Capítulo 35

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Giró la cabeza, quedando de nuevo a centímetros del rostro de Park. Ambos intercambiaron miradas preocupadas, transmitiéndose todo el miedo que sentían.

Taehyung y Jin no sabían la verdadera razón por la que Jimin y Suni terminaron, la rubia les dijo que ellos habían decidido darse un tiempo, ya que su relación no era la misma. En ese entonces, Suni no sabía que Jimin se había enamorado de JungKook y que ambos estaban saliendo a escondidas, pero todo eso cambió cuando el castaño decidió confesárselo. La reacción de los chicos daba a entender que Suni todavía no les decía nada, sobre todo, por la expresión en el rostro de Taehyung, porque Jin se mantenía inexpresivo, como si desde siempre hubiera sabido su secreto.

JungKook de inmediato se separó del pelinegro, rompiendo el abrazo, Jimin a su vez dejó resbalar sus brazos del cuello contrario. Ahora ambos veían de frente a los Kim.

Todo el sanitario se quedó en completo silencio, por algunos segundos, aunque Jimin y JungKook lo sintieron como horas.

– ¿Pero qué?– la voz de Taehyung salió casi en un susurro.

– Yo se los puedo explicar– Jimin se apresuró a decir –Siento mucho que se hayan enterado de esta manera, pero... – miró de reojo a JungKook, mientras liberaba un suspiro –Va a sonar extraño, pero esta es la verdadera razón por la que Suni y yo terminamos– su voz temblaba –Ambos nos comenzamos a sentir atraídos por JungKook.

El mencionado se ruborizó y agachó la cabeza, mientras mordía su labio inferior. Los nervios y el miedo carcomían su cuerpo.

Taehyung se tensó ante la confesión y Jin permaneció en su lugar tranquilo, sin ninguna reacción.

–Yo no... – Taehyung desvío su mirada, posándola en el azulejo del suelo –No sé qué decir.

–Perdón chicos... Juro que pensaba decirles, pero luego las cosas se complicaron y...

– ¿Suni lo sabe?– interrumpió Taehyung, volviendo a posar su mirada en los ojos avellanas de Jimin.

–Sí, ella lo sabe– por primera vez habló JungKook, las miradas de todos se posaron sobre él –Yo se lo confesé hace una semana.

La mandíbula de Taehyung se tensó, sus manos formaron puños a los contados. ¿Por qué su hermana no le había dicho nada? Ella siempre le platicaba todo ¿Por qué no le había tenido confianza? Sinceramente Taehyung se sentía herido, ellos siempre se contaban todo y se pedían consejos, no había secretos entre ellos. Pero al parecer todo había cambiado con Suni.

–Pensé que Suni se los diría– dijo el pelinegro –De verdad lo siento chicos– observó específicamente al castaño claro –Lo siento Tae. Sé que es tu hermana, pero por favor trata de entenderme como los amigos que somos, yo sé que tú también hubieras hecho lo mismo, si estuvieras en mis zapatos– suspiro nervioso –Sé que es extraño para ustedes escuchar de mi propia voz, que estoy enamorado de Kookie y sobre todo, cuando me vieron besándome con él y más cuando en todo este tiempo pensaban que era completamente heterosexual– peino su cabello para atrás, al no ver ninguna reacción en sus amigos –Escuchen, JungKook y yo nos conocemos desde la secundaria y ambos nos sentimos atraídos desde esa época, pasamos por varios problemas que nos hicieron terminar mal y luego nos volvimos a reencontrar en esta universidad y nuestra atracción se hizo mucho más fuerte y...

Taehyung levantó su diestra, en señal de alto. El pelinegro de inmediato guardó silencio.

–Jimin a mí no me tienes que explicar nada– bajó lentamente su mano –Aunque no lo creas te entiendo –una sonrisa nostálgica se pintó en su rostro –Yo no los voy a juzgar, obviamente es extraño para nosotros– miró hacia arriba – ¡Dios! Enterarnos de lo suyo de esta manera fue muy impactante, pero no se preocupen... Yo entiendo– mordió su labio inferior y desvío la mirada, volteando su cabeza a un costado –Que bien que hayan aceptado su amor. Los admiro por su valor.

JungKook levantó la mirada sorprendido, sus ojos se cruzaron con los del castaño claro.

–Yo... Será mejor que me vaya– giró sobre sus pies y se dirigió hacia la puerta –Vámonos Jin– le dijo a su primo.

–Sí, pero antes quiero decirles algo chicos– miró a JungKook y a Jimin, ambos le regresaron la mirada con miedo, como si esperaran de su parte rechazó. Seokjin sonrió –Tranquilos tortolitos, yo tampoco los voy a juzgar y créanme cuentan con todo mi apoyo para que su relación funcione.

El rostro del pelinegro se iluminó y la mirada de JungKook brillo.

–Gracias Jin– contestaron al unísono.

–Ahora si los dejamos– corrió hacia el lado de su primo –Por favor solo no tengan sexo en un cubículo.

Todos rieron ante el mal chiste del castaño.

– ¡Chicos!– los llamó Jimin antes de que salieran del baño – ¿Estamos bien amigos?– el miedo se reflejaba en su voz.

Taehyung asintió, una sonrisa nostálgica en sus labios –Claro que sí– intercambiaron sonrisas y continuó con su camino hacia la puerta abriéndola, Jin sonrió y les guiño un ojo siguiendo a su primo, cerrando la puerta al salir.

El baño volvió a quedar en completo silencio.

–Dios que momento tan más intenso– susurro Jimin –Siento que mi pecho va a explotar.

JungKook trago aire antes de hablar –Si– suspiro.

–Debemos de ser más cuidadosos, pudieron haber entrado otras personas y vernos.

–Sí.

–JungKook... ¿Estás bien? – se acercó al castaño y posó una mano en su hombro. JungKook se estremeció ante su tacto.

–Sí.

Jimin frunció el ceño –Kookie, de verdad siento mucho lo que pasó– buscó la mirada del castaño, pero este la desvío hacia el lavabo –Sé que lo nuestro acabo, pero créeme, mi amor por ti es verdadero – resopló – De verdad te amo Kook y Hoseok y yo vamos a hacer todo lo posible por recuperarte.

JungKook volteo a ver a Jimin, sus ojos brillaban de tristeza y de emoción, giró sobre sus pies, quedado frente al pelinegro –Te creo– sonrió tímido y Jimin sintió que se le iba el aire –Me acabas de demostrar que tus palabras son ciertas. Les dijiste a Taehyung y a Jin sin titubear que estabas enamorado de mí– sus mejillas se tiñeron de rojo –Por eso nunca mencione que habíamos terminado.

–Eso... ¿Qué quiere decir?– su voz salió llena de esperanza.

JungKook dio un paso cerca del más bajo –Quiere decir que te perdono– con su diestra sujeto la mano que reposaba en su hombro –No puedo estar ni un día más alejado de ti– beso el dorso de la mano, Jimin estaba temblando –Te extrañe tanto que... Me estaba volviendo loco.

–Yo también te extrañe Kookie– se acercó más al castaño –Gracias por perdonarme, te prometo que voy a dar todo de mi para que lo nuestro funcione.

–Yo también lo prometo– se acercó más, sus rostros estaban a centímetros de distancia –Siento mucho lo que te dije en el salón, yo no pienso de esa manera, lo nuestro nunca necesito un nombre. Todas esas tonterías las dije porque estaba cegado por el coraje y estaba dolido– sonrió avergonzado –Ambos sabíamos que éramos novios sin necesidad de pedírnoslo.

–No te preocupes Kookie– acarició su mejilla –Y quiero que por favor olvides el pasado, yo ya te perdoné, no quiero que te sigas torturando amor... Ahora necesito que te perdones a ti mismo y que juntos logremos superarlo.

–Gracias Jimin... Gracias por todo.

–No tienes nada que agradecer, te amo, te amo, te amo– se levantó de puntillas y juntos sus labios, en un beso tierno y lleno de amor.

Una vez más, se habían perdonado sus errores. Una vez más, se demostraron su amor. Ahora sólo quedaba luchar contra todos los que se opusieran a su relación y ellos estaban más que dispuestos a hacerlo, con tal de defender su amor.


MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora