Ana.
Un nuevo día comenzaba y realmente aunque ni yo misma lo creía, había despertado temprano; girando mi cuerpo, que se encontraba apresado por el cálido cuerpo de Harry, di un beso a sus entreabiertos labios rojos. Haciendo raras piruetas, logré salir de aquella trampa casi mortal, sí, los brazos que Harry.
Él, quejándose un poco, tomó mi almohada y la acurrucó junto a su cuerpo. ¡Suertuda almohada! Pensé.
Sacando mi celular, tomé una foto para luego cargarle sobre la misma; caminando en puntitas de pie, entré al baño.
Abriendo la ducha, comencé a darme un relajante baño; susurrando la canción de Ed Sheeran- Give my love, sonreí de repente. No sabía por qué pero me sentía diferente y me agradaba.
Apagando el chorro de agua que caía sobre mi cuerpo, tomé una de las suaves toallas y me sequé. Colocándome algo de protector solar, me coloqué una blusa rosada con la frase "I love tennis", un pantalón de Harry y mis típicas chatitas negras; por muy raro que parezca sus pantalones me quedaban bien aunque muy apretados.
Al salir del baño, negué con la cabeza; Harry todavía seguía durmiendo y con gran parte de su cuerpo al descubierto. Acercándome, logré taparlo de nuevo y tomando mi cartera, busqué un pequeño papel, con el propósito de que si despertaba y no me encontraba, supiera dónde me encontraba y me llamara al celular, posteriormente.
Abandonando la habitación, me encontré con el personal del hotel, que amablemente me saludó y yo respondí de la misma manera. Me agradaba que la gente sea simpática y respetuosa, sobre todo.
Caminando un poco, llegué al ascensor dónde, bajé al salón de confort. Dirigiendo una mirada fugaz hacia ambos lados, por si acaso se encontraba Theo, pude divisarlo en un sillón con una rubia sobre sus piernas. Haciendo una mueca de asco, traté de pasar por desapercibido y gracias al cielo, lo logré.
Buscando en mi celular la panadería más cercana, caminé hasta la Av. Callao, dónde una dulce señora de cabello negro me atendió.
- Buen día, ¿Qué deseas cariño?
- Buen día, bueno- Sonriendo tímidamente- No sé qué llevar, por mí llevaría todo- Contesté, haciéndola reír- Sólo quiero sorprender a mi novio.
- En ese caso, le recomiendo estas- Señaló unas facturas rellenas de dulce de leche con azúcar impalpable esparcida sobre el centro.
- Se ven deliciosas- Relamí mis labios, realmente tentándome- Deme una docena- Pedí, perdiéndome en las grandes tortas de chocolate que llamaban mi atención.
- Aquí tienes, cariño- Sonrió ella, entregándomelas.
- ¿Cuánto es?- Pregunté buscando mi billetera.
- Cortesía de la casa- Respondió, sonriendo dulcemente.
- No, por favor- Colocando las facturas sobre el recibidor- Gracias pero no puedo ir sin darle nada a cambio.
- En ese caso, ¿Podrías darme un autógrafo para mi hija Clara?- Preguntó esperanzada- Si no es mucha molestia, obviamente. Ella es muy fanática tuya.
- Claro que no- Recibiendo un bolígrafo y un papel blanco de su parte- Sin embargo me parece poco.
- ¿Una foto, tal vez?- Asintiendo, comencé a escribir.
"Hola Clara, soy Ana Lancaster y te mando por este pequeño papel, un gran saludo y muchos besos de mi parte. Tu madre me ha contado que me adoras, así que, espero que te alegre y agradezcas este pequeño regalo de tu madre. Un abrazo grande y nos estamos viendo. Ana xxx"
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Breakpoint. (Harry Styles)
Teen Fiction"El amor no significa nada en el tenis. Te hace perder..." (Wimbledon)