Just Me & You | GaaMatsu Fanfic | #AlianzaAwards

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Gaara

' Trata de ganar su confianza... Al inicio dudo que pueda lograrlo. Pero verás con el tiempo puede confiar en ti... '

Recordaba la frase de Temari cuando me encontraba en un jaque emocional mientras caminaba por toda la aldea.

No lo negaba. Hacía un mal trabajo, aunque siguiendo las órdenes... No lo era.

¿Qué era lo malo de todo esto?, pues simple, la falta de empatía con mi ahora alumna.

Me sentía terrible.

Esa fría voz que salía naturalmente de mí no podía despejarlo, ni huir de él... seguía ahí como el Shukaku.

— G-Gaara-Sensei — escuché la tímida voz de Matsuri — ¿A dónde vamos? —

Ella me seguía tomando su distancia... Sus ojos se fijaban en las otras miradas espectadoras de los aldeanos. Quienes susurraban en nuestro andar como si nunca hubiesen visto a personas caminar casi juntas.

Suspiré — Descuida, iremos a entrenar luego; solo tomemos un atajo — abarqué el pasaje que conducía a los puestos de comida.

' Yo compartía unos dulces con los alumnos de otros Senseis; quedaban a gusto... Quizás puedas intentarlo '

Vaya... Si estuvieras en mi posición, no sería tan fácil, Temari.

En verdad, nada era sencillo. El camino fácil era retomar mi posición dominante e ignorar emociones.
Pero no era lo correcto...

Ya había hecho lo mismo antes y... Nunca funcionó.

Me detuve en ese momento a observar a Matsuri... Quién incómoda se estaba retrasando en el camino por mirar a todos.

Si me tomara todo el tiempo verla... Me fijaría en varios detalles que tiene... Detalles que quizás no haya tomado en cuenta... O quizás solo era mi imaginación el aquel sentimiento tan familiar.

— No te detengas — dije antes que un suspiro saliera de sus labios.

Ella solo asintió avergonzada.

— Disculpe, Sensei —

Volví la visión a la calle de comida y lo primero que vi fue una de dulces.

¡Justo lo que Temari me había mencionado!

Me acerco impaciente a degustar con la mirada cada bocadillo frente al vidrio o mostrador.

Era perfecto.

Retorno a ver a Matsuri. Se le notaba decaída aunque su semblante parecía extrañarse de mi actual comportamiento.

Entramos al establecimiento para finalmente llegar a una mesa de 2. Ella tímidamente se sentó al otro extremo de mí como si el temor le hubiese invadido más que la timidez.

Hasta ese momento suponía que todo estaba bien... O iba a mejorar.

Los cuadros, música baja, manteles en la mesa y ambiente eran realmente agradables.

— ¿Desea algo para servirle? — nos atiende una chica del lugar.

Matsuri negaba con la cabeza sin emitir ni un solo ruido. Es más, parece que esto le estaba incomodando más de lo normal.

— ¿Te gustan los bollos? — pregunto tras carraspear la garganta.

Sus ojos oscuros se cruzan con los míos y se apaga en ese instante.

No quería hablar y yo estaba tratando de que lo haga.

— Eso deseamos — le comento a la chica pelinegra que esperaba ansiosa nuestra respuesta — Solo unos bollos —