16. Segundo acto: Apoyo

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@LayneSarmiento @MiguelMoctezumaBl

Este capítulo va dedicado a ustedes dos. Sé que son nuevos lectores, pero he notado sus votos, e incluso LayneSarmiento tus primeros comentarios. MiguelMoctezumaBl espero saber pronto lo que piensas de la evolución de este pequeño proyecto. Ustedes son parte de lo que hace que escribir sea gratificante y que alegre mis días.

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"En los momentos tristes, se conoce a los mejores amigos"

Cuando Mario vio a Diego, no pudo evitar decir la peor frase que se puede usar en estas situaciones.

— Diego... esto no es lo que parece.

— La gente nunca lo es, Mario. Creo que he vivido eso demasiado cerca. — Se limpió las lágrimas de los ojos. Nadie, nunca más, debía verlo llorar.

— ¡T- tie..nes que... creerle a... t- tu novio! ¡Él solo me estaba ayudando! ¿N - no confías en él?— Continuó con su guión, como si tuviese frente a él al director de escena. Empezó a presionar los puntos.

— El problema no es él, sino tú. Tú eres el que no está siendo franco — se dirigió a Joaquín.

— ¿Y- yo?

Diego lo sabía. Había visto demasiada hipocresía en su alrededor y podía olerla a kilómetros de distancia. Tenía qué salir de ahí o iba a decir cosas de las que podría arrepentirse.

— Resuelve tu "problema" y luego hablamos.

— Diego... no tienes qué irte.

— Sí, si tengo. Tu tienes que seguir "salvando a Joaco" — dijo el apodo del otro chico con el tono más despectivo del que fue capaz.

Mario ya no intentó detenerlo. No quería hacer las cosas peores. Hizo algo que tal vez Diego odiaría que hiciera. Llamó a Temo, quien desayunaba en compañía de su novio y su familia.

— Cuauhtémoc... necesito pedirte un favor muy importante — La voz de Mario se escuchaba preocupada.

— ¿Todo bien? ¿Estás bien? — Temo también había comenzado a sentirse inquieto.

— Busca a Diego, por favor. Llámale.

— Voy a ir a ver en donde está... estoy en Oaxaca.

Temo no tuvo qué buscar mucho por Diego, pues cuando revisó su teléfono, tenía dos mensajes del toluqueño.

DIEGO O. [9:14 A.M]: Temo ¿te puedo llamar? Es urgente.

ME [9:21 A.M]: ¿Podemos vernos? Recién llego a Oaxaca.

Diego le envió la ubicación de un café que quedaba cerca de su negocio. Dudó en decirle a Aristóteles, pero era mejor ser honesto si no quería que su novio malinterpretara la situación.

— ¿Todo está bien, hijo? ¿Temístocles? — Pancho López preguntó, preocupado.

— Si pa... pero tengo que salir. Es Diego.

— ¿Qué le pasó al Diegochas?

— Eso es lo que tengo que averiguar.

Aristóteles había insistido en acompañarlo, aunque Temo no estaba seguro de que fuese la mejor de las ideas.

— Si es tu amigo, tengo que aprender a manejarlo. No creo que sea bueno que tengas que escoger entre él y yo.

— Está bien. Solo... déjame encargarme.

"Por nosotros" || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora