~°I-B°~

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Dedicado a DarnaYami

☂️

—Entonces... ¿cuánto tardará esto?—solté sin despegar la mirada del techo.

—Tardará lo que tenga que tardar.—suspiré.

—Llevas horas con eso...—

—¿a sí? Pues yo tardé 5 décadas en volver aquí sano y salvo. Un mal cálculo y puedo, no sé, explotar en mil pedazos.—

—Ou, eso sería feo.—

—¿verdad?—

Escuché como el chico lanzaba el rotulador contra la pared.

—¡no me dan los cálculos!—

—No te preocupes, tal vez llegues naturalmente a tener 30.—

—No puedo esperar tanto...—se lanzó en el sofá junto a mi, recostando su cabeza en mi hombro—. Quiero tener tu misma estatura, no quiero parecer un niño a tu lado.—sonreí.

—¿qué? ¿temes que las personas crean que eres mi hijo?—

—No es gracioso... tanto tiempo esforzándome en volver y ahora que estoy aquí... las cosas no salieron como esperaba.—

—¿y tú qué esperabas?—

—En primer lugar, pensé que me golpearías, mínimo que me insultaras. Pero después de eso... esperaba que pudiéramos dejar de lado todo eso y poder estar juntos...—

—Cinco...—

—Pero no, estoy aquí atrapado en un cuerpo que ni siquiera ha pasado por la pubertad.—

Me acerqué al chico y tomé sus manos, dedicándole una amplia sonrisa.

—Un niño puberto, un viejo... te amo sin importar cómo te veas ¿sí?—

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

—... pero aún así no querrás besar a un niño.—

Tomé su rostro y besé la comisura de sus labios durante unos segundos.

—Esto es lo más lejos que llegaré sin sentirme una depravada.—sonreí divertida.

—Bueno... algo es algo.—

Me acerqué a la pizarra, mirando con curiosidad las múltiples ecuaciones.

—Oye, Cinco... estoy al tanto de que no soy una genia como tú pero... ¿esto está bien?—señalé una pequeña secuencia de multiplicaciones.

El chico se acercó apurado, mirando de inmediato el lugar que le señalaba.

—Es cierto...—borró algunos números y corrigió las cuentas.

Cinco me dedicó una sonrisa entusiasta antes de alejarse un poco.

—Espera un momento, ___. Ya vuelvo ¿si?—

—Eh ¿ok?—

El chico desapareció en un segundo, dejándome sola en el salón.

•○•

Los minutos pasaban y Cinco no volvía, preocupándome demasiado.

—¿y Cinco?—Diego entró al lugar.

—Intentaba volver a su cuerpo de 30, pero se ha ido hace un buen rato y temo que le haya pasado algo.—lo miré preocupada.

—Ya veo... ¿se sienten incómodos con una relación prohibida e intentan que el niño crezca?—

—Vamos, idiota. Él es mayor que todos nosotros... solo que en un cuerpo de un niño.—Diego me dedicó una sonrisa.

Un pequeño portal en la sala apareció y expulsó a un hombre de nuestra edad.

—¿Cinco?—miré sorprendida al extraño que se quitaba la camiseta desesperado.

—¡mierda! Creí que mi ropa también cambiaría, casi me ahogo con esa maldita camisa...—se quitó el pantalón, quedando solo en ropa interior.

—...—

—...—

—... Diego ¿podrías darle algo de ropa?—

•○•

—¿tengo algo en la cara?—preguntó Cinco al notar que no dejaba de mirarlo.

—Tenías razón... eres muy guapo.—

—Pues gracias.—sonrió avergonzado—. ¿Ahora soy digno de un beso real?—

Sonreí antes de besarlo fugazmente en los labios.

—¿feliz?—

Cinco me tomó de la cintura y me pegó a él, volviendo a unir nuestros labios, esta vez en un beso más largo y cargado de sentimientos.

—Sí, bastante feliz.—

—

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~° One Shots The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora