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*Narra Calum*

“Vente al puerto, estamos todos menos Ashton y Marta. Hay una feria"

Enviado.

“¿Tú te crees que mi madre va a dejarme"

Luke contestó al instante.

“Y yo que sé, dile que es una feria de ciencias."

-Oh deja el móvil ya.-Savannah me quitó el móvil.-Michael le ha conseguido a Piper un peluche gigante, yo quiero uno.

-Dame el móvil y te consigo el oso.-le tendí la mano para que me diera el teléfono.

-Vale, pero deja de hablar con quien quiera que hables.-soltó el móvil en mi mano y aproveché para tirar de su mano hacia mi.

-Soy un hombre solicitado, lo siento.-sonreí y le dí un beso corto.

Se rió y se apartó.

-¿Tu hermana te la está liando por no recojer el cuarto o qué?-se burló de mi.

-Uy que te quedas sin oso eh.-la amenacé.

-No, venga vamos.-cogió mi mano y me arrastró hasta el puestecillo.

Había que encajar tres aros en distintos muñecos que se movían. Chupado. Encajé los dos primeros pero cuando iba a encajar el tercero mi teléfono empezó a vibrarme en el bolsillo del pecho de la camisa y se me daleó el tiro fallando.

-¡Mierda!-murmuré y saqué el teléfono.

El nombre de Marta se podía leer en la pantalla.

-Como has fallado la última tienes que elegir un peluche mediano.-nos dijo el empleado.

-Pues la tortuga ninja.-dije apurado.

-¡No!-se quejó Savannah-¡La tortuga ninja no!

-Elige el que quieras.-descolgué el teléfono y me alejé un poco del ruido.-Dígame usted.

-¿Estás liado o puedo molestarte?-la voz de Marta sonó en el otro lado.

-Siempre me molestas aunque no puedas. Estoy en el puerto.

-¿Solo?

-Sí hija, es que me encanta parecer autista.-Marta guardó silencio como si no pillara la ironía- Estamos todos tonta.

-¿Y Luke?

-Bueno todos menos Luke, y tú y Ashton, que está contigo.

-Bueno... Estamos en la misma casa pero no está conmigo ¿que autobús te lleva al puerto más rápido?

-El 16.-vi a Savannah mirándome a lo lejos con un peluche de un gatito blanco.

Le hice la señal de que ya iba.

-Voy para allá. Gracias, eres el mejor.

-Lo sé, ahora nos vemos.

Los dos colgamos y volví con Savannah.

-Se llama Oliver y está gordito.-me dijo enseñándome al gato.

-No me gustan los gatos.-me reí.

-Nah ni a mi pero es que está gordo.

*Narra Luke*

Llevaba un rato en el puerto, solo y sin saber a donde ir. Calum no me respondía a los mensajes y eso era muy grande como para ponerme a buscar, encima con tantísima gente.

A mi derecha había unos puestecillos de cosas manuales. Me acerqué a mirar y algo captó mi atención. Era una cuerda simple y un enganche plateado de las que colgaban un colgante que era un círculo plateado con un hundimiento en el que se depositaba una piedrecita brillante azulada.

-¿Cuánto cuesta?-le pregunté a la mujer mientras miraba el collar.

Alcé la vista para mirar a la señora mayor que los vendía.

-¿Es para ti?-me sonrió.

Negué con la cabeza.

-Para una amiga.-sonreí.

-Entonces te lo regalo hijo mío.

-No.-me negué.- Dígame cuanto es que yo se lo pago.

-Hijo, la piedra de ese collar lleva el color de tus ojos. Es tuya, llévatela y dásela a tu amiga.-dijo amablemente- Así ella será tuya también.

No podía creerme lo que me estaba diciendo esa mujer. Parecía una de esas brujas buenas de Disney.

-¿Está usted segura?-fruncí el ceño.

-¿Lo estás tú, muchacho?-alzó las cejas.

Que raro era todo esto.

-Hey.-escuché a mis espaldas y me giré encontrándome con Marta sonriendo.-¿Qué haces aquí?

-He quedado con Calum pero no lo encuentro.-sonreí.

-Entonces estamos igual.-se acercó a donde yo estaba y vió los colgantes.- Que bonitos.-murmuró.

Mientras miraba embobada los colgantes le hice señas a la mujer mayor de la tienda.

-Es ella.-le dije articulando mucho la boca para que me entendiera.

-Bésala.-dijo de la misma forma.

Negué con la cabeza fuertemente.

Marta me miró.

-¿Qué te pasa?-rió extrañada.

Pude ver a la mujer detrás indicándome con gestos que le diera el collar.

-Eh.. uhm.. Bueno..-me rasqué la nuca- Para tí.

Abrí la palma de la mano enseñándole el colgante. Ella ni lo cogió, solo lo miró, y después me miró a mi.

-Es del mismo color que tus ojos.-ambos sonreímos.

-Supongo..-murmuré incómodo.-¿Quieres que te lo ponga?

-Claro.-sonrió y se giró cogiéndose el pelo para que pudiera ponérselo.

Mientras se lo ponía sonreí victorioso a la mujer de la tienda que levantó los pulgares indicándome que lo había hecho bien.

Marta lo acarició y se giró.

-Gracias.-me dijo sonriendo.-Ahora nunca echaré de menos tu mirada.

Sonreí y acaricié su mejilla. Ella se puso de puntillas y yo me agaché un poco para que nuestros labios pudieran saludarse en un dulce beso.

-Oye chico.-dijo la mujer de la tienda cuando habíamos acabado de besarnos.- Esta es para ti.-me mostró una pulsera de cuero negra que tenía en el centro una piedra marrón oscura y amarillenta sujeta con un metal plateado.-Es del color de sus ojos.

Miró a Marta y sonrió. Marta le sonrió de vuelta y entrelazó mis dedos con los suyos.

-Pruébatela.-me dijo Marta.- Yo te la regalo.

-Es un regalo de la casa, bonita.-nos dijo la mujer- Así cuando os caséis y me invitéis no tengo que llevar regalo.

Marta y yo nos miramos sonrientes.

Ojalá.

Five Seconds Of You { 5SOS Fanfic }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora