El príncipe de Rudistan

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Sofia seguía inconsciente en el suelo del bosque de Rudistan. De repente, un perro empieza a olerle a y a chuparle y se va despertando poco a poco.

Sofia: ¿Dón...dónde estoy?

??: ¡BRUNO! ¡BRUNO! ¡VUELVE AQUÍ!

Bruno, el perro va hacia su dueño. Sofia seguía un poco fuera de si.

??: Ohhh, ya veo lo que pasa. ¿Estás bien, doncella?

Sofia se marea y se desmaya.

??: ¡OH NO! Vamos, Bruno, tenemos que llevarla a palacio a cuidarla.

Bruno: *ladra*

El misterioso muchacho coge a Sofia en brazos y la lleva al castillo.

??: ¿A quién tenemos por aquí, hijo?

??: Es una chica que me suena mucho habérmela encontrado antes. Está sola y muy mal. Debo cuidarla.

Su padre la mira bien, y , al saber perfectamente quien era...

??: Muy bien, hijo.

EL muchacho se la lleva a su cuarto para acostarla. Tras haberla acostado en su cama, se marcha a por un trapo frío mojado y ponérselo en su frente. Al final, vuelve a despertar.

Sofia: ¿Dón...dónde estoy? ¿Estoy...en un castillo?

??: Veo que ya has despertado....

Sofia:....

Sofia y el muchacho se miran atentamente.

Sofia: ¿Auron?

Auron: ¿Sofia?

Sofia: ¿Dón-dónde estoy?

Auron: Estás en el castillo de Rudistan.

Sofia: ¡AH! ¡NECESITO VOLVER A ALBUQUERQUE! ¡ESTÁN EN PELIGRO! ¡YO.....!

Sofia se altera, se levanta de la cama y Auron la calma poniéndole sus manos en los hombros de la princesa.

Auron: Escucha, no sé de que estás hablando, pero, no te vas a mover hasta que estés bien.

Sofia: Eres muy amable, pero de verdad, estoy bien. Tengo que salvar Albuquerque.

Auron la mira confundido.

El pretendiente ideal (parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora