CAPÍTULO 37

3.7K 390 184
                                    

— CAPÍTULO 37: INTERRUPCIONES —

Era su culpa.

Era la causante y no podía hacer nada al respecto.

Debió decirle que no desde un principio, pero algo en su interior le detenía dejándola muda al momento.

— Shh... No nos van a escuchar. — Susurró la adolescente con una mirada pérdida en el deseo carnal, Melanie no podía decir nada, la mano de la menor se encontraba tapándole la boca. — Desde esta tarde te he tenido ganas, estoy demasiado excitada. — La mano de Alexandra ya se encontraba bajo la tela de la braga con dos de sus dedos en el interior de la mayor. El rostro de la francesa se relajaba y sus ojos se cerraban dejándose llevar por las embestidas de los dedos, no podía ocultar lo mojada que se había puesto por las cosas que decía su pareja. — Quiero tocarte ¿No quieres tocarme? — Melanie asintió varias veces abriendo los ojos ya empañados.

Melanie no se podía negar a lo que Alexandra le pidiera, la quería con ella, no quería darle algún tipo de rechazo para alejarla, pero le preocupaba el hecho de que se encontraba en casa de quien sería su suegra en el futuro, a parte la audición de Katie podía estar demasiado desarrollada como para darse cuenta de lo que estaba pasando en esa habitación de invitados.

Gimió una vez más sobre la palma de la menor al sentir una embestida fuerte que la obligó a removerse.

Alexandra removió su mano admirando con más detalle el rostro de la francesa, el cómo rápidamente se había excitado con tan sólo introducirle dos de sus dedos y cómo la miraba con deseo algo que le decía que perdería el control en cualquier momento.

Sacó su mano de la ropa interior con sus dedos empapados de los fluidos de su pareja, se arrodilló en la cama dejándole ver en medio de la oscuridad a una Alexandra completamente desnuda, sin ninguna prenda que le cubriese sus partes más privadas. La moscovita apretó la tela de la bata que llevaba puesta la mayor, arrugándola con su puño para después intentar arrancarsela, algo que Melanie notó de inmediato eran esos ojos rojos brillantes que poseía la adolescente.

— ¡No puede ser! — Se movió rápidamente causando que arrancara parte de la bata al querer alejarse.

— ¿Qué pasa, mi amor? — Preguntó la adolescente relamiéndose los labios. — ¿No me deseas como yo a ti? Estoy segura de que... De que me deseas igual, quieres hacerme tuya.

— Claro que quiero, pero no así. Sé que te marqué como mi pareja, pero aún no estas lista para que... — No terminó la frase para cuando Alexandra se le echó encima de nuevo con los labios sobre los suyos. — ... ¡Basta! — Con todas la fuerza de voluntad que poseía intentó alejarla. Un vampiro iniciado durante la luna era demasiado fuerte que un vampiro experimentado. Sabía que si no respondía al llamado de la marca de pareja Alexandra podría incluso violarla. — ¡Basta, Alex! ¡No eres tú!

— ¡Claro que soy yo! — Le dijo comenzando a babear, además de que la voz era un tanto más gruesa. — ¡Tú eres mi pareja! — La marca en el cuello se hizo presente, se hinchaba de forma irregular.

No podía quítarsela de encima, iba a darse por vencida al no tener más fuerza, al no querer lastimarla en aquel estado. Cerró los ojos cediendo a la fuerza de la menor, pero después no sintió el cuerpo sobre ella más. Al abrir los ojos se encontraba en el suelo con Katie sujetándola del cuello con uno de los brazos, la adolescente se puso a patalear queriendo que le soltara.

— Shh... Tranquila, pequeña, tranquila. — Le susurraba sin soltarle,  la moscovita pareció escucharla. — Aquí estoy, sólo tienes que dormir. — Siguió hablándole mientras la francesa se sentaba en el suelo observando lo que Katie hacia para calmarla. La estaba durmiendo utilizando la voz maternal de su especie. — Duerme, pequeña.

UNA NUEVA SERIE [MELTIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora