"Los mejores amigos tenemos poder"
Después de salir del café, Cuauhtémoc López, Diego Ortega y Mario Castilla se dirigieron hacia el verdadero lugar al que debían ir.
— Te dije que el pretexto de Gabriel sería bueno, y más si nosotros te acompañábamos — Mario dijo, mientras daba pequeños sorbos a su café.
— La verdad es que estuve ahorrando mucho para el regalo que le voy a hacer a Aristóteles. Lamenté mucho no haber reunido lo suficiente para nuestro aniversario con mi sueldo de aquí. Ya saben que el dinero de los negocios es para reinvertir y para emergencias.
— Eres demasiado responsable, Cuauhtémoc — Si no fuese porque tengo un contador, tal vez ya me hubiese gastado todo mi dinero — Mario sonrió — y más porque tengo un novio algo caro.
— ¡Hey! ¡Yo no te obligo a que pagues mis cosas! — Diego dio un pequeño empujón a Mario.
— Ya, aquí el punto es que finalmente voy a poder darle a Aristóteles un regalo importante y simbólico. No es que los demás regalos que nos hemos dado no lo sean, pero me siento emocionado; cada vez pensamos más en grande y las cosas han ido realmente bien entre nosotros.
Llegaron a una joyería que era atendida por una señora de edad avanzada.
— ¡Hola Cuauhtémoc! Finalmente tengo tu encargo. Estoy seguro de que a tu novio va a encantarle.
La mujer conocía a Aristóteles porque, en el último viaje, Temo había engatuzado a Aristóteles para ir a probarse anillos con el pretexto de que él quizá compraría uno para Susana, puesto que el segundo aniversario de su boda con Pancho López estaba muy cercano.
— ¿Y a Pancho qué le vas a regalar? — Diego preguntó, intrigado.
— Nos prohibió darle regalos, pero lo que sí nos pidió es que apartáramos un día muy específico porque él y toda mi familia van a venir a la Ciudad de México a una convivencia. Finalmente voy a presentar a Aristóteles con el resto de mi familia.
— Creo que ya te habías tardado, Cuauhtémoc — Ya llevan algo de tiempo siendo novios formales. Uno esperaría que a estas alturas él ya conociera al resto de tus hermanos.
— Lo sé. Es solo que nuestra relación ha sido... extraña. Tu lo sabes mejor que nadie, Diego. Si comparara mi noviazgo con Aristóteles con un noviazgo normal, parecería que estoy "atrasado", pero por como se han dado las cosas, creo que estamos viviendo nuestros tiempos.
— Eso es lo importante — Mario dijo, mientras daba a Diego un beso en la mejilla — ¡Solo mírame! Tardé muy poco tiempo en engancharme de tu mejor amigo, Cuauhtémoc. Creo que no hay relaciones "modelo". Todos tenemos tiempos y circunstancias diferentes.
La mujer, que había ido a la parte trasera del negocio por el encargo de Temo, volvió con una pequeña cajita, atrayendo la atención de los chicos.
Sí. Cuauhtémoc López había pensado en que, ya que en el asalto que Aristóteles sufrió le habían quitado la única joya que Temo le había regalado, quería reponerla con algo propio y significativo. El anillo estaba dentro de una cajita tallada en madera, y bellamente barnizada, con las iniciales de ambos en la tapa. Cuando el interior de la cajita se abrió, dejó ver un bello anillo de oro amarillo, de 18 kilates, que en la parte interior tenía tallada una frase.
"Por más días eligiéndonos en el mundo"
Diego sonrió cuando vio lo contento que su amigo se había puesto con el regalo. Sentía que estaba haciendo lo correcto al apoyar a Cuauhtémoc; pues, al final, lo único que él quería era que el castaño fuera feliz.
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"Por nosotros" || Aristemo
FanfictionContinuación de la historia "Por mi cuenta" || Aristemo. Cuauhtémoc López y Aristóteles Córcega empiezan una vida juntos. Por seis meses, ambos chicos deberán luchar con la distancia, permanecer fieles a sus promesas y continuar construyendo su fut...