CAPÍTULO 35

4.1K 400 305
                                    

— CAPÍTULO 35: UNA NOCHE CONTIGO —

La mente se le nublaba a cada segundo, apenas podía escuchar con claridad la voz de Melanie llamándole desde la lejanía. No sentía sus piernas y su brazo derecho se encontraba destrozado, la sangre fluyéndole por su mentón provenía de su boca.

Ella no tenía la culpa en absoluto.

Sólo quería hacerlo, tenía muchas ganas de montarse en la moto y salir a dar un paseo mientras Katie y Melissa se encontraban dos días fuera por un llamado importante de dueño de CW, se había quedado con Melanie y... No era su culpa. Lo hizo sin pedir permiso, por primera vez rompió las reglas de alguien y salió mal. Tuvo una consecuencia debió pagar.

— ¡Alexandra! — La voz de Melanie se hizo más cercana. La vio frente a ella con un rostro sumamente espantado, horrorizado por lo que observaba. ¿Tan mal se veía? Sonrió un poco con dolor, un dolor punzante en su pecho. Más sangre salió de su boca casi siendo escupida, se ahogaba en ella. — ¡No, no! ¡Tranquila, sólo...! ¡No, es mi culpa! ¡Lo siento mucho!

— Ese... Árbol salió de la nada. — Formó la oración en voz baja y quejosa.

La motocicleta se encontraba a varios metros echando humo negro con la seguridad de que iba a explotar en cualquier momento, no había calculado la velocidad, se había encontrado en un campo abierto para después toparse con un árbol cuando el vehículo se alzó en el aire por una rampa, una colina pequeña que utilizó.

Sus ojos comenzaron a sentirse cansados, no quería cerrarlos, pero no había nada que se lo impidiese. Ya no escuchaba a Melanie, sólo un pequeño zumbido que se hacía más fuerte poco a poco.

Al final todo era oscuridad.

Lo primero que pensó era que se re-encontraría con su madre, que la vería de nuevo y la abrazaría con todas sus fuerzas para no volverla a abandonar a pesar de que le regañe o le golpeé, lo segundo era que no sentiría nada más, estaría muerta y ya. Sin embargo, ahí quedó.

No veía nada, se encontraba en oscuridad total, lo extraño, era que sentía un dolor insoportable en su cuello. Tenía entendido que pudo haberselo roto y por ello le dolía, lo más extraño, el dolor que sentía era como si le estuvieran clavando cuchillas con mucho filo quemando su piel, abriéndose paso sin poder dejar de sentir angustia.

Tenía muchas ganas de gritar, no podía. La visión no la poseía. Era como un alma en pena condenada a no tener consciencia de ella misma en aspecto físico.

Abrió los ojos de golpe, su visión se fue aclarando abandonando lo nebuloso. Lo primero que vio fue el techo de madera, sí, la cabaña familiar en la que se encontraba con Melanie. Tuvo miedo de mover un solo músculo de su cuerpo, teniendo en mente que no podría volver a caminar o tener un brazo con el cuál hacer cosas distintas al otro, lo sorprendente es que ya el dolor se había desvanecido.

Se sentía como... Si no hubiera ocurrido nada.

Su brazo, ladeó la cabeza hacía su brazo levantándolo, sus dedos se movían bien y no notaba ningún tipo de corte. Movió los dedos de sus pies sintiéndolos. Se sentó en la cama con cuidado observando la habitación, era la habitación de su novia.

— ¿Te sientes bien? — Melanie entró a la habitación rápidamente sonando preocupada, pero no fue directo hacía a ella, si no, a la ventana para recorrer la cortina para no darle paso a la luz. — Me diste un buen susto. — Se sentó en el borde tomándole de las manos. — El médico te revisó... Sólo necesitas un poco de sangre. — Le comentó viéndose intranquila, Alexandra notó un pequeño tubo en su muñeca izquierda.

— Me sorprende que me encuentre bien. — Habló con una sonrisa. — Lamento lo de tu motocicleta, no debí tomarla sin tu autorización.

— ¡No me importa la motocicleta! — Aclaró casi al borde del llanto. — Me importas tú, no quiero que te... Pase nada malo. — La tomó de las mejillas con ambas manos. — Tú eres mi principal preocupación, ¿De acuerdo? No me interesa nadie más, sólo tú.

UNA NUEVA SERIE [MELTIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora