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Tras unos escasos minutos de silencio y miradas perdidas Marta removió su pelo y me miró con los labios apretados tratando de que yo sacase algún tema de conversación, pero lo único que pude hacer fue sonreir como un idiota bajo su curiosa mirada.

-¿Te acuerdas de cuando estábamos juntos en séptimo?- dijo con una media sonrisa rompiendo nuestro silencio.

Sonreí ante el recuerdo. Caímos juntos en clase un año, ese año me enamoré de ella, comencé a hablar con Calum y se acabó mi rivalidad con Michael aunque a veces nos sigamos odiando.

-Claro.- dije.- Aún eras castaña natural.

Ella rompió en una carcajada.

-No me acuerdo de mi vida antes de los tintes.- bromeó sonriente.

-Yo sí que me acuerdo de ti. Eras graciosa y atrevida, luego cambiaste, empezaste a juntarte con Ashton y,- hice una pausa.- bueno ya sabes, te volviste así.

Torcí el gesto, acababa de decir una barbaridad. A veces me asombro de lo tonto que soy.

-¿Rara? Siempre he sido rara Luke.- sonrió.- Fui la única chica que no quería besarte en la convivencia al lago.

Me acordé de ese momento. Hace un par de años atrás fuimos de excursión a unas cabañas de madera junto a un lago con kanoas. Obviamente dormíamos separados de las chicas, pero la tercera noche Calum tuvo la brillante idea de colarnos en la habitación de ellas armado con una botella. Me besé con todas las chicas del curso, a excepción de Piper que decía que era alérgica a la baba de los rubios y Marta, que simplemente se marchó corriendo cuando le tocó su turno. Pero en cambio sí que besó a Calum, lo recuerdo perfectamente. Calum me dijo que besaba bien para su edad, que se la esperaba peor.

-Es verdad, ¿por qué no me besaste? Si besaste a Calum y Calum da asquito.-fruncí el ceño.

Ella rió ante mi comentario hacia Calum y se encogió de hombros.

-Me gustabas.- confesó.- No te besé por que me gustabas.

-¿No sería al revés?- dije confuso.

-No, a ver.- este tema la puso nerviosa.- Es que no me gustabas, me volvías loca, quiero decir.- paró un segundo a pensar.- Estaba enamorada de ti y no sé, no quería besarte con todo el mundo mirándonos y haciéndo ruiditos extraños. Me gustabas demasiado, quería que si nos besábamos fuera algo más personal ¿entiendes? Más íntimo.- desvió la mirada.- Pero claro eso son cosas que se le pasan a la cabeza a una niña loca de catorce años colada por un chico que se encuentra, claramente, muy fuera de su límite.

Solté un bufido.

-Yo no estaba fuera de tu límite, quiero decir ¿vistes mis gafas de sol verdes? Era penoso, ¿por qué no me pegaban?

Sonrió de lado y me miró.

-Me arrepiento de no habértelo dicho en su momento, de no haberte dado aquél beso, de salir corriendo y no dejar que me lo dieras tú.- su mirada se posaba en el cesped verde que nos rodeaba.

Y entonces pensé en el beso que no le di. La amaba y no sabía ni por donde empezar. O tal vez si sabía, pero el miedo podía conmigo. El miedo al rechazo, el miedo a no poder cogerla de la mano, de no poder regalarle sonrisas. Debía apostar, pero me cegaba mi miedo a perder. Como un bailarín sin música, estaba solo ante el peligro de perder la partida y ganarme un corazón destrozado en mil pezados. No quiero jugármela, quiero un amor de verdad, como el de los pingüinos.

-¿Sabes qué cuando los pingüinos encuentran una pareja la conservan para toda la vida?

Levantó la mirada. Muy bien Luke, ahora va a pensar que eres un friki de los pingüinos. Bueno, lo eres.

-¿Y los pingüinos de Madagascar?- preguntó haciendo referencia a la película.-¿Eran gays?

Estallé en una sonora carcajada y ella se rió por lo bajo al verme.

-No quería decir eso.- dije entre risas.

Me miró sonriente y me calmé.

-Sería genial encontrar a tu pingüino.- dijo con sus ojos fijos en los míos.

Su mirada castaña me quemaba por dentro como si fuera un fuego abrasador o un abrazo en invierno, era mi salvación y mi ruina. Ninguno de los dos cortaba esa conexión, nuestras miradas se fundían juntas. Iba a besarla, por aquella vez en la cabaña, por todas aquellas veces que la veía caminar a lo lejos. Iba a besarla porque la amaba y porque ella también sentía algo, porque si no sintiera nada no me estaría aguantando la mirada. Su mirada se sentía tan mía. Mierda.

Su mirada se posó por encima de mi hombro y luego subió hacia una figura que se acercó a nuestro lado.

-Ashton.-murmuró y desvié la mirada hacia mi amigo.

Porque finalmente era mi amigo, a pesar de todo.

Five Seconds Of You { 5SOS Fanfic }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora