— CAPÍTULO 3: INSEGURIDAD —
Esa noche no pudo dormir.
"Katie y yo estamos saliendo"
Seguía escuchando la voz de Melissa dentro de su cabeza haciendo eco. ¿Por qué dijo eso? ¿Por qué no respondió nada al respecto? No estaban saliendo... No como ella quisiera. Disfrutó mucho de los besos de la rubia, besos que solo pudo haber fantaseado muchas veces encerrada en su departamento, besos que estaba completamente segura de que jamás sucederían en la vida, pero si ocurrieron de la forma más inesperada.
¿Qué haría cuando aquella imagen del beso llegara hasta la mirada friolenta de su madre? ¿Qué iba a hacer? La odiará más.
— ¡Elizabeth, abre la maldita puerta! — Aquel recuerdo dentro de la habitación de su antigua casa no podía enterrarse fácilmente. En posición fetal en una de las esquinas del cuarto, en el piso de madera húmedo, llorando. — ¡Más te vale que no lo vuelvas a hacer! ¿¡Escuchaste, niña!? ¡Eres una mujer, no una desubicada! —
"Desubicada" así su madre le había dicho muchas veces en la adolescencia, hasta que creció teniendo el suficiente valor para irse con su hermano mayor donde pudo estudiar la carrera que deseaba e, incluso, tuvo la oportunidad de obtener pequeños papeles en televisión.
Tenía el apoyo de sus hermanos desde que supieron que sentía atracción hacía las mujeres, en Dublín la mayoría de las personas eran de mente abierta, pero existía una pequeña cantidad de gente que defienden las costumbres antiguas... Una de esas personas era su madre, con su padre no había problema. Le daba igual lo que sus hijos hacían con sus vidas.
Al llegar al set las maquillistas se encontraron las ojeras de la irlandesa. Tuvieron que hacer un trabajo extra en ocultarlas del enfoque para las cámaras. Ella sabía que también se veía con una expresión de cansancio ante el insomnio, era mejor que no se lo dijeran de la forma más obvia.
Escuchó que alguien más se adentro al área, volteó por instinto pensando en la persona que no quería pensar. Alexandra es quien entró distraída con el teléfono en manos. No podía negar que, viendo las ojeras en la menor, podía ser su clon. Ese cabello poco ondulado, esos ojos, esa mirada... Era como si alguien hubiera sacado de una fotografía suya siendo adolescente a esa joven moscovita.
— ¿Estás bien? — Preguntó la adolescente recorriendo la silla hasta a ella.
¿Cómo se podía negar a ese rostro tierno haciendo un puchero? Ahora que lo veía, el puchero que hacia era similar a los pucheros de Melissa.
— Rayos... —Soltó desviando la mirada ante los pensamientos que se metían a su cabeza. No podía dejar de pensar en la rubia, todo le recordaba a ella. — Lo siento, yo... Sí, solo es un dolor de cabeza. — Mintió sonriendo un poco, levantó la mirada hacía el espejo observando los detalles del maquillaje y peinado.
— ¿Estás segura? — Katie asintió volviendo a verla cara a cara. — Es que tú me recuerdas a mi madre, por eso me preocupo. — Confesó la moscovita sonriéndole de la forma más adorable.
La irlandesa elevó una ceja un tanto desconcertada.
Sus piernas no querían hacer tanto esfuerzo ese día, le flaqueaban e incluso le daba calambres dolorosos. Agradecía que no le haya tocado moverse todo el día como en anteriores capítulos de la serie que la mantenían haciendo caminata una y otra vez para logra una toma perfecta. Mike lo entendía, le preocupaba el bienestar de los actores y eso le encantaba.
Le tocó ver la escena del desierto donde Cadmus se ocultaba. Brenda interpretaba de forma estupenda su papel y Alexandra no se quedaba atrás al interactuar con Melissa y Chyler.
ESTÁS LEYENDO
UNA NUEVA SERIE [MELTIE]
FanfictionSupergirl se renueva, los fans lo esperaron, esperaron ver a una Supergirl que se identificara con el público femenino, que ese personaje no estuviera a la sombra de un hombre... Se equivocaron. Todo fue de mal en peor. Los escritores pensaron e int...