UNA NUEVA SERIE [MELTIE]

CAPÍTULO 9

— CAPÍTULO 9: SUCESOS —

La mudanza fue perfecta.

Katie aceptó dormir con Melissa, pues en su casa no faltaba que se asomaran reporteros de New York Time con el mismo interés que todos ahí.

Sacar una exclusiva de las actrices recién casadas de un show que va volando en audiencia y sobre la adopción de la huérfana moscovita.

Una historia que a muchos le interesaba sacar jugo... Dinero.

La rubia trató de que todo se viera perfecto en su llegada. Nada sucio, todos los platos limpios, cajas de pizza en bolsas negras en el bote basura, los pisos limpios y rechinando. Claro que obtuvo ayuda de sus empleados de limpieza que regularmente iban. Er una casa grande con patio trasero amplio con una piscina, además de que tenía un frente decorado con flores más dos caminos que daban a la puerta principal y al garaje de los autos.

Ese domingo recibió el paquete escolar de la adolescente. 

Dos cajas grandes.

Las abrió en la sala. Una caja contenía dos pares de uniformes; un uniforme venía con blusa de manga larga abotonada junto faldas y, el otro, blusa blanca abotonada con listón negro y pantalones. Era lindo el uniforme. En la otra caja, venían libros, cada uno perteneciente a cada clase. El más grande era el de idiomas. Si no tuvo problemas con aprender el Inglés, mucho menos el Francés.

— ¿Esas son las cosas de Alexandra? —

Katie bajaba las escaleras con una elegante bata puesta, a pesar de que eran no más de las cuatro, ella ya había preferido ponerse su pijama para dormir para andar cómoda. Una blusa de tirantes color verdes, un pantalón holgado gris y unas pantuflas blancas para andar. Pensó que así ayudaría con los nervios de estar tan cerca de Melissa y los días que seguían.

— Sí. Lo bueno que tiene uniformes para cuatro días, aunque conociéndola creo que solo usará el uniforme de los pantalones. Debo admitir que es más cool. — Tanto la blusa como el pantalón eran ajustados. Melissa no divisó en la parte más profunda de la caja. Dos chalecos negros sin mangas se encontraban ahí. — De acuerdo, ese colegio sí tiene estilo. — Confesó.

La irlandesa se acercó para verificarlo. Era ropa de marca buena, la tela era hermosa. Se suponía que los zapatos eran de elección, no importaba si llevaba converse o, zapatos formales.

El timbre sonó llamando la atención de ambas. Melissa se acercó para abrir la puerta. La caseta de seguridad no dejarían pasar a un extraño, por lo que debían ser alguno de sus amigos. Y exacto. Chyler, Jeremy, Oddete y David se encontraban parados ahí fuera con una sonrisa... Excepto Chyler.

— ¿Qué hacen aquí...? ¡Uh, pastel! — Le arrebató el pastel de las manos de Jeremy solo para hacerse a un lado para dejarlos pasar.

— ¿Acaso no recuerdas que teníamos una noche de amigos para ver una película? —Preguntó la pelirroja aún cruzada de brazos en la entrada. — ¿O la vida de casada te está agobiando? —

— Aún no supera que no le hayas dicho. — Comentó el moreno.

— Y no creo que se me olvide por un tiempo. —

La rubia miró hacía atrás viendo a Katie, la irlandesa asintió sonriéndole.

— ¡Pasen! —

— Dejaré las cajas en la habitación de Alexandra. — Informó Katie ambas cajas como podía. — No me esperen. —

Para Katie era fácil socializar. No tenía problemas en encontrar amigos que le agradara tanto la lectura. Cada libro que regalaba era correspondido con una sonrisa, aunque otros solo leían con esfuerzo los libretos. Algunos actores con los que había trabajado le costaba leer tan solo una página y, después, quejarse de que no tienen imágenes que representes la visualización.