UNA NUEVA SERIE [MELTIE]

CAPÍTULO 32

— CAPÍTULO 32: CENA —

Para las cinco de la tarde todo el mundo había perdido la cabeza. Los noticieros de casi todas las cadenas de Canadá e incluso algunas de Estados Unidos comenzaron a llamar a sus representantes a la vez saturando los teléfonos.

Pero a ellas no les importaba más que su felicidad, estar cerca de la una a la otra sin necesidad de pensar en nadie más a su alrededor.

Con una sonrisa marcando sus labios, Melissa le dio un beso en la nuca causando que la irlandesa temblara entre sus brazos.

Las gotas cálidas cayendo sobre sus cuerpos en la ducha lo hacian un momento realmente intimo para ambas, un momento a solas para abrazarse y besarse.

Katie se volteó lentamente para abrazarla de frente y esconder su rostro en el cuello de la rubia. Sentía el peso del anillo de compromiso en su dedo lo cual la hacia sentir feliz, amada y por fin sentía que podía tener su propia familia... De verdad. Las manos de la irlandesa pasaron de los fornidos glúteos de la rubia hasta deslizar sus manos de forma delicada hasta la media espalda.

— No quiero despertar de este hermoso sueño. — Murmuró Melissa abrazando con más fuerza a Katie. — Es tan... Hermoso.

— Ni yo. — Confesó.

— Realmente quiero tener una familia contigo. — Se separó un poco viéndola con unos ojos realmente emocionados, brillantes y soñadores. — Sé que hemos estado así mucho tiempo por lo de la noticia falsa, pero realmente quiero tener una familia contigo. Podríamos adoptar a Alexandra de verdad y tener... Ah, tener... — Katie elevó una ceja esperando a que terminara, sin embargo, Melissa se sentía nerviosa, tanto que le desviaba la mirada.

— Tener... ¿Más hijos?

— Ah, perdón, es sólo que... Tú eres mayor que yo, no sé...

— Ya sé por donde vas, no te preocupes. — Volvió a acomodarse abrazando a la rubia. — Realmente en mis planes no iban incluidos los hijos, pero con Alexandra lo maternal salió a la luz por completo y ella está creciendo.

— Sí, tiene dieciseis, pero a veces se comporta como una mujer de nuestra edad. — Comentó. — Toma sus propias decisiones y sabe lo que hace, pero aún así, no deja de ser una niña por lo de su edad. Ya sabes, aún tenemos derecho sobre ella siendo sus "tutoras legales" o, en este caso, sus "madres".

— Entonces... ¿La adoptaremos?

— ¡Por supuesto! — La tomó de las mejillas sonriéndole. — Ya me acostumbré a ustedes, las quiero cerca de mí. — Confesó. — Aún así deba soportar a esa mujer millonaria... ¡Le veo malas intenciones, claramente! Hubiera preferido a "Miren mi hermoso cabello Frederic" que a esta.

— Melissa...

— ¿Qué? Es cierto.

Cuando salieron por su ropa vieron que Alexandra no se encontraba en la habitación, era más que obvio, era su turno de tomar la ducha, pero había escapado, no por lo de la ducha, si no, por el vestido que había elegido para ella para cuando salieran a cenar.

Katie pensaba severamente en darle una charla sobre ello, era buena niña, sólo que decía que los vestidos no eran lo suyo.

— Deberías comprarle un smokin'. Ya sabes, iremos a un restaurante lujoso. — Avisó con una sonrisa coqueta.

. . . . .

— ¡Alexandra! — Era la tercera vez que Katie gritaba, no podía quitarle la colcha de encima, estaba muy enredada sobre la cama. — ¡Ponte el vestido! — Siguió gritando jalando la colcha. Al final dejó salir un suspiro colocando las manos a los lados de su cintura. — Bien, te pondrás el smokin' que te compró Melissa.