Capítulo cuarenta y tres.

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Dedicado a: FabiUrdaneta

043: Hace un año...

Narra Elena.

21 de diciembre.

Un año, hace un año exactamente Aiden llegó a mi vida, no me arrepiento de nada, hubiese sido un grandísimo error no permitir que este precioso niño viniera al mundo. Desde que llegó una pequeña luz se encendió en mi vida, me dieron ganas de continuar; tenía a alguien por quien luchar. Pensé que no iba a poder con esto, llegué a creer que no iba a poder tomarle cariño, y mirenme, aquí estoy, amando a mi precioso hijo con todas mis fuerzas.

Me encontraba en la cocina hecha un desastre, tenía harina hasta en el cabello, según yo podría apañarmelas demasiado bien preparando el pastel de cumpleaños de Aiden mientras su papá lo sacaba a pasear con su abuelo. Resulta que mi padre y Jael se han hecho muy buenos amigos, se la llevan de maravilla y ahora son inseparables.
Al menos la mezcla se veía bien y tenía buen sabor. Metí la mezcla en el horno y me dispuse a limpiar el enorme desastre que tenía en toda la cocina, déjenme decirles que la repostería no es lo mío.

─Amor, hemos llegado. ─Escuché la voz de Jael.

Al terminar de limpiar todo el desastre siento unas manos en mi cadera y di un pequeño saltito, me giré y me encontré con los profundos ojos de Jael.

─¿Cómo vas? ─Pregunta al darme un beso fugaz.

─Pues, pude con todo esto, sólo hay que esperar los minutos que corresponden.

─He traído la comida para la cena.

Toda mi familia vendrá por la noche para cantarle el cumpleaños a Aiden, por la tanto había planificado una cena. Hace mucho que no preparabamos algo así, el cumpleaños de mi hijo era una gran opción para compartir todos juntos.

─Está bien, en un rato la preparo.

─Nada de eso. ─Presiona nuestros labios por unos segundos. ─Yo prepararé la cena, ya haz hecho mucho por hoy.

Jugueteamos un rato con Aiden, luego fui a darme un ducha, seguía llena de harina.
Me coloqué un vestido color rosa pálido y unos zapatos un poco altos negros, me miré al espejo y la panza ya era notable, era extraño que Jael ni siquiera lo sospesara.

─Estás hermosa. ─Me dijo Jael mientras cepillaba mi cabello.

Traía a Aiden en sus brazos, estaba profundamente dormido, lo acostó con cuidado y luego se acercó a mí y me abrazó desde la espalda apoyando su barbilla en mi hombro.

─¿Has pensando algún nombre? ─Posó sus manos en mi vientre.

─Me gustaría que lo elijas tú.

─Ya pensaremos en uno. ─Me hizo girar para quedar frente a él. ─Gracias, mi  Elena.

─¿Gracias por qué? ─Enrollo mis brazos en su cuello.

─Por hacerme feliz.

─Gracias a ti mi amor, cambiaste mi vida por completo.

─Me has dicho mi amor.

Ruedo los ojos:
─Ya, calla.

─Eso ha sido cursi.

─Calla. ─Lo golpeo y el finge que le dolió.

***

Horas más tardes todos mis familiares habían llegado, Aiden ya se había despertado y estaba en las piernas de Cassidy junto a su nuevo novio. Sí, mi hermana tiene novio, lo conocía hace muchos años, desde kinder, resulta que nació algo muy fuerte entre ellos dos. Su nombre es Víctor, es muy apuesto y es de su edad, como se nota que la quiere demasiado; la forma en que la mira te hace suspirar de amor.
Jael estaba en la cocina con la compañía de mi padre, quien terminó ayudándole con la cena, ¿Quién iba a pensar que iban a llevársela tan bien?

─Cuánto ha crecido. ─Comentó mamá mirando a mi hijo.

Era cierto, Aiden estaba más alto, ya daba pequeños pacitos, estoy segura que dentro de poco tendremos a un pequeñín escabullendose de un lugar a otro.

Al estar lista la cena nos sentamos todos en la mesa para empezar a devorar toda la comida, debo admitir que había quedado demasiado deliciosa, papá y Jael se esmeraron bastante al prepararla.

─Debo salir un momento. ─Dijo papá cuando estábamos todos nuevamente en la sala.

─¿Qué? ¿A dónde? ─Le preguntó mamá.

─Es del trabajo cariño, debo ir. Volveré en un abrir y cerrar de ojos.

Nadie estuvo de acuerdo con que papá saliera, Jael se ofreció a acompañarlo pero él se negó, dijo que regresaría pronto. Aún así no pude quedarme quieta, tenía un nudo en la garganta y sentía una presión en el pecho. Algo andaba mal.

─Ya ha pasado una hora, Jael. ─Estaba angustiada.

Cassidy se encargó de dormir a Aiden, había subido a acostarlo. Mamá estaba en mi cuarto, decidió acostarse un rato y Olga le hizo compañía -ella también había venido-.

─Elena, tranquila, todo estará bien. ─Trata de calmarme Jael.

─Así es chicas, deben estar tranquilas. ─Comentó Víctor.

Y aunque quisiera no podía calmarme, Cass tampoco, tanto ella como yo teníamos un mal presentimiento, sabía que algo malo iba a pasar. Tara también estaba presente, no paraba de mordisquear sus dedos, siempre hacía eso cuando estaba nerviosa. Tomé mi móvil con manos temblorosas, le marqué a papá una diez veces y en ninguna respondió. En la número dieciséis al fin contestó.

─Papá, ¿Dónde estás? ¿Por qué no has llegado? ¿Todo bien? ─Esperé unos segundos a que me contestara.

Tenía la mirada de todos los presentes clavadas en mí y ya me estaba poniendo más nerviosa.

─¿Papá? ¿Estás allí? ─Inconscientemente una lágrima se escapó de mis ojos. ─Papá, háblame por favor.

Y lo único que escuché fue el sonido de un disparo...

Mi corazón empezó a latir más fuerte, como si fuese a perforar mi pecho para escapar de allí.

─Papá... ─Y la llamada se cortó.

Mi móvil calló al suelo haciéndose trizas, Cass me miró desesperada, esperando alguna respuesta. Mis rodillas flaquearon y caí al suelo, Jael inmediatamente se arrodilló a mi lado.

─Elena, ¿Qué ocurre?

Tenía un nudo en mi garganta, las palabras no querían salir de mi boca.

─Mierda, Elena. Habla, ¿Qué le pasó a papá? ─Esta vez era Cassidy quien me agitaba para que reaccionara.

─Un disparo... ─Susurré.

─¿Qué?

─Un disparo Cass, ¡Sólo fue un puto disparo que se escuchó!

Y fue allí cuando el mundo se me vino encima y empecé a llorar. Jael llamó al comisario Smith quien se iba a encargar de la situación, mi hermana y yo no habíamos parado de llorar, por Dios, no teníamos idea de lo que había pasado con papá, tenía miedo, miedo de que él...Oh Dios.

─Elena, mírame. ─Jael me hizo mirarlo a los ojos. ─Todo va a estar bien, yo estaré aquí para ti, ¿Okey?

Lo abracé fuerte, necesitaba sentirlo cerca, pero más que todo necesitaba saber que mi padre estaba bien, necesitaba que él atravesara esa puerta y me diera un abrazo. Lo necesito a él; lo necesito vivo.

^^

N/a: omggg, ¿qué habrá pasado con Connor? jaja, espero les haya gustado el capítulo.

Voten y comenten, xoxo

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