"Por nosotros" || Aristemo

64. Seguir adelante

¿Están listos, chicos?

¡No los escucho! Nos quedan seis capítulos para el final y créanme que dejar ir esta historia me está costando mucho porque le he tomado un cariño muy especial. Es como mi hijo adolescente que se va a casar. 

La canción se las dedico a quienes se identifican un poco con Yolo :) 

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"Las personas que queremos nunca nos dejan realmente"

Aristóteles

Regresar a México ha sido algo agridulce para la familia, pero entiendo que no puedo aferrarme a la muerte de mi abuela. Ella ha dejado muy claro que quiere que sea feliz, e incluso tuvo el gesto de donar su dinero a una causa altruista.

En cuanto a Temo y a nuestro compromiso... le hemos puesto una especie de fecha. Cuando podamos independizarnos de Pancho y de su apoyo económico, nos mudaremos juntos un año y después nos uniremos civilmente si todo funciona bien entre nosotros. Él no quería hablar del tema de la unión porque sentía que yo estaba haciendo todo por pánico, por miedo a irme sin hacer las cosas que quiero pero me he encargado de aclararle que lo que me motiva a pedirle que nos unamos es mi inmenso amor por él. Dicen que en los momentos difíciles es cuando uno conoce a las personas que realmente lo apoyan y lo quieren y debo admitir que me he llevado varias sorpresas favorables.

La primera de ellas es Diego. No puedo decir que ha sido amable conmigo, pero sí que ha evitado ser ácido e incluso se ha ahorrado un poco su sentido del humor sólo para darme algo de paz con Temo. Creo que no se nos va a dar nunca eso de ser amables entre nosotros, pero he llegado a estimarlo mucho y a entender por qué no podremos nunca ser los mejores amigos; aun así, por cariño a Temo o por lo que sea, ha estado con nosotros en este viaje.

La segunda sorpresa es Yolo: esperaba que ella y Zack se acercaran más a mí. Después de todo, somos los mejores amigos. En cambio, ha estado platicando muchísimo con Temo y su relación sigue mejorando bastante al grado de que él también ya le dice Yogurth e incluso acepta que ella lo llame "Tami". Las personas son raras.

Ha sido una coincidencia que todos viajemos de vuelta a la ciudad en el mismo vuelo: Yolo, Zack, Fernando y Alejandro, Diego y Mario y Temo y yo. Mi prometido... perdonen que hable entrecortado. Es solo que aún no logro asimilar que me atreví a pedirle a Temo que nos prometiéramos compañía y amor toda la vida. El caso es que mi prometido está durmiendo sobre mi pecho como yo lloré sobre el suyo estos días y no puedo evitar sentir que la calma vuelve a mí. No es que crea que sólo yo debo abrazar a Temo, pero tampoco pienso que para él hubiese sido justo el tener que pasársela consolándome cuando ambos tenemos nuestros propios problemas.

— Tahi... ¿Ya casi llegamos? — Temo se ha despertado y me habla entrecortado, entre bostezos.

— Ya casi — Beso su frente y lo dejo tomar un poco más de sueño porque cuando lleguemos se ha comprometido a hacerme de cenar y esa promesa no pienso dejar que la rompa.

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Aristóteles Córcega y Cuauhtémoc López se despidieron de sus amigos ahí mismo en el aeropuerto. Si bien habían sido un elemento primordial en el duelo de los Córcega, en este momento extrañaban la intimidad que habían compartido en el viaje y que podían compartir de nuevo al estar en su espacio sin tener que preocuparse de un "Chiflando y aplaudiendo".

Cuando llegaron, los abrumó un aire de melancolía que les decía que su casa los extrañaba: los trastes estaban en el mismo lugar, aunque no había polvo porque Temo había pagado por adelantado la limpieza de la casa para el tiempo en que no estuviesen ahí.