Harry.
- ¿ Me vas a decir de una maldita vez que te sucede? Pregunté por milésima vez, con cierta impaciencia.
- Nada...- Susurró ella, frenando de golpe.
- ¿Cómo que no sucede nada? -Grité perdiendo el control- Casi acabas de pasar un semáforo en rojo y ¡NO SUCEDE NADA!
- ¡Para de gritarme!, ¿Quieres?- Demandó ella, comenzando a llorar.
- Lo siento ¿vale?- Suspiré pesadamente, para acercarme a ella y abrazarla- pero estoy preocupado por ti.
- Soy una estúpida- Susurró con pesadas y grandes lágrimas, cayendo sobre su dulce e ingenuo rostro contraido.
- ¿Me vas a contar lo que sucede? Pregunté otra vez, más calmado- Y no me digas que no es nada, porque ya me lo repetiste mil veces al pretexto.
- Es que..- Separándose de mi- No quiero que te alejes de mi.
- ¿Alejarme de ti?- Haciendo una mueca- Ni que me fueran a matar.
Ante mis últimas palabras, pude observar cómo su cuerpo se tensaba.
- ¿Qué sucede ahora?
Poniéndose sus anteojos, comenzó nuevamente a manejar su auto, mientras el silencio sepultaba nuestras voces, en el más allá.
Al llegar a casa de mi hermana, ella, no apagó el motor.
- Baja de auto- Acomodándose su cabello- Necesito estar sola por unos minutos.
- ¿A dónde vas? Demandé con cierto temor.
- No te preocupes, volveré pronto.
- Ana, por favor, necesitamos hablar. - Pedí con preocupación.
- ¿Hablaremos cuándo vuelva, sí? Ofreció para darme un pequeño beso.
- ¿Estás segura?
- Sí.
Desabrochándome el cinturón, abrí la puerta para buscar en los asientos traseros, lo que habíamos comprado en el supermercado; con las bolsas en manos, observé con cierto temor y nerviosismo, cómo ella se alejaba.
Girando sobre mis talones, caminé hacia la entrada, buscando la llave, abrí la puerta y entré; al llegar al comedor, me encontré con Gemma y mamá, que hablaban animadamente.
Gemma: ¿Y compraste lo que te pedí? Preguntó ella entusiasmada.
Asintiéndo con la cabeza, dejé las cosas sobre la mesa; empujando mi cabello hacia atrás, tomé una manzana, para salir de allí... No quería tener un interrogatorio por parte de ambas.
Al llegar a mi cuarto, cerré la puerta para tirarme literalmente a mi suave cama, que permanecía con el dulce aroma de Ana; acomodándome en la almohada, pensé en ella y en su raro comportamiento.
¿Qué ocultaba? ¿Por qué se había comportado así? Pero sobre todo... ¿Por qué no confiaba en mi? Esa última pregunta, hizo que algo en mi interior se rompiera y doliera...
¿A dónde iremos a parar con este amor? Indagé para cerrar mis ojos.
Ana.
¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué? Me pregunté una y otra vez, golpeando con rabia el volante de mi auto.
De repente, el mismo se detuvo de golpe, ¿Qué rayos?
<< Sin biodisel>> Titilaba la luz, en aquel ícono del tablero.
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Breakpoint. (Harry Styles)
Teen Fiction"El amor no significa nada en el tenis. Te hace perder..." (Wimbledon)