Déjame conquistarte♥.

treinta y cinco.

Por Niall:

La cena había ido tranquila, nuestras platicas iban desde temas sin sentido como nuestros colores favoritos, nuestros miedos, alergias, hasta temas importantes como nuestros planes a futuros, dándome la oportunidad de descubrir nuevos lados de Ella, lados que no hacía nada sino enamorarme más, durante el tiempo en el restaurante había estado coqueteando con ella mientras ella había estado ignorando mis intentos todo el tiempo.

Nos encontrábamos de regreso a casa cuando me miró, —¿me llevaras a conocer tu nuevo departamento? –preguntó y la miré extrañado.

—¿quieres ir ahora? –pregunté, había pensado toda la noche en invitarla pero ya la había presionado temprano con mi beso como para invitarla a ir a mi casa, no quería que creyera que estaba aprovechándome de la situación.

—¿Abusaras de mí? –preguntó y alcé una ceja con diversión.

—Bueno... no había pensado en ello pero ahora que lo mencionas no parece una mala idea –bromeé y ella golpeó mi brazo de forma juguetona, —sabes que no Ella –dije y sonrió.

—Entonces vamos –y sin esperar más giré en la calle y conduje hasta el departamento, cuando llegamos bajamos en el estacionamiento y la guié hasta el elevador, —¿con elevador eh?- preguntó con diversión.

—Es porque soy guapo –declaré y soltó una carcajada que enchinó la piel de mi espalda.

—Seguro que si –dijo con sarcasmo y me sonrió de lado, subimos y se recargó en la orilla opuesta a mí, —cuando era pequeña le tenía pánico a los elevadores –habló y la miré, —había visto la película de Destino Final y quedé traumada –señaló y negó con diversión, —me parecían aterradores, peligrosos, no lo sé, les temía demasiado.

—Yo soy claustrofóbico –dije y asintió, —en cualquier otra ocasión moriría ante la idea de quedarme atrapado –admití y la miré, —pero en estos momentos la idea me parece absolutamente tentadora –dije y ella rió.

—¿Es que jamás dejaras de hacer comentarios inoportunos? –preguntó y la puerta se abrió dejándola en libertad, ¡hablando de inoportunos! Pensé y salí detrás de ella, abrí la puerta y dejé que entrara, su mirada recorrió el lugar y una sonrisa se apoderó de sus labios.

—¿Te gusta? –pregunté y asintió.

—¿Tu escogiste los muebles? –negué.

—Venía amueblado –aclaré y asintió, caminamos hasta la sala y su mirada recorrió el lugar, espacio por espació, de arriba abajo y de lado a lado, me encontraba con mis manos en mi bolsillo esperando su opinión, continuó caminando hasta la cocina y sonrió ampliamente.

—Es enorme –dijo y asentí, sus dedos recorrieron el desayunador y miró a su alrededor, salimos y caminamos hasta la primer habitación, —supongo que ya dormiste aquí –dijo con diversión mientras señalaba la cama destendida y asentí, miró las paredes de color rojo y gris y asintió, —me gustan los colores –aseguró y sonreí sintiéndome feliz, salimos de esa habitación y caminamos a la siguiente, las paredes en gris y blanco, del mismo tamaño a la otra habitación pero sin aire acondicionado, —me agradan los colores –dijo de nuevo y me miró sonriendo.

—Sí, creo que son muy...

—Masculinos –terminó por mí y asentí sonriendo indicándole que eso estaba pensando.

—Cuenta solo con la sala, la cocina y dos habitaciones –expliqué y asintió de nuevo.

—Creo que es lindo –dijo y sonreí.

—¿Lindo? –pregunté y asintió, —no Ella, lindos son tus ojos –aseguré y sus mejillas se sonrojaron.

—Debes dejar de hacer este tipo de comentarios –declaró y reí.

—Debes dejar de ignorarlos –aseguré.

—Niall no podemos... no puedo... no –dijo rendida y suspiré.

—Si –aseguré, —si podemos, si puedes, si –dije con voz firme.

—No –dijo y negó, mordió su labio y pasó su mano por su cabello, —niall yo...

—Exacto, tú –dije y me miró extrañada, —piensa en ti –pedí, —date la oportunidad de ser feliz, dame la oportunidad de hacerte feliz.

—Es muy pronto Niall, solo han pasado 2 semanas y no estoy lista –dijo y negó.

—¡Deja de ser tan negativa! –protesté.

—¡Deja de presionarme! –gritó en respuesta y fruncí mi ceño.

—¿Es esto verdad? –pregunté y me miró confundida, —te asusta que sea igual que él –dije y negó.

—Es solo que... no estoy lista, Niall sabes que mi relación con... sabes que no terminó bien –susurró.

—Lo sé Ella, sé que estas mal, sé que él te lastimo y sé que tienes miedo de que yo haga lo mismo, lo puedo ver en tus ojos, sentir en tus besos, quieres esto pero estas asustada –dije y negó.

—Tengo que irme -murmuró y trató de avanzar pero tomé su mano impidiéndoselo.

—Déjame mostrarte que no soy igual que él –pedí y mordió sus labios, —déjame mostrarte que puedes ser feliz.

—Niall....

—Shh.... –susurré tomando su cara entre mis manos, —solo déjame hacerlo –pedí y su mirada se encontró con la mía y con miedo a escuchar una respuesta tomé sus labios con los míos, de nuevo, con ternura, paciencia y lentitud, grabando su sabor y textura en los míos.

—Niall.... –intentó una vez más.

—Déjame conquistarte Ella Sandoval –pedí y ella me observó con inseguridad y miedo en sus ojos, tragó saliva en seco y sin decir palabra se puso de puntitas uniendo sus labios a los míos con más intensidad.