Febrero 2013 Dublín, Irlanda.
Por Niall:
Mi última noche en Dublín antes de viajar a Londres pare el inicio de la gira y estaría en una aburrida reunión llena de gente estirada.
—Maravilloso –susurré con sarcasmo, acomodé el moño anticuado en mi cuello y negué sin estar conforme, tomé mi antifaz para bajar a donde mis primos esperaban, en el momento en que abrí la puerta los gritos del par de retardados se hicieron audibles, —idiotas –susurré y me apresuré a bajar las escaleras, con suerte y aún no habrían terminado con la casa. Cuando llegué al último escalón negué con incredulidad, mis primos, William y Deo, de 25 y 21 años estaban teniendo una pelea infantil, Deo estaba boca abajo y William sentado en su espalda sosteniendo su pie arriba y mordiendo su tobillo, —¿pueden explicarme como es que llevamos la misma sangre? –dije llamando la atención de ambos, William soltó el pie de su hermano parándose, —¿Qué se supone que hacían? –pregunté.
—Le daba una paliza –dijo Deo, y yo sorprendentemente retuve una carcajada.
—¿oh, de verdad? –cuestioné con sarcasmo, —¿y cual ese movimiento?, en el que tú tenías tu tobillo en su boca –dije y William se burló de él, —Son un par de idiotas- aseguré y ambos se encogieron de hombros.
—¿ya nos vamos? –preguntó Deo y asentí de acuerdo, caminamos hacia la puerta pero antes de salir la voz de la mujer que me dio la vida nos detuvo.
—¿Es que acaso no pensaban despedirse de mí? –cuestionó y nos sonrío con esa ternura que solo las madres podrían mostrar, —se ven hermosos –dijo y rodé los ojos cuando ambos chicos a mis lados se enderezaron con exageración, —ahora veamos, ¿saben las reglas?.
—¡No tomar porque vamos a conducir de regreso! –dijo con orgullo Deo.
—No iniciar, ni participar en peleas –secundó William, todos me miraron esperando mi respuesta, sonreí y me crucé de brazos.
—Sin gorrito no hay fiesta –dije y los ojos de mamá se abrieron mientras que mis primos rieron escandalosamente.
—Solo... no vuelvan tarde, ¿de acuerdo? –pidió y asentimos, se acercó a besar nuestras mejillas y después pudimos salir de casa, paramos frente a la puerta del lugar donde la fiesta se llevaba a cabo, colocamos nuestro antifaz y después bajamos del auto, entregué las llaves al chico que se encargaba de acomodarlos y caminamos hacia la entrada.
—Ya estamos en la aburrida fiesta –susurré.
—No será tan mala –dijo Deo, —habrán chicas –señaló y traté de relajarme.
—Como sea, chicos, solo no me avergüencen –pedí y sonreí de manera cómplice entrando al lugar, la música era clásica y nadie -por supuesto que no- bailaba, la recepción del lugar era acorde al tema Blanco/negro de la fiesta, los invitados solo usaban esos colores y todos llevaban antifaz, tal vez eso era lo único interesante, podrías hablar con cualquier persona y a menos que la conocieras perfectamente, no sabrías de quien se trata.
—No sé ustedes pero no pienso unirme a la plática de cómo va el clima en Pensilvania –dijo Deo y llevó su mano a la frente haciendo un saludo para después retirarse.
—Solo quedamos nosotros –susurré a William quien llevó su mano a mi hombro y negó.
—Dione está aquí y voy a encontrarla –dijo y se alejó dejándome solo.
—Y... solo quedo yo –susurré y miré a mi alrededor, los hombres reunidos en círculos de pequeños integrantes hablando y las chicas riendo sobre algo de lo cual, no quería saber, maldije en voz baja y caminé hacia el bar, después de pedir un Martini me giré tratando de encontrar a alguien familiar, o en su caso, alguien totalmente extraño que me intrigara, entonces, como si el cielo me hubiera escuchado, la risa de una mujer me hizo girar y encontré a una hermosa chica de vestido blanco pegado a las curvas de su cuerpo de una manera elegante y sensual, su cabellera risada caía sobre su espalda con gracia, su antifaz blanco cubría la mitad de su rostro dejando solo visible sus labios y su barbilla, sonrío abiertamente y se inclinó a besar la mejilla de la otra mujer frente a ella, "perfecta" pensé
—¿Perdón? –susurró la chica a mi lado llamando mi atención, "tal vez lo dije en voz alta"
—Pensé en voz alta –dije y me giré de nuevo hacia donde la chica se encontraba, pero ya no estaba, fruncí el ceño y comencé a buscarla alrededor, —no, no, no te vayas –murmuré y comencé a caminar en su búsqueda.
—¿Qué haces? –pregunto Deo llegando a mi lado.
—Busco...
—¿Qué? –interrumpió.
—A un idiota que habla... oh espera, lo encontré –dije y entonces estalló en una carcajada, llevé mi mano derecha tomando el puente de mi nariz y negando, el imbécil no lo había captado.
—¿Dónde está wil? –preguntó y negué indicándole que no sabía.
—¿Viste a una hermosa chica castaña con vestido blanco en algún lugar? –pregunté y negó, miré a mi alrededor y maldije de nuevo, —nece.... –me detuve cuando me di cuenta de que me había dejado solo de nuevo, —te voy a encontrar pequeño Ángel –susurré con convicción, —antes de la media noche.
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Miré mi reloj y negué frustrado, 11:50, había recorrido cada lugar posible en busca de la chica pero no la había encontrado, "y ya no la encontraras" susurró mi pesimista subconsciente, dejé salir el aire y dejé la copa en la mesa a mi lado, dándome por vencido en mi búsqueda comencé a buscar a mis primos, si ella ya se había ido nada más me detenía aquí. Caminé hacia el último lugar donde los había visto juntos y pasos adelante choqué con alguien, una risa divertida escapó de sus labios haciendo que mi piel se erizara, era ella, la miré sorprendido y me dedicó una sonrisa tímida.
—Lo siento –susurró mordiendo su labio.
—Fue mi culpa –dije y su mirada se encontró con la mía, sus ojos color café con un brillo profundo, —lo siento –dije y sonrió con diversión.
—Ya dije eso antes –recordó y reí, —tengo que irme- murmuró y se giró pero la detuve.
—¿Me regalas tu número? –pregunte y mordió su labio.
—Lo siento, tengo novio –dijo y fruncí mi ceño, por supuesto que lo tenía, alguien tan hermosa no podía estar soltera.
—¿Puedo saber tu nombre? –cuestioné y sonrió.
—Si te lo dijera... ¿Cuál sería el propósito del antifaz? –preguntó y con una última sonrisa se giró desapareciendo.
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Déjame conquistarte♥.
FanfictionElla Sandoval y Josh Devine han sido novios por 4 años y su relación al principio solía ser perfecta, pero él ha cambiado y ella sufre las consecuencias, mientras él es baterista de la banda más importante del momento, ella solo es una chica más, y...