UNA NUEVA SERIE [MELTIE]

CAPÍTULO 18 + SERIE 5

— CAPÍTULO 18: GUSTOS. —

Melissa despertó y, como todos los días, se levantaba de la cama con pereza para estirarse un poco. Al terminar su acción frunció el ceño, ella le daba la espalda a las ventanas, pero por lo que escuchó afuera algo cayó junto con el sonido de los arbustos.

Se dio la vuelta para revisar que había sido. Al fijarse por la ventana, revisó los arbustos que recorrían la pared desde afuera. No había nada raro, sin embargo, el sonido que había provocado le hizo pensar que el objeto era grande.

Se dirigió a la cocina viendo a la irlandesa sirviendo el desayuno, por la bolsa para llevar, no desayunaría con ella.

— ¿Tan temprano? — Se acercó abrazándola por la espalda, al mismo tiempo que depositaba un beso en el cuello. Sintió el escalofrío que causó en ella sonriendo con complicidad. —Llega tarde.

— No puedo, me toca una escena con Ada y al parecer es importante para la trama. Tendré que ver a tu doble todo el día, pensando que eres tú. — Dijo con tristeza. —Te extraño en el trabajo. - Confesó.

— El Lunes sin falta. — Katie se dio la vuelta, ambas no podían apartar los ojos de sus labios. — Yo también extraño pasar tiempo contigo en las grabaciones, aunque, desde que iniciamos pasas más tiempo en la playa con Ada.

— Va a ser tu suegra de alguna forma. — Bromeó plantándole un par de besos en los labios. —Hazme un favor y pasa tiempo con Alexandra... Ya sabes, creo que necesita otra figura de la familia para que... No se sienta excluida.

— ¿Excluida? ¿Ella? Katie, ayer nos dijo que... —Volteó hacía atrás viendo que la joven no se acercara. —... Que se estaba tocando. — Susurró. — Y arruinamos ese momento.

— Di que la niña no puede decir mentiras, Melissa. — Un beso más se asomó a la mejilla. — Te amo.

La rubia se despidió de ella con un beso, un beso que duró casi un minuto.

Mientras desayunaba sola en la mesa, Alexandra bajó ya cambiada con algo bastante simple; una blusa de tirantes con el emblema de Nirvana, unos pantalones holgados y converse. No era por nada, pero estaba segura de que era fan de Nirvana.

La recibió con sus mejillas infladas por la comida, saludó solo con la cabeza para proseguir con su acción. Al final la moscovita se sentó a su lado comiendo, extrañamente, como ella. Se metía grandes cantidades de comida a la boca, más el tocino para después pegar un trago al jugo de naranja.

No existía tantas diferencias después de todo.

— ¿A dónde quieres ir hoy? — Preguntó después tomarse el jugo por completo. —Podríamos hacer cosas juntas como ir al parque a jugar un poco con Oisin. — Opinó.

— Lo que tú quieras. — Se encogió de hombros la menor.

— ¿Lo que yo quiera, niña? ... — Sonrió burlona. —Bien, haremos lo que yo quiera, niña.

. . . . .

Melissa apenas podía seguir el ritmo de la moscovita y Oisin que iban delante suyo. Ella parecía no agotarse con las vueltas que daban por las diferentes cuadras. Terminaron en un parque dándole un par de vueltas siguiendo los distintos caminos de piedra que llevaban a diferentes sitios.

Se sentó en una banca descansando, sus piernas solían resistir mucho, pero ¿Tanto? ¡Esa niña tenía mucha resistencia en las piernas! Era eso, o había comido mucha azúcar antes de comenzar a trotar.

Alexandra volvió con el whippet sentándose a su lado sin ningún problema. Le extendió la botella de agua, la tomó para beber dejándola a la mitad.