Un libro donde verás como reaccionaria Taehyung a diferentes situaciones, que diría o que haría en distintos momentos.
Pedidos abiertos.
//Portada hecha por DanielBacilio123
Los pies de la chica dolían de tanto caminar, pero lo que más le dolía a ella era el corazón. Sabía muy bien en su interior que no debía de culparlo a él; hacía ya mucho habían comenzado a tener dificultades en su relación —o lo que sea que hayan tenido—. Ella no tenía la culpa de ser una chica pobre, y él no tenía la culpa de ser el nuevo CEO de la multinacional más grande de Corea, ninguno tenía la culpa de nada, pero a la vez, ambos eran los culpables, por enamorarse de quien no debían, y por tratar de sobrepasar los límites de las cosas indebidas.
Las cosas comenzaron a complicarse cuando el padre de él había enfermado y debía conseguir un reemplazo rápido en su empresa; necesitaba un nuevo líder para aquel conglomerado, alguien que cuidara la empresa con su propia vida, y el viejo fue por el camino rápido y en un corto tiempo de 3 meses él había subido el rango de su hijo al nuevo CEO de Golden.
Hyeri creía que las cosas mejorarían, ya nadie le podría decir a su novio que hacer o con quien estar, pero ella creyó mal. Las cosas empeoraron, el comenzó a faltar a sus citas, para las fechas importantes él tampoco se presentaba, ya no contestaba mucho de los mensajes que ella le dejaba y para colmo, se había mudado. Ella ya no sabía nada de él, se enteraba de pequeñas cosas —de cómo iba la empresa por ejemplo.— a través de los periódicos locales.
Pero de a poco se aproximaba el 17 de Septiembre, su aniversario de 5 años de noviazgo, ella se encontraba feliz y esperanzada, quería encontrarse con su novio, hacer las paces y volver a lo que eran antes, una pareja feliz que se escapaban de sus padres para poder verse. Ella un día antes le mandó un mensaje, esperaba que él pensara en ella y se presentara.
"Mañana es nuestro aniversario, espero poder verte en el parque Namsan a las 5 pm. Te espero. Con amor, Hyeri."
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Y allí es donde ella nuevamente se equivocó, él no se presentó pero le había dejado un pequeño mensaje en donde Hyeri supuso, que ese era el fin de la relación.
"Ya no podré ir a nuestras citas, lamento mucho hacerte perder el tiempo."
Hyeri había gastado todo su dinero ahorrado en aquel vestido, en aquellos zapatos y en el pasaje de bus que había usado para presentarse allí y él no había ido, ella ya no podía estar más con él, lo tenía más que claro. Por eso, tomo camino a pie hasta su casa, eran unos diez kilometros pero a ella no le importaba lo que iban a dolerle sus pies, o lo que se iba a mojar caminando bajo la lluvia que comenzaba a caer, Hyeri solo pensaba en la opresión que obtenía en el medio del pecho, en como dolía su corazón.
[...]
Su cabello se le pegaba a la cara, estaba completamente empapada, sus lágrimas se confundían con la fría lluvia así que tampoco le importaba mucho. La gente la miraba raro, pero ella solo seguía caminando, en una esquina se detuvo mirando detrás de la lluvia como el semáforo se ponía en verde para poder cruzar la calle, y ella así lo hizo. Lentamente cruzó la calle y en medio de esta su tacón se dio por romperse lo que la hizo caer al pavimento raspando sus rodillas haciendo que además de lágrimas, sangre también escurriera por su piel.
Se levantó con la poca fuerza que a su cuerpo le quedaban y allí, bajo aquel torrencial llamado "tormenta" apareció lo que sería su "arcoíris."
—¿Te encuentras bien?— pregunto aquel chico tapándola con un paraguas para que se cubriera de la lluvia, tomando su brazo frío y delgado entre sus grandes manos creando así un gran choque de destinos de dos personas que no sabían de la existencia de la otra.
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