~° One Shots The Umbrella Academy

~°XI°~

Dedicado a Limon_4K

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"A diferencia de los demás niños extraordinarios, ____ no fue entregada a Hargreeves. Sus padres decidieron conservarla e intentar ocultarle toda la historia relacionada al multimillonario. Solo fue cuestión de tiempo para que se enterara de la existencia de los poderes y del porqué ella terminó viviendo en los suburbios mientras que sus "hermanos" tenían todos los lujos. Aún así nunca se enojó con nadie, y ya con 30 y tantos años, decidió buscar por su cuenta aquello que la situación económica de sus padres no había podido darle de pequeña... incluso si era de la forma inapropiada"

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Metamorfosis.
Aquel poder que tanto me había costado controlar ahora era mi arma secreta para poder salir de apuros, los cuales eran muy seguidos en mi "forma de vida".
Ayer por la noche, mientras hacía las compras para la cena con mamá, vio una bonita camiseta a cuadros en una gran tienda de ropa. Le dije que podía comprársela, que le quedaría muy bonita, pero ella simplemente dijo:

"No quiero que gastes tu dinero en mi, pequeña. Tal vez más adelante pueda comprarlo por mi cuenta"

Aquello me impacientó un poco, desde que papá murió, mamá se preocupaba mucho por mis gastos, llegando a cuidar mi dinero más que yo misma.

Si supiera que se lo robo a la gente rica de la ciudad...

No iba a quedarme con el mal gusto de boca, conseguiría esa camisa... sin gastar un centavo.

•○•

Apenas las luces del local se apagaron y sus grandes puertas se cerraron, me convertí en una pequeña hormiga, pasando sin problemas por debajo de la entrada principal. Al estar dentro, volví a mi forma original de inmediato, pues transformarme en pequeños animales me dejaba exhausta.
Caminé tranquilamente por la tienda, buscando el regalo de mamá.

—Bingo...—sonreí victoriosa al ver un maniquí con la camisa puesta—. Sin gastar un centavo, ma. Tal y como querías...—

Me puse la camiseta sobre la remera e intenté volver a convertirme en hormiga, pero me fue imposible, no tenía nada de energía. Bueno... Tal vez no fue tan buena idea elegir un puto insecto.
Esperar a recuperarme lo suficiente podía llevar horas, tiempo que definitivamente no tenía.

¿La puerta trasera será una buena opción?

Caminé al fondo de la tienda buscando alguna salida, pero en su lugar me topé con dos hombres. Eran los guardias.

—¡alto ahí, joven!—levanté las manos de inmediato al ver que tenían un arma.

Sin pensar mucho en las consecuencias, corrí y me escondí entre los mostradores de ropa.
Los hombres comenzaron a buscarme y no tardarían demasiado en encontrarme, debía buscar un nuevo escondite.
Miré desesperada a todos lados, deteniéndome en los maniquíes de antes. Tragué en seco al tener cierta idea.

Tomar su forma.

Nunca antes me había transformado en algo sin vida, pero era la única idea que se me ocurrió. No tenía energía para convertirme en algo pequeño y la única opción de gran tamaño que no llamaría la atención era un maldito maniquí.
No lo pensé demasiado e imité su forma.
Sonreí internamente al ver que los sujetos pasaban a mi lado sin notarme, había funcionado.
Comenzaba a emocionarme la idea de poder convertirme en cualquier cosa, pero cuando esos tipos se fueron e intenté volver a mi forma original... no pude.
No podía gritar, moverme, ni siquiera llorar de miedo.
Pasaron unos cuantos minutos, cuando una cegadora luz se filtró por las cortinas metálicas de la entrada seguida de gritos desgarradores provenientes de la calle.
Me sentía asfixiada, quería salir, poder volver con mamá y ver que estuviera a salvo. Pero no podía volver a mi forma, y los nervios y miedo no ayudaban a ello.
Un inmenso silencio siguió después de algunas explosiones y sonidos violentos, todo parecía estar nuevamente en calma.