Capítulo seis ✔

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006: Espero que hagas bien tu trabajo hoy.

Narra Elena.

La Russa me dio una ropa demasiado minúscula para ponerme, me negué y ella me abofetió obligándome a vestirme. Me sentía demasiado incómoda, nunca en mi vida me había vestido así. Volvieron a vendarme los ojos hasta que nos adentramos al lugar. Podía oir la música que resonaba por todos lados.

─Espero hagas bien tu trabajo hoy. ─Me dijo Escorpión apenas me quitaron la venda. ─Hay muchos clientes nuevos, ve, mueve ese bonito trasero y sonríe. Aquí en este pequeño bolso está la mercancía y el precio.

Me lo entregó y me empujaron hacia la multitud.

Empecé a caminar y muchas miradas se posaron en mí, sentía mis ojos picar. Un hombre me haló del brazo, miré hacia la cortina de donde salí y Escorpión me miraba desde allí. Le sonreí al asqueroso tipo que tenía en frente y le ofrecí... droga. Éste con gusto aceptó y me dio la paga, me iba a besar y me separé de él asustada.
Corrí, vi la puerta de salida y antes de cruzarla el Russo me sostuvo el brazo.

─Es mejor que sigas con tu trabajo preciosa. Si te quieren besar, deberás aceptar, portate bien, estamos siendo pacientes contigo y no quiero golpear ese bonito rostro.

Mi respiración estaba agitada, tenía demasiado miedo, Dios ¿Por qué a mí?

Seguí caminando por el lugar e hice el intento de sonreír pero estoy segura de que me salía más como una horrible mueca.

Varios tipos me acercaron a ellos, cada que compraban de la asquerosa mercancía me besaban, me tocaban... sentía asco. Lloraba y aún así no les importaba.

Al fin había vendido todo y me acerqué al mismo lugar de donde salí.

─Que bueno que no te maquillé, eres chillona. ─Me habló la Russa.

─Excelente, has vendido todo. ─Sonrió Escorpión.

No dije más nada, me vendaron de nuevo, subimos al auto y regresamos a la prisión. En vez de llevarme a la celda fuimos al cuarto donde la Russa me había alistado.

─Puedes darte un ducha y ponerte lo que quieras. Volveré en media hora.

Sentí que cerró con llave. Tomé un pantalón holgado negro y una franelilla gris, era el único tipo de ropa que había. Me metí debajo de la regadera y dejé recorrer el agua por todo mi cuerpo, me sentía sucia, no sé cuantos hombres en total pusieron sus asquerosas manos en mi cuerpo. No había siquiera dado mi primer beso con veintitrés años. Cinco minutos después de estar lista la Russa volvió por mí.

─Vamos. ─Ordenó e hice caso sin rechistar.

Estaba cansada, no quería resistirme, tenía que hacer todo lo que ellos dijeran. Ese prostíbulo es mi única opción para escapar.

Mientras íbamos camino a mi celda observé como metían a una chica toda golpeada en una de las celdas, sentí una punzada en mi corazón, ¿Cómo son capaces de todo esto?

Mientras íbamos camino a mi celda observé como metían a una chica toda golpeada en una de las celdas, sentí una punzada en mi corazón, ¿Cómo son capaces de todo esto?

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Una semana más, una noche más en este asqueroso prostíbulo, hoy había más gente que nunca. Noté como Russo se iba de la puerta ya que lo habían llamado. Seguí con lo mío y me iba acercando disimuladamente a la salida. Tomé un impulso y salí corriendo, la Russa inmediatamente se dio cuenta, aumente mi velocidad cuando ya había salido a la calle, sentía la adrenalina recorrer por todo mi cuerpo y veía la libertad cerca, miré atrás y me venían siguiendo.

─¡Detente, mugrosa! ─Gritó la Russa e hice caso omiso.

Seguí corriendo, estaba agotada pero no iba a parar, no ahora. Se escucharon varios disparos y sentí algo atravesar mi brazo, segundos después estaba tumbada en el pavimento y tenía un dolor insoportable en mi brazo derecho.

─La vas a pagar muy caro, muñequita. ─Dijo el Russo sujetandome fuerte.

Me habían sacado la bala en el mismo prostíbulo y me amarraron una venda en el brazo

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Me habían sacado la bala en el mismo prostíbulo y me amarraron una venda en el brazo. Volvimos a la prisión y me llevaron a un cuarto diferente. Escorpión entró con cara de pocos amigos y un látigo en la mano.

─¡Dejaste mitad de mercancía sin vender! ─Dijo con furia y me golpeó el rostro con su puño.

Dios, dolía mil infiernos.

─Lo siento, lo siento. No volverá a pasar, por favor no me golpees. ─Supliqué llorando.

No me presto atención y golpeó mis costillas fuertemente con el látigo.
Uno, dos, tres, cuatro latigazos más y perdí la cuenta. Sentía como mi piel se abría y recorría la sangre por mi cuerpo.

─¡Ya es suficiente, Escorpión! ─Le gritó la Russa. ─Recuerda que el jefe la quiere viva.

─Solo por eso te me salvas. ─Me golpeó una vez más y se fue.

Lloraba desesperadamente, mi cuerpo ardía, no podía calmar el dolor de ninguna manera, si me movía era peor.

─Vamos a que te curen. ─Dijo la Russa mirándome con tristeza. ─El jefe vendrá a verte mañana.

Me ayudó a levantarme con cuidado, mi cuerpo dolía como mil infiernos, no paré de llorar y quejarme en ningún momento. Llegamos a una especie de consultorio, me ayudó a sentarme en la camilla con cuidado y me analizó.

─Te ves mal. Iré por la doctora.

Minutos después una señora canosa entró y tapó su boca al verme.

─Por Dios, ¿cómo te sientes?

Era absurdo preguntarme eso a estas alturas, era notable que no estaba bien.

─Soy Angélica, no te haré daño. ─Se acercó con cuidado a mí. ─ Tengo que curarte, dolerá, pero es necesario.

Grité mientras limpiaba mis heridas, ardía demasiado, me decía una y otra vez que aguantara, lo intentaba pero era difícil. De todas las personas que he visto en este lugar Angélica es la única que me transmite confianza.

─¿Por qué está usted aquí? No se ve como los demás, no veo maldad en sus ojos. ─Le dije.

─Estoy aquí porque me necesitan. Tú y las demás chicas me necesitan.

─¿La obligan? ─Pregunté.

─Desde un principio sí. Pero luego me di cuenta de cuanto me necesitaban aquí. No me importaría ir a la cárcel con tal de salvar vidas.

─Usted tiene un gran corazón.

─Tienes que descansar. Toma esto. ─Me dio unas pastillas y un vaso con agua.

Minutos después la Russa llegó por mí, tuvo cuidado al llevarme a mi celda, se lo agradecía mucho la verdad, mi cuerpo dolía demasiado.


N/A: Holaaa, disculpen la tardanza, no había podido actualizar por falta de Internet:(.

Xoxo

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