Jimin detuvo su auto enfrente de la casa del castaño y luego lo ayudó a bajar, para acompañarlo hasta la puerta.
— Me la pase muy bien... Tu compañía es la mejor— admitió el castaño, un ligero tono rosado teñía sus mejillas.
El pelinegro sonrió enternecido, mientras sentía en su estómago las cosquillas ya conocidas.
—Yo también me la pase bien— se acercó peligrosamente a JungKook — Disfrute mucho estar contigo.
JungKook enrojeció por completo, pero no hizo nada por alejarse, ni por alejarlo. Jimin rompió la distancia juntando sus labios en un suave rose.
Pasaron varios minutos, hasta que JungKook reaccionó y de un rápido movimiento alejo su rostro del contrario.
— ¡Jimin! No hagas eso aquí— agacho su cabeza avergonzado —Alguien nos pudo haber visto.
Jimin negó con la cabeza —Tranquilo, nadie nos vio. Eso te lo aseguro— con su mano comenzó a acariciar la mejilla del castaño.
JungKook sonrió, mientras levantaba su cabeza. Le encantaba que Jimin fuera tierno y lindo con él, le hacía sentir querido.
—Gracias por traerme— posó su mano sobre la de Jimin, la cual aún acariciaba su mejilla — ¿Nos vemos mañana?
— ¡Claro que si Kookie! ¿Qué postre quieres que lleve ahora?
—Ninguno— negó con su cabeza —Me toca a mí llevarlo. ¿Qué se te antoja?
Jimin fingió que pensaba, después se acercó a JungKook y le susurró al oído — ¿Qué tal unas galletas?— su voz seductora.
Jungkook tragó saliva nervioso, carraspeo la garganta y dio un paso atrás, alejándose un poco del pelinegro.
—Llevaré ga-galletas— rasco su nuca —Nos vemos— se dio la vuelta, dándole la espalda a Jimin y sacó de su bolsillo del pantalón las llaves de su casa, con estas rápidamente abrió la puerta de la entrada.
—Espera Kookie— la dulce voz de Jimin lo detuvo.
JungKook volteo la cabeza sobre su hombro y miró al pelinegro, quien le sonreía abiertamente.
—Te quiero— pego los dedos de su diestra a sus labios y después con esta le mando un beso.
JungKook enrojeció por completo, quería hacer lo mismo que el pelinegro, pero las malditas muletas no se lo permitían. Así que solo le mando el beso con sus labios.
Cuando ya estuvo dentro de su casa, se terminó de despedir de Jimin con una sonrisa y un leve asentimiento y después cerró la puerta.
Su corazón estaba acelerado, la sensación de las mariposas en el estómago estaba hasta el tope y la emoción por volver a ver al pelinegro se hacía cada vez más grande. Y eso que apenas se habían despedido. Estaba seguro que si se asomaba por la ventana aún podría ver al auto de Jimin estacionado y tal vez también vería a Jimin recargado sobre este, mirando a su casa.
Sus mejillas se sonrojaron y una estúpida sonrisa se pintó en su rostro.
— ¡Mi niño! Ya estás en casa.
JungKook brinco en su lugar, la voz de su abuela lo había espantado.
—Hola Hye— miró a su abuela, quien iba saliendo de la cocina — ¿Cómo estás? — trato de fingir normalidad.
— Bien galletita, pero no tanto como tú.
JungKook ladeo la cabeza — ¿A qué te refieres? — la curiosidad inundó su cuerpo.
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MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)
FanfictionHistoria #1 Jeon JungKook vivió momentos inolvidables en la secundaría, pero hubo uno en específico, que marcó su vida por completo. Ahora como universitario, se ve obligado a viajar junto con su familia a otra ciudad, para continuar con sus estudi...