Breakpoint. (Harry Styles)

Capítulo 25- "Te extrañé"

Ana.

El delicioso olor a biscochuelo de coco, hizo que me levantara automáticamente. Tomando una campera, bajé sin importar mi apariencia a la cocina.

Caminando lentamente, escuché risas; indudablemente era mi tío Nick y Nora.

Acercándome sin hacer ruido, pude observar como ellos se abrazaban. ¿Acaso  tenían algo?

Negando con la cabeza, descartando obviamente esa suposición mía, entré.

- Buenos días- Saludé, tomando asiento.

Nick: No deberías haber bajado- Reprochó, tomándo un poco de su café.

Rodando los ojos, me serví un poco del mismo y tomando una rebanada del biscochuelo, decidí tomar mi desayuno en otra parte.

Sí, luego de la preocupación y la desesperación, viene el enojo o el reproche, como más deseen llamarlo.

Sé que tuve la culpa de irme y de que mi padre me encontrara, pero... ¿Acaso sabía que iba a pasar eso?

Sentándome de mal humor en el sillón de la sala, prendí la tele en busca de algo divertido.

Pasando varios canales, no encontré absolutamente nada, lo que me dio más rabia aún; tirando el control remoto en uno de los sillones, negué con la cabeza, recordando la aptitud de mi tío.

- ¿Podemos hablar? Preguntó una voz conocida.

- Si vienes a reprocharme otra vez, mejor no- Sentencié, cerrando los ojos ante una fuerte punzada de dolor en mi cabeza.

Escuchando un suspiro pesado de su parte, me levanté para ir a la cocina; volviendo a sentir otra punzada, me agarré fuertemente del borde de la mesa de mármol.

- Ana, siento lo de tu tío- Escuché decir a Nora- Pero... Oye, ¿Estás bien?

Tratando de responderle, sentí como todo mi cuerpo se colapsaba, sumerguiéndome en la dulce y torturosa oscuridad.

Poco a poco, esa inmesa oscuridad fue desapeciendo. Algo fuerte quemaba mi nariz, y hacía que inevitablemente saliera de mi trance anterior. Quizás era mejor permanecer así, que conciente de mis actos.

- Ana, ¿me escuchas?- No, déjame como estoy- Por favor, abre los ojos.

Cómo si mi cuerpo se mandase sólo,abrí los mismos, encontrándome con Nora que sostenía un algodón impregnado de alcohol, y a la vez me miraba preocupada.

Tratando de alejar el algodón con mi mano derecha, percibí que estaba tomada por otra mano.

Alejándo mi mano de la suya, giré mi cuerpo hacia el lado contrario.

- ¿Pueden irse? No me siento bien, necesito descansar.

Sí, podía parecer fría, pero era la única manera de ser fuerte, ante algo que me dolía y demasiado.

Jamás esperé que mi tío me tratara de esa manera; pero siempre había una primera vez.

Una vez que ellos salieron de mi habitación, comencé a llorar hasta quedarme dormida.

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Al mediodía, a la hora del almuerzo, a duras penas logré comer algo de la comida que Nora, muy amablemente cocinó.

 Sentí varias veces su mirada sobre mí, sin embargo, lo ignoré.

Ayudando a Nora con los platos, caminé nuevamente a mi habitación.