UNA NUEVA SERIE [MELTIE]

CAPÍTULO 6

— CAPÍTULO 6: ÁNGEL —

No era nada bueno. ¡Nada bueno!
La presión que sostenía Katie era demasiada.

Esa mañana había ido a con Melissa para ir a ver lo que pasó de la televisora. Sin embargo, tan solo llegar a la casa de la rubia, los fans se abalanzaron sobre su auto con carteles en manos. Rodeaban casi toda la cuadra y, apenas los oficiales se podía acercar para ayudarla a adentrarse a la casa.

Ir a la televisora fue lo más fácil. El ejecutivo las dejó pasar puesto que su noticia causó revuelo, además de subir la vistas de los televidentes. Llegaron al último piso donde se encontrarían con el dueño. Estar en aquella oficina le desesperaba, cada segundo contaba, pues la noticia se corría cada vez más.

La rubia en cambio permanecía tranquila. En el escritorio se encontraba un bol lleno de fresas. El color rojo daba a entender lo maduras que se encontrabas, además de deliciosas para la vista. Extendió la mano tomando una. Al llevarla a la boca se sintió placentero, un gemido salió de sus labios por el dulce sabor que albergaba su boca.

— Buenos días. Mi nombre es Richard Bradley, un placer tener a ambas en mi oficina. — Dijo el hombre sonriéndoles. Se sentó detrás del escritorio tomando una fresa del bol. La rubia escondió de su vista el pequeño palito que quedó de la fresa. — ¿Qué las trae por aquí? —

— Venimos por un asunto importante. — Comenzó Katie con su regular acento formal ante todo. — La noticia de nosotras sobre ayer... No creo fuera muy adecuada que la subieran. —

— ¿Por qué no? Esta televisora se trata de espectáculos. Ustedes son parte del espectáculo. Son actrices. —

— Lo sabemos, pero es que no entiende. — Tomó la muñeca izquierda de la rubia, la levantó a la altura que se podía ver un par de fresas en la mano. — ¡Melissa! —

— ¡Están buenas! — Se excusó.

— No tenemos anillos de boda. Esos documentos son falsos. — Dijo mirándolo fijamente. El hombre se inclinó hacía adelante dejando las manos sobre el escritorio. Le había llamado la atención. — Las fotografías sí son verdaderas, pero los documentos no. Melissa y yo solo salimos no hay nada más. — Confesó.

— ¿Están seguras de lo que dicen? Digo, esto podría arruinar a mi empresa. — Habló bastante nervioso. — Una noticia falsa. ¿Se lo imaginan? No tendremos más credibilidad con el público. —

— Necesitamos saber quién entregó esos documentos y las fotografías. — Demandó la irlandesa, la rubia asintió estando de acuerdo con ella.

El hombre abrió uno de los cajones sacando una carpeta transparente. "Matrimonio/Adopción" decía con plumón. Abrió la carpeta sacando los documentos que le habían entregado. Katie tomó el acta de matrimonio verificando que ahí mismo se encontraba su firma. Le enseñó el documento a Melissa y ella, metiéndose una fresa más a la boca, asintió varias veces afirmando que era su firma original.

— Un hombre se acercó a uno de nuestros conductores, pero no le vieron bien la cara. — Explicó él. — No sabemos quien. Dijo que los documentos y las fotografías eran reales y... Pidió una suma grande de dinero a cambio de ellos. — Se lamentó por completo pasando una de sus manos por el cabello.

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Investigar el asunto era prioridad. Para Katie existían ciertas complicaciones, una de ellas, Melissa Marie Benoist. Sí, ella. No parecía molestarle el asunto de la mentira acerca de su "boda" y la adopción. ¿Por qué? La manera tan relajada en la que se encontraba ahora la ponía nerviosa, juro no tenía nada que ver, pero sospechaba de ello.