesado que era el profesor más codiciado.
