MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)

Capítulo 18

JungKook agacho su cabeza en cuanto la puerta se cerró. Se sentía muy avergonzado con el pelinegro, pues lo había tratado mal el día anterior, agregándole el extraño sueño que había tenido. ¿Qué pensaría Jimin si supiera?

—Kookie, tu abuela me dijo que quería hablar conmigo a solas... Supongo que es por lo de ayer, así que necesito que me digas que es lo que quieres que le explique, para que coincida con tu versión... Créeme que lo que menos quiero es meterte en problemas.

El castaño sintió una pizca de culpa. ¿Por qué Jimin seguía siendo lindo con él, después de todo?

—No te preocupes... No hay nada que inventar— JungKook cerró fuertemente sus ojos —Ayer le dije toda la verdad, sin nada de mentiras.

Jimin abrió sus ojos sorprendido, sus hombros perdieron algo de tensión.

—Kookie mírame a los ojos... Por favor.

El castaño inhalo y exhalo, en un intento fallido por tranquilizarse. Sintió como Jimin se acercaba lentamente a él y luego como su cama se sumía, ante el peso del pelinegro.

Se estaba comportando como una niñita asustada y eso lo estaba desconcertando, él nunca se había sentido tan vulnerable ante nada. Pero frente a Jimin no podía evitar sentirse así, al parecer solo con el pelinegro podía retirar esa máscara de fortaleza que siempre traía.

La mano del más bajo comenzó a acariciarle su cabello, peinando los mechones y jugando con ellos. JungKook sabía lo que Jimin intentaba hacer y transmitir con ese gesto. Lo quería tranquilizar y decirle que todo estaba bien, que no estaba molesto.

—Perdón por haberte corrido... Fue muy grosero de mi parte— Jimin seguía acariciando su cabello —Yo sé que me entiendes... Entre en pánico cuando mi abuela dijo que nos había escuchado.

—Está bien, no estoy enojado— la mano del pelinegro bajó por el rostro de JungKook —Solo quiero saber que es toda esa verdad que le dijiste a tu abuela— sus dedos se posaron bajo la barbilla del castaño y suavemente levanto su rostro. Sus miradas se conectaron.

—To-todo Jimin... Le dije que te conocí en la secundaria, también que te hice daño, le hable de nuestro reencuentro en la universidad, de tus pequeñas venganzas y de cómo sucedió el accidente. — la mirada de JungKook reflejaba miedo.

Jimin sonrió suavemente —Vaya, eso sí me sorprende— con sus dedos comenzó a acariciar la mejilla del castaño —Está bien, no te preocupes. Estoy dispuesto a afrontar todo lo que sea necesario, solo de verdad espero que tu abuela y tus padres no me alejen de ti.

JungKook tragó aire. Su corazón acelerándose.

—Solo mi abuela lo sabe... Le pedí que no le dijera nada a mis padres y ella aceptó guardar nuestro secreto— sonrió apenado —Y puedes estar tranquilo, dudo mucho que te regañe, ella se puso de tu lado, dijo que tus actos estaban justificados... Pero que los míos no.

Jimin liberó una risita.

—No hagas pucheros Kookie, te vez muy adorable.

El más alto se congeló. ¿De verdad estaba haciendo pucheros? ¿En qué momento?

El pelinegro comenzó a reír divertido, contagiando a JungKook.

Jimin rompió la distancia entre ellos y beso delicadamente los labios del castaño. JungKook se sorprendió, pero al final cerró sus ojos y poso su mano sobre la contraria, que se encontraba acunando su rostro.

La imagen de Suni apareció en la mente del castaño y de inmediato se alejó.

—Jimin, no podemos hacer esto— retiró suavemente la mano contraria de su rostro —No podemos hacerle esto a Suni, no es justo para ella, no es justo para ti, no es justo para nosotros.