UNA NUEVA SERIE [MELTIE]

CAPÍTULO 26

— CAPÍTULO 26: VISITA INESPERADA —

Cuando regresaron de viaje, los chicos se encontraban más que animados para las siguientes grabaciones. Y también por el acercamiento de Comic Con en tres meses. En el evento se presentarían algunas ideas para seguir con la siguiente temporada.

Katie había obtenido las cintas del campo de batalla que tuvieron en Gales, incluso la escena donde Bradley se rendía por completo logrando una escena emotiva entre todos los presentes.

Era obvio que sería un recuerdo especial más para añadir a su vida.

Los últimos días en Gales Melissa se había comportado de forma extraña, casi no la vio durante las tardes pues se había perdido junto con Grant quien sabe donde. Sí, era de esperarse que no todo el tiempo tendría la atención de la rubia sobre ella. Hizo un gran esfuerzo junto con Odette y Chyler para darle esas semanas una sonrisa y un gran momento.

Y estaba más que agradecida por esos detalles tan hermosos.

Guardó la cinta de vídeo, apodada por quienes grabaron los ángulos : "El Reencuentro del Rey Arturo." Estaba sospechando de que sacarían la cinta por internet para ganar dinero, se veía en los rostros del personal cuando les entregaron las cintas a cada uno, pero no le importaba.

Había pasado las mejores vacaciones en familia que nunca imaginó, que nunca pensó que ocurrirían en su existencia.

Habían llegado cansados por el viaje por lo que todos comieron comida rápida en un restaurante fuera el aeropuerto para después irse a casa a dormir.

Katie fue la primera en levantarse. Pensar que Oísin no estaría con ella unos meses le desesperaba. Pasó a cargo de su hermano mayor Rory, él disfrutaba mucho la compañía de su perro puesto que viajaba solo todo el tiempo. No se le hacia nada raro que se pusiera a platicar con su pequeño pez dorado de mascota cuando la venía a ver, era la costumbre.

Mientras hacia el desayuno medio dormida tocaron a su puerta. Bajó la flama para ver quien sería.

— ¡Oh, por dios, señora Benoist! No debía tocar la puerta, sólo debía pasar. — La mujer le dedicó una sonrisa amable pasando cuando Katie se lo permitió moviéndose un poco. La irlandesa notó que traía un par de regalos envueltos en las manos. — Digo, eh... Bienvenida a su casa...

— No te esfuerces tanto, cariño. — Habló ella provocando en Katie un poco de confianza y relajación. — Lamento llegar así de la nada, es sólo que me encontraba cerca y quería ver como iba mi hija siendo responsable de una esposa y una hija. — Confesó. — Llámame Julie, somos familia después de todo.

— Umh... Sí, claro. — Sonrió nerviosa ante la presencia de la madre de la rubia. — ¡El desayuno!

Katie se tiró a perder hacía la cocina para asegurarse de que los huevos y el tocino no estuvieran quemándose.

La mujer soltó un suspiro melancólico por estar pisando de nuevo la casa que alguna vez fue suya. Se acercó a la sala viendo que algunas cosas habían cambiado como la televisión y el sofá, ahora era acolchado y no de cuero color café.

Ella esperaba un poco de desastre conociendo a su hija, tal vez unos platos de comida rápida en el suelo echados a perder, la piscina de un color verde por la suciedad... Las paredes descuidadas, pero no. Todo se veía bien y tranquilo para su gusto.

Alexandra se despertó olfateando tal cual can el aroma del tocino. Se encaminó a las escaleras encontrándose con Melissa escondida viendo hacía la sala. Rápidamente le hizo una seña de que se detuviera y se agachara imitándola para ver también.