*Narra Ashton*
Paré el coche en la puerta de la casa de Marta. La miré, ella se miraba las uñas pero al darse cuenta de que había detenido el coche levantó la mirada hacia la ventana y después hacia mi. Sus ojos brillaban bajo la luz de las farolas, me sonrió.
-Oye Marta.-suspiré y me prestó atención.-Siento lo que ha pasado al principio de la noche. Yo no quería forzarte a nada que no quisieras hacer, sabes que yo no soy así.-Asintió y bajó la mirada- Entiendo que necesites un tiem..
-¿Quieres pasar?-me miró cortándome la frase.
-Son casi las cinco de la mañana Marta.-fruncí el ceño.
-Quédate a dormir.
Abrí la boca sin saber que decir, pero ella mantenía la mirada. Así que apagué el coche y asentí.
-¿Y tu hermana?-la miré mientras salíamos del coche.
-Se quedaba en casa de Lucy, mi madre tiene turno esta noche.
Caminé hacia su lado y pasé mi brazo por sus hombros ya que hacía algo de fresco.
-Ah, ya sé lo que te pasa.-me miró y sonreí.- Te da miedo estar en tu casa sola de noche.
Rió y se acurrucó en mi pecho mientras llegábamos a su puerta.
-Eres idiota.-murmuró.
Abrió la puerta y después de picar algo en la cocina subimos a su habitación. Me dió una camiseta que es mía pero ella se apodera de ella cuando quiere y me la puse. Me quité los pantalones y dejé mi ropa en la silla mientras ella se cambiaba.
Me gustaba eso. Nuestra confianza, a pesar de todo no le importaba cambiarse en la misma habitación que yo porque confiaba en que yo no me iba a girar. Creo que en el fondo eso era lo bonito, la confianza a ciegas, y que esta surgía del amor, la amistad y el tiempo.
Escuché los muelles de la cama y la vi sentada untandose una crema en los pies que le dolerían de toda la noche. Su pelo estaba recogido en un moño mal hecho y llevaba una camiseta ancha azul oscura y unos leggins cortos negros. No estaba maquillada, casi nunca lo estaba, pero esta vez no maquillaba nada, ni sus sentimientos. Así que me senté a su lado.
Me miró.
-Es increíblre tu capacidad emocional.
Sonreí.
-Supongo que eso es bueno.
-Sí.-sonrió y me abrazó- Es genial.
La abracé y sentí nuestras respiraciones acompasadas.
-Siento haberte jodido la noche.-se separó de mi, pero no muy lejos- No tendríamos que habernos ido, te lo estabas pasando bien.
-Bueno.-me encogí de hombros- Estaba cansado y lo que me gusta de ese juego es la músiquita así que..-reimos bajo y nos quedamos en silencio- Bueno, voy a la habitación de tu hermana, si no entro en la cama bajaré al salón.-besé su cabeza.
-No.-me apartó- Pero quédate aquí. Siempre dormimos juntos y... No sé, quédate.-me pidió.
-No creo que a tu madre le parezca muy bien que cuando llegue por la mañana estemos los dos en la misma cama.-la miré incómodo.
-Pero si dormimos en la misma cama siempre.-me miró como si fuera lo más normal del mundo- Vamos, ni que fuéramos a acostarnos o a darnos el lote.-bufó.-Hablar y dormir, como de costumbre.-se encogió de hombros-
Bufé en una risa y baje la mirada.
-Bueno vale, me quedo.-levanté la vista y vi a Marta sonriente.
Se tumbó en la cama y se tapó con las sábanas.
-Apaga la luz, porfi.-me pidió desde la cama.
Pulsé el interruptor y llegué a ciegas a la cama. Me tumbé y cubrí mi cuerpo con las mantas con olor a gardenia en las que Marta dormía.
La escuché respirar a mi lado. Respiraba fuerte, como si se fuera a acabar el mundo. Como si se ahogara y me quitara mi aire, al igual que hacía cuando me miraba y me sonreía.
Tras un leve tiempo de silencio nuestros cuerpos se atrajeron como imanes. Mi mano la acercó a mi mientras ella se acomodaba en el hueco de mi cuello.
Sin mediar palabra, hechos a medida.
*Narra Marta*
Escuchaba su corazón latir, me gustaba cuando nos abrazábamos porque debido a mi altura, mi cabeza quedaba en su pecho y escuchaba el ritmo de sus latidos que me ayudaban a quedarme dormida.
-Ashton..-murmuré para intentar saber si seguía despierto aunque sus dedos indagaran en mi pelo.
-Dime..-murmuró de vuelta de forma grave.
-Lo siento.-bajé el volumen.- Siento haber salido corriendo cuando nos besamos.
Noté que su respiración ahora era un suspiro y que tardaba en contestar.
-Tu siempre has sido de correr.
Reí bajo con algo de ironía.
-Correr es de cobardes.-murmuré.
-Tú no eres cobarde.-la cabeza de Ashton se giró en mi dirección.- Tú eres idiota.
Reí.
-Oh gracias, qué consuelo.-ironicé.
Rió y volvió la cabeza hacia el techo.
-Sabes que te lo digo con amor.-asentí y supongo que lo notó porque siguió hablando-Pero supongo que es normal, tampoco creo que todos los amigos íntimos se coman la boca.
Reí y levanté la cabeza. Le veía muy poco por la leve luz que entraba por la ventana pero supe que me estaba mirando.
-Los amigos íntimos que hacen eso terminan casándose.
-A tí no te gustan las bodas.-murmuró.
Sonreí, nunca se olvida de nada. Esa conversación la tuvimos con 12 años.
-Supongo que me casaré.-me encogí de hombros.- Tendré hijos y un perrito y llevaré a mi hija a ballet. No aspiro a mucho más.
-Cuando me haga famoso te llevaré de gira, dejamos a tus hijos y a tu marido con tu madre y nos vamos por ahí a vivir como buenos amigos íntimos. ¿Te parece?
Divisé el reflejo de su sonrisa.
-Me gustan tus planes de futuro.
-Nuestros.-me corrigió.
Nos miramos sin saber muy bien que decir.
-Siempre ¿vale?-murmuré.
-¿Que poco, no?-sentí sus labios muy cerca de los mios.
-Buenas noches Ash.-susurré.
Volví a acurrucarme en su pecho intentando no centrar la atención en que mis labios estaban calientes debido a su aliento.
-Buenas noches.-murmuró.
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Five Seconds Of You { 5SOS Fanfic }
FanfictionConocéis las películas pastelosas de amor ¿verdad? Pues si te gustan has venido al lugar equivocado. No es porque no se trate de una historia de amor, ya que basicamente lo es, pero no la típica de finales felices, amores correspondidos o triángulos...