~° One Shots The Umbrella Academy

~°IV°~

Dedicado a DanaTozier114

☂️

Después de tantos años distanciados, volver a ver a Klaus en tan mala situación no era nada agradable.

Así los mantengo callados.

Esa era su excusa para meterse toda esa porquería en el cuerpo.
Pese a que se rehusaba a recibir ayuda, te comprometiste a mantenerlo limpio.

—¿dónde está?—le preguntaste a Ben, quien se encontraba recostado en su cama.

—Abajo, revolviendo la basura.—

—¿qué? ¿por qué?—

—Es Klaus... ¿de verdad crees que necesite una buena razón para nadar en porquería?—suspiraste cansada antes de salir en busca del chico.

El hecho de compartir poderes con Klaus hizo que sean muy cercanos en su infancia, al menos hasta que el risueño joven comenzara a tener hábitos... extraños.
Después de que se separaran, la única conexión que tenían era Ben, quien iba y venía de un lado a otro. Sin embargo, nunca te dijo qué tan mal estaba Klaus.

—¿qué haces?—llamaste la atención del invocador.

—¿no es obvio?—señaló el contenedor en el que se encontraba.

—Responde la pregunta y no te hagas el idiota.—

—Digamos que... arrojé a la basura algo que no era basura y ahora lo necesito para que Pogo no se enoje conmigo.—negaste por lo bajo.

—Pídele ayuda a los espíritus de las ratas, ellas lo encontrarán en un segundo.—

—No se puede hablar con ratas muertas... ¿acaso tú sí puedes?—

—A diferencia de ALGUIEN, yo usé mi tiempo para entrenar.—

—Esta bien, acepto ese golpe pero ¿cómo diablos sabías que podías hablar con las ratas?—

—Ya te lo dije, entrenamiento.—

—... eso no responde mi pregunta.—

—Como sea ¿qué es esa cosa tan importante?—frunciste el ceño—. ¿robaste algo de la oficina?—

—¿yo? No.—

—Klaus...—

—¡bueno sí! Robé una caja y arrojé su contenido aquí ¿feliz?—

—Por Dios, hombre...—lo miraste con algo de decepción.

—No me mires así, me haces sentir mal.—

—Pues que gusto, siéntete fatal.—

—Que mala... ¿le pides a tus ratitas amigas que me ayuden?—

—Hazlo tú, después de todo tenemos los mismos poderes...—

Volviste a la academia, pensando en cuál podría ser la mejor manera de ayudar a Klaus.

•○•

—Oye, ____. Venía a disculparme por... ¿qué diablos es esto?—

Cuando el invocador entró al cuarto que ambos compartían de niños, se encontró con muchísimas cosas desperdigadas por todo el lugar. Desde juguetes hasta fotos, recuerdos y dibujos. Todo era reconocido por el chico, aquellos eran objetos de su infancia.

—¿lo recuerdas?—sonreíste al ver lo anonadado que Klaus estaba.

—Cada objeto, sí...—tomó un conejo de la cama—. Pepito, mi buen amigo. Le arrancaste la cabeza como venganza por haber mordido las manos de tus Barbies.—

—Pero luego lo arreglé para ti. No soportaba verte triste...—Klaus sonrió mientras volteaba a mirarte.

—¿por qué me muestras esto? ¿de dónde lo sacaste?—

—Le pedí ayuda a papá, aunque no lo creas, él guardó todas nuestras cosas.—ambos se sentaron en la cama—. Klaus...—tomaste sus manos—. Si te muestro esto, es porque quería recordarte el chico que eras. Dulce, animado y con un extraño gusto por masticar Barbies.—

—Eran blanditas...—sonreíste.

—Siempre creí que eras un ser de luz... y lo sigues siendo. Pero toda esa porquería que te metes al cuerpo... apaga esa luz, apaga a Klaus.—presionaste levemente sus manos—. Necesito que te comprometas a mantenerte limpio, no puedo seguir viéndote arruinar tu vida.—

—Pero los espíritus-

—Aprende a escuchar, Klaus. Todo estará bien después de ello.—

Al parecer Klaus entendió que todo esto era importante para ti, porque presionó tus manos de vuelta, dedicándote una leve sonrisa.

—Lo haré... pero solo si me enseñas a hablar con las ratas.—

—Oh, eso... te estaba tomando el pelo.—

—... eres muy mala.—

—Y tú muy ingenuo.—lo abrazaste—. Te quiero muchísimo, lo sabes ¿verdad?—El hombre correspondió tu abrazo.

—No tanto como yo te quiero a ti.—