Historia #1
Jeon JungKook vivió momentos inolvidables en la secundaría, pero hubo uno en específico, que marcó su vida por completo.
Ahora como universitario, se ve obligado a viajar junto con su familia a otra ciudad, para continuar con sus estudi...
—Mierda, no entiendo nada— susurro el castaño, mientras rascaba su nuca nervioso. Miró su reloj, solo faltaban cinco minutos para que el tiempo se acabara. Tenía que entregar los ejercicios de álgebra, si no lo hacía, la profesora le bajaría un punto.
— ¿Necesitas ayuda?—Una dulce voz susurro a su lado, JungKook volteo y se encontró con un chico gordito, con lentes y graniento. Su sonrisa, era lo único rescatable del chico. Pensó el castaño.
—Amm... yo— miró al chico de aspecto desagradable y luego a los ejercicios— Si, no les entiendo y necesito terminarlos ya.
—No te preocupes, yo te ayudo— contestó amablemente el pelinegro, mientras se acercaba con su banca a JungKook. El castaño trato disimuladamente de alejarse un poco del gordito. No era por nada, pero le daba un poco de asco.
El amable pelinegro se dedicó a explicarle paso a paso los ejercicios y JungKook se sorprendió al ver lo fáciles que eran, dándose cuenta que se estaba complicando la vida.
—Y así se resuelven— termino de explicar el pelinegro— ¿Entendiste? — vio al castaño.
— ¡Wooo! ¡Sí!—JungKook sonrió y alzó la cabeza. Sus ojos se abrieron a causa de la sorpresa, pues su rostro había quedado muy cerca del contrario —En-entendí a... a la primera.
El corazón de JungKook comenzó a latir fuertemente y sus manos comenzaron a sudar. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué reaccionaba así?
—Explicas mejor que la maestra— el pelinegro sonrió apenado y sus mejillas regordetas comenzaron a teñirse de un color carmesí. JungKook sintió mucha ternura ante su reacción —Bue-bueno mejor me apuro a terminar los ejercicios— el más bajo asintió y JungKook por fin pudo alejar su rostro del contrario.
Termino los ejercicios muchísimo antes. Todavía le dio tiempo al pelinegro de revisarlos y de darle el visto bueno, para que fuera a calificarse.
— ¡Muchas gracias!—chillo JungKook, cuando regresó a su lugar con los ejercicios firmados por la maestra y con un punto extra —De verdad muchas gracias amigo, no sé qué hubiera hecho sin ti.
— ¡De nada! —Sus mejillas seguían sonrosadas— Me llamo Jimin por cierto— estiró su manita regordeta hacia el castaño.
El castaño la miró por un momento y luego sonrió. Tomó la mano contraria y luego la jalo, haciendo que el pelinegro se fuera hacia adelante y chocara contra su pecho. JungKook lo abrazó.
—Soy JungKook— rompió el abrazó y miró al más bajo —Muchas gracias— sonrió ampliamente, mientras pellizcaba tiernamente las mejillas del pelinegro.
— ¡Hay me duele! — comenzó a reír Jimin.
JungKook liberó sus mejillas y luego despeinó juguetonamente su cabello azabache —Nos vemos Jimin— se despidió.
Fin de flashback
JungKook abrió sus ojos y se sentó de inmediato en su cama. Estaba todo sudado y su corazón palpitaba aceleradamente.
¡Maldita sea la hora en la que se reencontró con Park Jimin!
Se volvió a recostar, hizo a un lado las cobijas y abrazó fuertemente a una de sus almohadas. Las malditas ganas de llorar regresaron y JungKook no hizo nada en esta ocasión para evitarlo.
¿A quién engañaba? Se arrepentía, siempre se arrepintió de haberle hecho daño. Por más que intentó sacarse al pelinegro de la cabeza, nunca pudo. Siempre sus pensamientos lo llevaban una y otra vez a él.
—Perdóname Jimin— escondió su rostro en la almohada, para evitar que su llanto se escuchara en toda la casa —De verdad estoy muy arrepentido. Si tan solo pudiera regresar el tiempo, créeme que hubiera tomado otra decisión.
¡Maldita sea la hora en la que Jimin se fijó en su novia! ¡Maldita sea la hora en la que Jimin le hablo! ¡Maldita sea la hora en la que comenzó a sentir...
¡Mierda!
JungKook no quería recordar más.
—Te prometo Jimin que te lo voy a recompensar— sus lágrimas no dejaban de salir—Te voy a volver a hacer reír.
Y entre tanto llorar, JungKook por fin se quedó dormido.
Al otro día, cuando sus padres lo vieron por la mañana, comenzaron a hacerle muchas preguntas del por qué tenía sus ojos hinchados. JungKook molesto con ellos, les contestó que no había podido dormir bien porque extrañaba mucho Busan y porque no se sentía cómodo viviendo en la casa de su abuela.
Sus padres solo se quedaron callados, para evitar más discusiones con su hijo. El señor Jeon Bae llevó a JungKook a la universidad y después de una fría despedida con su hijo, se fue a su trabajo.
El castaño perdido en sus pensamientos se dirigió a su salón. Mentiría si dijera que no se sentía culpable al tratar mal a sus padres, pero ellos tenían la culpa. ¿Cómo le pudieron ocultar algo tan importante? Sí se lo hubieran dicho antes, él hubiera podido despedirse de sus amigos y compañeros de Busan y no hubiera actuado como un idiota frente a la señora Kim Sook y sus hijos en esa cena. Hubiera comprendido mejor la situación.
Levantó la mirada y ahí fue cuando recordó lo que Suni había hecho.
Jimin estaba parado frente a la puerta de su salón, esperándolo.
JungKook quería arreglar las cosas, pero en ese momento se sentía mal. No sabía cómo debía comportarse con el pelinegro, iba a ser la primera vez después de tres años, en que se iban a volver a hablar y a solas.
Se dio la vuelta y cuando estuvo a punto de irse, una voz dulce lo detuvo.
— ¡JungKook espera! — El castaño se congeló en su lugar— ¡Tenemos que hablar!— pasos resonaron detrás de él.
JungKook cerró fuertemente sus ojos, tomó una bocanada de aire y giró sobre sus pies, quedando frente a frente con su ex víctima.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muchas gracias por leer :)
Cualquier error que encuentren, no duden en decírmelo. Se los agradecería mucho 💜
