Seokjin abría los ojos perezosamente por la alarma de su celular, como siempre, estiró el brazo para tomarlo, frunciendo su ceño y abriendo los ojos cuando lo que sintió fue muy diferente a lo que él creía y escuchó un jadeo.
—Oh, ¿de buen humor, novio?
Namjoon le sonreía perezosamente a Seokjin entras éste tomaba en su mano la hombría del castaño.
Seokjin se sonrojó y soltó rápidamente la media erección matutina de Namjoon. Seokjin soltó una risita genuina y ronca cuando escuchó como lo había llamado el castaño.
—Buenos días, novio.— sonrió Seokjin, todo lo pasado anoche llegando a su mente.
Seokjin dejó un casto beso en los labios de Namjoon y se levantó para tomar su teléfono y apagar la alarma que aún era persistente.
Seokjin se estiró perezosamente y bostezó, sintiendo un frío conocido en el cuerpo.
Namjoon silbó,— Si quieres que lo de anoche se repita y mejor, también quitate la camisa, guapo.— coqueteó.
Seokjin se rió mientras bajaba un poco su camisa para cubrir sus partes más vitales, se le había olvidado ponerse algo anoche, tampoco era que pudiera recordarlo, no teniendo a Namjoon encima suyo y... y lo demás que sucedió.
Seokjin se sentía pegajoso, la corrida de ambos aún estaba seca en su parte baja del estómago.
Llevó su mano hasta ahí para rascarse, levantando la camisa inconscientemente.
—Oh... tu lo pediste — musitó Namjoon. Se levantó de la cama y atrapó en un abrazo a Seokjin.
—¿Qué?— Seokjin rió.
Namjoon lo volteó, quedando la espalda del pelinegro en su pecho.
—¿Ya te dije lo hermoso que eres, Jinnie? ¿sabes cuánto tiempo he querido hacer esto cada vez que me despertabas?
—¿De que habl-...ah...— gimió Seokjin cuando el pelinegro empuñó su pene, besando su cuello, con la otra mano masajeando su escroto.
Demasiado bien, demasiado intenso.
Maldita sea. Sí.
Nadie había hecho algo así por Seokjin, Namjoon estaba siendo mucha de sus primeras veces.
Seokjin gimió, relajándose en el pecho de Namjoon.
Namjoon los guió hasta la cama del pelinegro, sentándose en el colchón, colocando a Seokjin encima suyo para continuar con su fantasía.
Los globos pomposos de Seokjin apretaron el miembro erecto y duro de Namjoon.
Ah, esa era, definitivamente, una nueva sensación.
Seokjin abrió las piernas, dándole más alcance al castaño a su intimidad.
—Ah... ya... ya casi... Joon.— jadeaba y gemía Seokjin, sintiendo su vientre tensarse. Las manos de Namjoon le estaban dando las mejores sensaciones en la vida. Seokjin se tensó, embistiendo en la mano del castaño, el movimiento y la presión estaban llevando al límite al castaño, también, que mantenía su erección lo más dentro posible de las nalgas del pelinegro.
Seokjin gruñó cuando se corrió en la mano de Namjoon, su esperma caliente cayendo hasta sus muslos. Siguió embistiendo en la mano de Namjoon, sintiendo el falo de éste en su raja, moviéndose más duramente.
Un momento después, Namjoon jadeó su orgasmo, apretando inconscientemente el pene medio erecto de Seokjin.
Seokjin gritó, tanto por la presión como de la sorpresa por sentir el líquido caliente del pelinegro en su trasero.
Carajo, ¿donde estaba la vergüenza de Seokjin?
Él aún quería restregarse en Namjoon. El fornido y caliente pecho del castaño encajaba perfectamente con el tamaño de los hombros de Seokjin, acunando de forma maravillosa y placentera al pelinegro.
Seokjin se rió. Sus pensamientos estaban volando un poco, ya quería mimos y caricias de Namjoon.
—¿Qué es tan gracioso?
Seokjin volteó parcialmente para mirar a Namjoon.
—Yo.
El pelinegro bajó para depositar un beso lento en los labios del castaño.
Y si de algo presumía Seokjin, es que sabía que podía besar jodidamente muy bien.
—Si tu no quieres que te tenga aquí todo el día, será mejor que te levantes, Jinnie. No soy de hierro, te lo dije.
Seokjin tomó su teléfono, alerta, entrando en desesperación al ver la hora.
¡Maldita sea! Tenía el primer periodo con Min YoonGi, y él no perdonaba a los que entraban tarde.
Seokjin cayó en cuenta, ¿Cuándo había caído él en la parte sumisa de la relación? Negó con la cabeza y tomó sus cosas para un baño bien necesitado.
—Voy tarde.— se exasperó Seokjin. Namjoon se levantó, tomando del cuello al pelinegro, viéndolo fijamente a los ojos.
Seokjin se sintió pequeño ante el escrutinio de Namjoon. El estado unidense sonrió, mostrando todos sus dientes.
Hermoso...
—Nos veremos en el comedor, ten una buena mañana, novio.
Seokjin sonrió bobamente y salió de la habitación.
¿Él se había preguntado porqué estaba en la parte sumisa de la relación? Bueno, ya no tenía dudas.
Namjoon llenaba todo su alrededor, ¿cómo había pasado?
Todo había iniciado por una leal defensa, lo que desató sentimientos de Seokjin al castaño, y como podía ver ahora, no eran tanto de agradecimiento.
Y eso lo había descubierto gracias a los celos. Mierda, Namjoon también lo había descubierto por los indisimulados celos de Seokjin.
Seokjin entró en la habitación de baño, encerrándose en los cubículos, se bañó con supremo cuidado y usando mucho de todo, queriendo oler bien el resto del día.
Uh, tenía novio.
Seokjin soltó una risa silenciosa.
¡Un novio, joder!
Quién lo hubiese pensando.
El serio y estudioso Seokjin. Con novio. Un hombre.
¡Y él siendo la parte sumisa!
Uhm...
¿Le gustaba?
Malditamente.
Chico del bus, espero verte de nuevo XD
Se les ama!❤
Cuidense niñas hermosas💞 Star se preocupa eh, es que soy bien paranoica.
Besoosss💕
—StarNightYJ
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~Hold Me Strong~ {NamJin}
Teen Fiction★Abrazame fuerte. SeokJin es aceptado en una academia militar, debe tomar un vuelo desde Corea hasta Rusia, todo por el honor de su familia. No es muy bien recibido por algunos de sus compañeros, éstos se la pasan burlándose de su persona. Namjo...