La mano de Jimin se sentía cálida, brindándole el soporte que necesitaba. Aún le dolía recordar a su abuela, en ocasiones sentía que todo lo ocurrido meses atrás había sido una pesadilla. Pero no. La ausencia de Hye cada día era más notoria, y saber ella ya no regresaría, quemaba su interior.
Muchas veces se sintió solo, sin nadie que lo comprendiera. Pero Jimin siempre estuvo para él en esos momentos, lo consolaba, lo animaba e incluso lo visitaba todos los días, a pesar de que se la pasaban todo el tiempo juntos en la universidad. Fue su ancla.
JungKook abrió lentamente los ojos, no quería ser consciente de lo que tenía enfrente. Deseaba volver a ver el hermoso rostro de su abuela, sus ojos, su cabello platinado y su hermosa sonrisa, en su lugar vio la lápida de mármol con los datos de Hye marcados con letras doradas.
Sintió un nudo en la garganta.
–Hola... Espero que te encuentres bien– tragó en seco –Yo poco a poco he logrado sentirme tranquilo y mejor gracias al apoyo de mis padres, de mis amigos y de Jimin– apretó el agarre en la mano de su novio –Te extraño tanto... Desearía que estuvieras aquí físicamente, para poderte abrazar y agradecer una vez más por todo el apoyo y amor que me diste, cuando más lo necesitaba– una lágrima resbaló por su mejilla – Sé que desde el cielo nos cuidas y nos vigilias para que no cometamos ningún error– liberó una risita –Yo sé que cualquier decisión que tome, tú me vas a apoyar. Por eso estamos aquí, queremos despedirnos temporalmente, porque nos vamos a Busan a continuar con nuestros estudios. Te prometo que cuando regrese a Seúl, tú serás a la primera que visite.
El viento sopló suavemente alborotando sus cabellos, como una suave caricia.
–Te amo abuela y una vez más te agradezco por todo, y por favor en donde quiera que estés, deseo que seas muy feliz, también que descanses y si tienes la oportunidad de viajar por todo el mundo, hazlo– sorbió por su nariz –Gracias abuela, de verdad muchas gracias. Te amo.
JungKook se terminó de acercar a la lápida, se agachó para cambiarle las flores y dejarle las nuevas que le habían llevado.
–Señora Hye... Yo le prometí que cuidaría de JungKook y que lo haría muy feliz– sonrió –Y se lo voy a cumplir, porque no solo quiero a su nieto como mi novio– JungKook levantó la mirada, viendo a Jimin a los ojos –Me gustaría mucho formar una familia con él.
JungKook se sonrojo y abrió sus ojos en grande, poniéndose lentamente de pie, sin romper la mirada con Jimin.
– ¿Lo dices en serio?
–Claro que sí– se acercó al castaño acortando la distancia –Tu eres mío y yo soy tuyo... Y así se va a quedar hasta la eternidad.
–Ten cuidado con lo que dices Park– dijo en tono de broma –Le estás diciendo a mi abuela que quieres formar una familia conmigo y esas palabras son muy fuertes.
–No le estoy mintiendo, estoy siendo muy sincero con ella– con sus dedos acarició la mejilla de JungKook, limpiando sus lágrimas –También me quiero casar contigo.
El castaño se ruborizó y agachó su cabeza, por la vergüenza.
–Aún estamos muy jóvenes para pensar en familia y lo demás...
–Tienes razón, pero estos planes son a futuro para dentro de unos años.
–Eso suena mejor.
Jimin lo miró serio –Pero tú no me has dicho... ¿También quieres casarte conmigo y formar una familia?– había miedo y esperanza en la mirada de Jimin.
JungKook sonrió enternecido –Claro que sí, pero dentro de muchos años... Cuando terminemos la universidad, consigamos buenos empleos y encontremos un buen lugar para vivir– dio un paso más juntando sus frentes.
–Estoy muy de acuerdo contigo– la emoción fluyo sobre su cuerpo – ¿Escucho Hye? JungKook acaba de aceptar mi propuesta.
El castaño rodó sus ojos divertido y con sus manos atrajo el rostro de su novio, juntando sus labios en un tierno rose.
Tal vez algunos piensen que son un par de idiotas soñadores, pero nadie podía culparlos, estaban completamente enamorados. Y JungKook estaba seguro que Park Jimin era su destino.
Después de unos minutos, ambos terminaron de despedirse de Hye y a paso lento se retiraron del lugar.
Cuando ya estaban por salir, JungKook giró su rostro para ver por últimas vez a su abuela y se sorprendió al ver a la señora Sook y a Suni frente de la lápida, ambas llevaban ramos de flores.
JungKook sonrió, ellas de verdad estaban muy arrepentidas y no merecían recibir tanto odio, pues como todo ser humano habían cometido un error sin saber las consecuencias de sus actos. Merecían una segunda oportunidad.
Jimin lo guió a su auto, cuando los dos estuvieron dentro, el pelinegro encendió el motor y avanzó yéndose del panteón. JungKook miró por la ventana y logró verlas otra vez, pero en esta ocasión cruzó miradas con Suni y antes de que el auto desapareciera por la carretera, se apresuró a sonreírle como despedida. La rubia le regresó el gesto y con su mano se despidió.
JungKook miró hacia el frente, cuando se alejaron lo suficiente del panteón. Suni sabía que se iban de Seúl, pero aún tenía sus demonios atormentándola y no se atrevía a acercarse a ellos, por eso el castaño le agradecía al destino por haberle permitido despedirse de ella, aunque fuera de esa manera.
Estaban por verse con sus amigos y con sus padres, iban despedirse de todos ellos, ya que ese día en la noche partirían a Busan.
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De verdad muchas gracias por leer, soy nueva escribiendo y en verdad me siento muy feliz por recibir su apoyo. Espero ir mejorando en el futuro 🙌
Gracias por todo 💗
El siguiente capítulo es el final, nos leemos pronto ✨
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MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)
FanfictionHistoria #1 Jeon JungKook vivió momentos inolvidables en la secundaría, pero hubo uno en específico, que marcó su vida por completo. Ahora como universitario, se ve obligado a viajar junto con su familia a otra ciudad, para continuar con sus estudi...