CAPÍTULO 42

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— CAPÍTULO 42: INSEGURIDAD —

Era normal que en las pausas de grabación en el set Katie y Melissa se tomaran el tiempo para ellas. Sin pena alguna, ambas se besaban en sus sitios, platicaban abrazadas y reían como cualquier pareja.

Ahora estando comprometidas era más regular hacerlo durante las grabaciones. Nadie se quejaba, algunos civiles solían pasarse de listos colándose a los sets para grabarlas o fotografiarlas para ganar dinero.

Con el nuevo crossover con Batwoman era mucho los gritos de los fans lgbt que andaban al pendiente de las noticias.

Chyler intentaba unirse a ella para hablar de los decorativos de la boda junto a la madre de Melissa, sería sencilla, no sería en una iglesia donde podrían casarse a los ojos de dios, sería en el patio de la casa de la rubia. Una boda sencilla con un amplio espacio para los decorativos. Lo de la prensa aún se seguía dudando, algunos eran amarillistas anti-lgbt que sólo irían para arruinar la noticia al día siguiente.

Se debía poner cabeza en ello, investigar.

Melissa quizo que fuera lo antes posible, un día después de que las grabaciones de la temporada terminaran para poder tener unas cuantas semanas de luna de miel. Y las grabaciones estaban a punto de a cabar en cualquier momento.

Los nervios y la emoción se sentían en el aire, golpeando a cada rato a la rubia, pensando en el futuro junto a Katie. Su madre era la más emocionada, siempre al pendiente de sus hijas e hijos, siempre queriendo poner todo... No le podía negar nada, la última vez no dejó que tocara ni las decoraciones de las flores, pero ahora podía ver la emoción en sus ojos.

Katie era la indicada, la intuición de su madre de que sería para siempre era acertada.

Al tomar el descanso ambas se dirigieron al remolque de la rubia, apenas se escuchaba el ruido que se producía en el interior. Los gemidos de Katie eran bajos, algunos altos por los puntos más certeros en el interior.

Melissa se encontraba sentada en la silla frente al espejo, mientras que la azabache estaba dando sentones en los muslos por el dildo con arnes amarrado a la cintura de la rubia. Era una de esas fantasías sexuales de la rubia, el ver como sujetaba los pechos redondos de su futura esposa mientras la montaba virtuosamente. La silla hacía rechinidos cada que se dejaba caer sobre ella, padecían el riesgo de que se cayeran con ella o se quebrara ante la fuerza que ejercía la irlandesa sujetándose de los brazos de la misma silla y el como tomaba impulso para subir y bajar.

En un momento, Katie se sentó sobre el dildo acomodándose, dejando de saltar sobre ella.

— ¿Qué pasa? — Preguntó la rubia sin soltarle los pechos, le dio un par de besos al cuello expuesto de su pareja gimiendo al olfatearla. — ¿Por qué paras? — Siguió preguntando.

— Estoy sensible. — Respondió echando la cabeza hacia atras, dejándola reposar en uno de los hombros de la rubia.

— ¿Sensible?

Katie soltó una pequeña risa.

La rubia deslizó la mano derecha por el vientre de su pareja, la deslizó con lentitud sintiéndose las yemas de sus dedos recorrerle hasta la entrepierna. Se atrevió a explorar con dos dedos los labios inferiores notando la gran fuente de húmedad ahí abajo, el clítoris dilatado vibrando por atención.

— Nadie me ha puesto así de caliente en años. — Murmuró.

— ¿Nadie? — Repitivó en voz baja, una voz ronca que profanaba deseo. — Señorita McGrath, usted sólo debe de pensar en mí ahora que vamos a estar unidas. — Le dijo notándose muestras de celos en la voz. — ¿No soy suficiente?

UNA NUEVA SERIE [MELTIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora