—Hijo... Despierta.
JungKook abrió los ojos lentamente al sentir una pequeña sacudida en su hombro. Levantó suavemente su cabeza, la cual estaba recostada sobre la ventana del auto.
— ¿Ya llegamos?— JungKook frotó sus ojos, mientras se acomodaba en el asiento.
—Así es— dijo el señor Jeon Bae —Hemos llegado veinte minutos antes, como quedamos.
—Genial— JungKook susurro. Abrió la puerta del auto, tomó su mochila y se apresuró a salir, pero antes de que pudiera cerrarla, su padre lo detuvo.
—Espera hijo... Yo...Solo— Bae liberó un suspiro —Por favor trata de llevarte bien con los hijos de Kim Sook y de compórtate en la escuela.
El castaño frunció el ceño. El comentario de su padre no tenía por qué haberle molestado, ya que él siempre fue un buen alumno. Nunca les dio a sus padres un motivo para que desconfiaran de su capacidad, al contrario, cuando JungKook estudiaba en la universidad de Busan, siempre sacaba buenas calificaciones, era de los más destacados y de los preferidos de los profesores, e incluso había logrado obtener una beca por todo lo anterior.
Pero ahora todo cambiaba. Estaba por entrar a la universidad de Konkuk en Seúl, la cual era de las escuelas más privilegiadas de Corea y por lo tanto tenía que dar todo de él, para lograr ser el mejor. Lo cual le preocupaba, pues tenía que iniciar desde cero. Además, la manera en la que había logrado ingresar a esa universidad, no lo hacía sentirse orgulloso.
JungKook suspiró y sonrió cínicamente —Tranquilo papá, les pediré disculpas a los hijos de la señora Kim y tratare de no ser como ustedes... Yo no voy a decepcionarlos— su voz salió demasiado débil. La mirada del señor Jeon se oscureció y antes de que pudiera decir algo, JungKook se apresuró a cerrar la puerta con un fuerte golpe.
El señor Jeon gritó el nombre de su hijo, en un intento por detenerlo, pero el menor caminó rápidamente alejándose de él. Bae bajo de su auto y volvió a gritar su nombre, pero en esta ocasión JungKook corrió y se perdió detrás de un árbol, miró la hora en su reloj, no tenía tiempo para jugar a las escondidillas con su hijo. Él tenía que llegar temprano a su primer día de trabajo. Sin pensarlo más subió a su auto y se fue.
JungKook salió de su escondite cuando escucho el motor del auto alejarse, camino lentamente hacia la entrada de la universidad. Sus pasos se detuvieron cuando vio la fachada.
¡Dios!
Lo que JungKook veía no podía ser una universidad, tenía que ser un palacio. Para iniciar el inmueble era enorme, sus paredes eran de concreto puro, la entrada contaba con una gran puerta de madera y toda su fachada estaba llena de grandes ventanas que reflejaban el cielo azul. Parecía un palacio de época.
—Cierra la boca que te puede entrar una mosca.
JungKook salió de su trance y volteo a ver a la dueña de esa voz. El castaño trato de no sonreír como un idiota. Kim Suni era sin duda la chica más hermosa que había visto en su vida, sus rasgos eran muy finos, lo cual le daban un aire de ternura, su cabello rubio ondulado era lo que más le gustaba y sus ojos pequeños la hacían ver inocente.
—Hola Suni— sonrió amablemente, tratando de disimular sus nervios.
—Hola otra vez Jeon, me da gusto ver que si te animaste a asistir a esta universidad.
—Bueno... No es como si tuviera otra opción.
La más baja sonrió —Te ves bastante impresionado— intento cambiar de tema.
—Bueno... Este lugar es increíble— señaló con sus manos.
—Lo es— liberó risita —Ayer que te mostramos la foto de la universidad no parecías muy impresionado.
—Ayer, no fue uno de mis mejores días, ¿sabes?— rascó nervioso su nuca —Bueno, obviamente lo sabes, tú estuviste presente en esa horrenda cena.
Suni sonrió apenada —Mejor no hablemos de eso Jeon. ¿Te parece si te llevo a conocer la escuela como quedamos?
JungKook asintió y ambos comenzaron a caminar por todo el lugar. Suni le mostró los jardines, las canchas, los sanitarios, la cafetería, la biblioteca, la zona de casilleros en donde le dijo cuál sería el suyo y por último las aulas. JungKook se quedó impresionado, al ver que esa universidad estaba a otro nivel.
—Este es tu salón— ambos se detuvieron frente a una puerta negra de metal, que estaba entreabierta y que tenía el número 45 grabado en plata.
—Gracias por el recorrido.
—No hay de que... — comenzó a jugar con un mechón de su cabello —Bueno... Te dejo, espero que te vaya bien en tu primer día de clases.
—Gracias, igualmente— Suni estaba por irse pero JungKook la detuvo —Espera yo... Quería disculparme por mi actitud de ayer, me comporte muy grosero contigo y tu familia.
La rubia sonrió enternecida y a la vez aliviada, como si hubiera estado esperando su disculpa en todo ese tiempo. —Está bien Jeon, créeme que te entendemos y también quiero que sepas que cuentas con nuestro apoyo para todo.
—Gracias— JungKook quería decir más, pero los nervios no se lo permitieron.
— ¿Te gustaría pasar el descanso conmigo?
El corazón del castaño brinco, Suni lo estaba invitando a pasar tiempo con ella y no podía negarse. Sería un completo idiota si lo hiciera.
— ¡Claro!— JungKook se golpeó mentalmente, al darse cuenta que se había escuchado emocionado.
—Bien, vengo por ti a la hora del descanso, ¿de acuerdo?
El más alto sonrió y asintió al mismo tiempo. Suni le regreso el gesto y se despidió con su mano, mientras desaparecía por el largo pasillo.
El castaño suspiro, le hubiera gustado conocerla en otras circunstancias.
Tal vez, solo tal vez, hubiera podido tener una oportunidad con ella.
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MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)
FanfictionHistoria #1 Jeon JungKook vivió momentos inolvidables en la secundaría, pero hubo uno en específico, que marcó su vida por completo. Ahora como universitario, se ve obligado a viajar junto con su familia a otra ciudad, para continuar con sus estudi...