Kion, el cachorro de león

88 1 0
                                    

Sofia seguía buscando a Kion.

Sofia: ¡KION! ¡KION! ¡¿DÓNDE ESTÁS?! ¡KION!

Sofia ve a Kion andando preocupado y cojeando, entonces, empieza a descender.

Sofia: ¡KION!

Kion: ¿Eh?

Sofia: ¿Te encuentras bien?

Kion: Yo...

Sofia: ¿Sí...?

Kion: Me han contado cosas sobre ti. Eres demasiado buena, no quiero preocuparte.

Sofia: Ohh Kion, yo quiero que estés bien. Sano y salvo. Me gusta ayudar a todos, incluyendo a los animales, es mi deber. Además, apenas puedes andar. Volvamos al castillo.

Kion: Yo...

Sofia: Kion, me preocuparás más si te vas solo, cojeando, hambriento...

Kion: Ay, vale...

Sofia vuelve con Kion y Minimus al castillo, no estaban muy lejos del castillo, así que, era fácil de encontrar. Sofia lleva a Minimus al establo y vuelve a subir las escaleras para llegar a su cuarto. Cuando llega, acuesta a Kion en su cama y le da el trozo de carne que le había traído

Sofia: Ten, come un poco.

Kion: Gracias.

Sofia: De nada.

Kion comía feliz.

Kion: ¿Sabes? No eres como el resto de las personas. El resto de las personas, posiblemente, hubiesen huido, asustado al verme...

Sofia: No tengo porque asustarme al verte. Eres un encanto de león.

Kion: Gracias.

Sofia: Tú y yo seremos muy buenos amigos.

Sofia empieza a acariciar a Kion y a él le gusta. Y se acuesta en el regazo de Sofia. De tanto acariciarlo, Kion se queda dormido en su regazo y alguien llama en su magilete.

??: ¿Sofia?

Sofia: ¡OH! Hola Hugo. ¿Ocurre algo?

Hugo: Sí, te necesito en Albuquerque. ¡YA!

Sofia: No te preocupes, voy para allá.

Sofia cuelga, con cuidado de no despertarle deja a Kion en su cama, y se marcha corriendo, o mejor dicho, volando a Albuquerque.

El pretendiente ideal (parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora