☼Capítulo 34- La casa de Jace.

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Ana.

 Mis ojos pesaban demasiado, al igual que mi cuerpo. ¿Qué me había pasado? Abriendo mis ojos lentamente, parpadeé varias veces, acostumbrándome a la escasa luz que provenía de una lámpara, en aquella habitación desconocida y por si fuera poco, al mirar mi aspecto, ahogué un grito. ¡Me encontraba en ropa interior con la camisa de una persona ¡que desconocía! ¿Qué has hecho Ana Lancaster?

Bajando mis pies al suelo, intenté caminar pero mis piernas parecían gelatina; agarrándome del borde de la cama, caminé hacia la puerta. Al salir me encontré con un largo pasillo, que desconocía a dónde me llevaría. Con cierto temor, comencé a caminar, mientras mi cuerpo poco a poco volvía a recobrar fuerza. Al llegar a unas escaleras, escuché música. ¿Dónde me había metido? Bajando lentamente, rogué que nadie se cruzara en mi camino; siguiendo con mis pasos, traspasé una gran sala moderna. Abriendo otra puerta, me encontré con la cocina.

Al dirigir mi mirada hacia la heladera, mis labios se sintieron secos, necesitaba agua y urgentemente. Corriendo prácticamente hacia ella, la abrí para encontrarme con varias botellas de cerveza. Negando con mi cabeza, cerré la misma.

Buscando un vaso, serví agua de la canilla. Ni bien tomé un sorbo,  mi boca lo agradeció. La sed era desagradable.

- ¡Tu casa está de maravillas, Jace!

Abriendo mis ojos de repente, tratando de que el vaso no se cayera de mis manos, busque un escondite pero sin embargo, ya era demasiado tarde, para hacerlo. Frente a mi rostro pálido, se encontra Jace con una hermosa mujer rubia, a la cuál la tomaba de la cintura. Y luego me decía que "Yo era el centro de su universo." Me pregunto a cuántas más le habrá ido con el mismo cuento. Y no, no estoy celosa.

- ¡Lo sabía, algo estabas ocultando! - Chilló ella, emocionada.

¿Qué?

Jace negando con la cabeza, posó su mirada en mi vestimenta. Automáticamente, se mordió su labio y sonrió seductoramente hacia mí. Estúpido y arrogante. Pensé.

- ¿Y, no me vas a presentar?- Preguntó ella a Jace.

Él sonriéndole, se acercó a mí con pasos firmes. Recordando todo lo que me había sucedido anteriormente, me dieron unas ganas inmensas de darle una cachetada. Sin embargo, me contuve, sólo por el momento...

Jace: Ana...- Bajando una de sus manos por mi espalda y posicionándola en mi cintura.- Ella es Araceli, mi hermana- Atrayéndome más a su cuerpo- Y Ara, ella es Ana, mi novia.

Sí mi pensamiento antes era darle una bofetada, ahora no sólo quería hacerlo realidad, sino que además quería darle una buena golpiza. ¡Maldito mentiroso y ladrón!

Abriendo mi boca para desmentir sus palabras, él me sorprendió  asaltando mi boca, en un beso desesperado. Por más que mordiera mis labios, no le correspondería.

- ¿Quién es ella? - Preguntó una voz demasiado dulce e inocente.

Aprovechando que su atención estaba puesta en aquella dulce niña con cabello rubio y ojos azules, intenté alejarme de él pero fue imposible. Su brazo parecía una enredadera alrededor de mi cintura.

Jace: Lux, ella es Ana...- Sonrió, mientras tendía su mano.

Ella ladeando su cabeza, sonrió y apresuró sus pasos hacia nosotros. No sabía quién era pero era una preciosa niña. Jace sacando finalmente su brazo de mi cuerpo, tomó a Lux y la alzó para que quedara a la misma altura de nuestras caras.

Lux: Es muy bonita...- Sonrió, ocultando su rostro en el cuello de Jace.

Jace: Claro que lo es....- Atrapando mi mirada con sus ojos celestes, que se veían brillosos- Ella es mi hija, Ana.

Breakpoint. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora